Actividad 4 estrategias de aprendizaje y habilidades

La perseverancia de un gran equipo _________________________________________________

Raúl Asriel Sánchez Ceballos

El siguiente relato fue un momento de mi vida hace aproximadamente doce años atrás que me lleno de mucha satisfacción, coraje y alegría.

 Decidí tomar la oportunidad de realizar un viaje lejos de casa con la convicción de ser campeón con mi equipo de beisbol teniendo la responsabilidad de ser capitán del equipo.

La espera por fin terminó cuando el entrenador convocó al equipo para darnos la noticia tan esperada, el equipo había sido invitado para participar en las olimpiadas de beisbol. Solo había un inconveniente, nuestra escuela no contaba con los recursos para proveer una estadía, transporte, ni equipo o materiales para que ellos pudieran tener un buen desempeño.

A pesar de ello como equipo decidimos que no podíamos dejar pasar esta oportunidad. Con bates, pelotas, arreos y demás aditamentos usados, los 13 jóvenes emprendimos el viaje en camión. Un viaje que duraría 20 horas. Pero todo esto no nos quitaría una idea de la mente, ser campeones.

Al llegar a la ciudad cede, retrasados y cansados por traspiés vividos durante el viaje, recibimos la noticia que en un par de horas se llevaría el primer partido inaugural y participaríamos. Y así lo hicimos, fue un partido muy difícil; dos de los integrantes del equipo sufrieron lesiones, y los estragos del viaje se notaban en el ánimo, la falta de alimentación y sueño confortable ya hacía mella en nosotros. Evidentemente fue un partido perdido desde antes de iniciar.

 Los días continuaron, para sorpresa de todos ganamos todos los partidos restantes durante la ronda de grupos, lo que nos acercaba al campeonato. Las victorias continuaban y todos ya comenzábamos a sentirnos agotados, los rivales nos superaban en estatura, ellos tenían todos los recursos para mantenerse y reponerse, médicos incluso; además, recibíamos burlas y malos tratos por ser la primera vez que participábamos. Pero como capitán, no podía permitir que mis compañeros me vieran decaer, los motivaba cada día, buscaba siempre la oportunidad tener momentos de recreación a pesar de que nuestras condiciones no eran las mejores.

Así como en su momento tuvimos que abrir las olimpiadas con el primer partido inaugural, llegó el gran día de cerrar los juegos con el partido final contra el campeón defensor del título, ¡el campeonato estaba a solo un paso! Atrás dejamos uno a uno a todos aquellos equipos que aparecían como favoritos sobre nosotros, ahora nos sentíamos con el ánimo hasta el cielo, nadie nos podría arrebatar el campeonato después de todo lo ocurrido.

El partido fue digno de una final pues nos manteníamos arriba apenas por una carrera de diferencia y justo cuando el partido estaba a punto de finalizar yo, el “capi” como mis amigos me llamaban, tuve la grandiosa oportunidad de realizar el ultimo out con una atrapada en el jardín central robando un home rune al equipo contrario, y con esto lograr el tan anhelado campeonato. Gracias a esta experiencia y a las vivencias con mis compañeros de equipo, sé que mientras tengamos la voluntad y el coraje de reponernos a las adversidades podemos lograr lo que nos propongamos.

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