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Acotaciones


Enviado por   •  27 de Noviembre de 2014  •  2.415 Palabras (10 Páginas)  •  168 Visitas

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Acto 1.

Narrador: Esta es una historia triste de invierno, todo comenzó en el día después de la última gran nevada del año, aquella que permitiría a los niños jugar libremente en ella sabiendo que todas sus creaciones permanecerían ahí durante un par de semanas.

(Alex entra corriendo a escena.)

Alex: ¡Noé! ¡Noé! Ven a jugar en la nieve, ven hagamos un ángel en el piso como en las películas.

(Noé entra corriendo a escena mientras que cierra completamente su abrigo)

Noé: ¡Que frío hace!

Alex: ¡Hagamos un hombre de nieve!

Acto 2.

Narrador: Y así los dos niños iniciaron con un juego lo que sería uno de los milagros navideños más hermosos de la historia, al final crearían a un amigo inolvidable.

(Noé y Alex están parados frente al Hombre de Nieve)

Noé: Sólo le hace falta algo para que sepamos que es un niño.

Alex: En el cuarto del abuelo hay un sombrero alto, voy a buscarlo.

(Alex corre y sale de escena)

Noé: Ya casi estás listo, ahora los tres jugaremos guerras de bolas de nieve, videojuegos, juegos de mesa y espero que seas listo para que nos ayudes con nuestra tarea.

(Alex regresa)

Alex: Aquí esta, yo se lo pongo.

(Alex le pone el sombrero al Hombre de Nieve, éste enseguida se sacude y asusta a los niños, quienes lanzan un grito)

Hombre de Nieve: Oh, no, no se asusten, yo soy su amigo.

Noé: ¿Pero cómo es posible?

Alex: ¿Estás vivo? ¡Pero si eres de nieve!

Hombre de Nieve: Es gracias a este sombrero mágico, me ha regalado un alma.

Noé: ¿Eres bueno en matemáticas?

Alex (Mira a Noé): ¿Eh?

Hombre de Nieve: Soy bueno en matemáticas, en los videojuegos y los juegos de mesa.

Noé: ¿Y en las guerras de bolas de nieve?

Hombre de Nieve: ¡No, eso no! Mi pobre familia no debe ser lanzada de aquí para allá, luego todos se enferman del estomago.

Alex: Pero si la nieve no tiene estomago.

Hombre de Nieve: Humm, cierto.

(El Hombre de Nieve toma de su cuerpo una bola de Nieve y se la avienta a uno de los niños, enseguida comienzan jugar)

Acto 3.

Narrador: Los niños y su nuevo amigo jugaron felizmente durante las últimas semanas de invierno, el tiempo pasó rápidamente sin que pudieran darse cuenta que el sol comenzaba a sentirse más y más caliente con el paso de los días.

(El hombre de nieve está sentado abanicándose con su sombrero, Alex y Noé llegan corriendo)

Alex: Levántate, vamos a jugar.

Noé: Ya no tenemos que usar suéteres ya no hace mucho frío.

Hombre de Nieve: Niños tengo que hablar con ustedes, no me siento muy bien.

Noé: ¿Qué tienes? ¿Estás resfriado?

Hombre de Nieve: No, no es eso.

Alex: Porque si quieres te podemos hacer una sopa caliente.

Hombre de Nieve: Niños me estoy derritiendo.

Noé: ¿Quieres que te metamos en el refrigerador?

Hombre de Nieve: Es hora de que me vaya.

Alex: ¿Irte? ¿A dónde?

Hombre de Nieve: Humm no sé, donde haya nieve y niños que me necesiten.

Noé: Nosotros te necesitamos.

Hombre de Nieve: No se pongan tristes que aunque me vaya siempre estaré con ustedes.

Alex: ¿Cómo?

Hombre de Nieve: Gracias a este sombrero mágico nunca tengo que dejarlos, cada vez que quieran hablar conmigo, hablen dentro del sombrero y muy dentro de ustedes sabrán que yo les estoy contestando.

(Los niños y el Hombre de Nieve se abrazan)

Noé: Adiós, Hombre de Nieve.

Hombre de Nieve: Nos vemos hasta la próxima navidad.

- LOS TRES HIJOS DEL REY

- Personajes:

Rey Moro

Jamet, hijo mayor

Omar, segundo hijo

Asad, hijo menor

Consejero

Ayuda de cámara

Sirviente uno

Sirviente dos y más, si se quiere

Tomado del Libro de los Exemplos del Infante Don Juan Manuel

Escenografía

Acto 1, 2 y 3:

Recámara del rey. Al fondo, una o dos ventanas en el estilo de la arquitectura árabe. Varios cojines en el suelo. Un banco cubierto por una tela y un taburete.

Primer Acto

(Al abrirse el telón aparece el rey moro en camisón. Está recostado entre cojines. Se sienta y se despereza con mucho trabajo. Está viejo y achacoso. Tose varias veces. Tocan a la puerta.)

Rey:Adelante... adelante.

Consejero:entra ¿Cómo ha pasado la noche Su Majestad?

Rey:Mal... mal... mi buen consejero. Te iba a llamar. Me alegro de verte. La tos no me dejó dormir. Tampoco esta preocupación que tengo.

Consejero:¿Cuál es, Majestad?

Rey:Amanezco cada día más viejo y achacoso... y muy cansado. Es hora de que uno de mis hijos gobierne el reino en mi lugar.

Consejero:pensativo Cualquiera de los tres sería un buen rey. Los tres son buenos, inteligentes, sanos y valientes.

Rey:Ese es el problema: ¿Cómo saber cuál de los tres gobernará mejor?

Los dos se quedan pensativos un rato, sin hablar. Se rascan la cabeza, caminan de un lado para otro como leones enjaulados.

Consejero: feliz ¡Tengo una idea! ¡Una buena idea, Majestad!

Los dos se secretean. Con sus gestos y ademanes el rey muestra que aprueba y que está satisfecho. Sale el consejero. El rey toca una campanita. Aparece el sirviente número uno y hace una gran reverencia juntando las palmas de las manos cerca de su cara, al estilo oriental.

Rey:Hazme el favor de decirle al príncipe Jamet, el mayor de mis hijos, que venga enseguida a ayudarme a vestir.

El sirviente: sale de escena después de hacer una reverencia. El rey espera. Se sienta, se levanta, mira hacia la puerta, se pasea de un lado a otro cada vez mas impaciente. Al cabo de un rato Jamet aparece corriendo.

Jamet:¡Discúlpame, padre mío, se me hizo tarde porque...

El Rey: interrumpe Bueno, bueno, basta de disculpas y ayúdame a vestir.

Jamet: Sí, sí, enseguida... (Grita) ¡Ayuda de cámara!

Aparece en escena el ayuda de cámara. Hace una gran reverencia

¡Anda, trae pronto el traje del rey mi padre!

Ayuda de cámara

Pero... ¿cuál de todos?

Jamet:dudoso Pues... pues... déjame preguntar. (Va hacia el rey.) ¿Qué traje quieres ponerte hoy?

Rey:El traje de brocado azul con adornos amarillos.

Jamet:(Corriendo hacia el ayuda de cámara.) ¡Que traigan el traje azul de brocado con adornos amarillos

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