ALICIA ALONSO: LA ÍDOLO CUBANA DE LA DANZA

ALICIA ALONSO: LA ÍDOLO CUBANA DE LA DANZA

Cuba en este año se ha encontrado en los ojos del mundo, ya sea por el fin de su enemistad y del bloqueo económico de Estados Unidos; o por el desfile de modas de Chanel en La Habana. Hablar de Cuba es hablar de ballet, y hablar del ballet en Cuba es hablar de Alicia Alonso, la única Prima Ballerina Assoluta que Latinoamérica le ha dado al mundo.

Alicia Martínez nació el 21 de diciembre de 1920 en La Habana, Cuba. A los 9 años comenzó su preparación en la danza; se casó a los quince años con Fernando Alonso en Estados Unidos y cambió su apellido por Alonso y cuando llegó a New York estudió en la escuela del American Ballet Theater. A los diecinueve años la retina de uno de sus ojos comenzó a desprenderse, quedaría parcialmente ciega por el resto de su vida. Por esto sus compañeros siempre se colocaban en el lugar exacto donde ella esperaba que estuviesen y utilizaba luces en diferentes lugares del escenario para que la guiaran; además, se dice que repasaba varias veces las dimensiones de un escenario para aprendérselo y saber exactamente hasta qué lugar llegar mientras bailaba.

En noviembre de 1943 Alicia Alonso sustituiría a la gran Alicia Markova en el rol de Giselle en el ballet del mismo nombre, suceso que la coronaría como la genio de la danza que conocemos al día de hoy; incluso, hay quien dice que la personalidad del personaje de Giselle antes de Alicia era muy diferente al que existió después de ella. Fundó el Ballet Nacional de Cuba y la escuela de éste, ha trabajado con coreógrafos de la altura del emblemático George Balanchine y ha bailado y creado coreografías para las más prestigiosas compañías de danza del mundo, recibiendo más de doscientos premios nacionales e internacionales. Alicia es considerada un emblema de la danza y de lo iberoamericano, un ejemplo de que no hay obstáculo lo suficientemente grande para no hacer lo que amas.

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