ANALISIS DEL CASO GABRIELA Y LA MENTALIDAD JAPONESA

Antecedentes del Problema:

Gabriela Hernández, una mujer inteligente tenaz y exitosa, que tuvo un crecimiento profesional en la empresa Autojal, y uno de sus principales logros fue posicionar a la empresa en el mercado automotriz apenas en el primer año de operación en 1990 y ocupar uno de los primeros 20 lugares de una red de 65 distribuidores de Autos Senzei.

Acreedora de un viaje por reconocimiento a Japón, fue persuadida a renunciar al derecho, por su jefe que aparentemente se dejo influenciar por un prejuicio cultural.

En 1990, la organización de Autos Senzei, la influencia de la mujer japonesa en la toma de decisiones era con un porcentaje muy bajo de manera contrastante, en el Grupo Empresarial Autojal representaba el 50%, donde los departamentos administrativos eran manejados por gerentes mujeres y los operativos por hombres.

La desigualdad de oportunidades laborales entre hombres y mujeres ha sido un fenómeno económico y cultural mundial que como Gabriela, otras mujeres han padecido con un enfoque de inferioridad con respecto de los hombres.

El rol reproductivo, así como los mitos de la falta de productividad y los costos laborales asociados a dicho rol son algunas de las condiciones que tratan de justificar la diferencias en el ámbito laboral (El Instituto de la Mujer, “La Mujer y el trabajo II”, 2003).

En 1985, las mujeres representaron apenas 6,6% de todos los puestos gerenciales en empresas y el gobierno de Japón. Para 2005, ese número tan solo había aumentado a 10,1%, pese al hecho que las 27 millones de mujeres que trabajan en Japón conforman casi la mitad de su fuerza laboral. En contraste las mujeres vieron al frente de 42,5% de los puestos gerenciales en Estados Unidos.

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