Actividad El hombre en busca de sentido

Frankl, a lo largo del libro, nos habla de dos tipos de libertad. Por un lado, está la libertad física, la libertad que le arrebataron al entrar en el campo de concentración. A las personas se las puede privar de todo lo material, de las necesidades básicas necesarias para la subsistencia, desproveer de alimento, libertad de movimiento, de intimidad, de las personas a las que quiere, incluso de dignidad personal, pero a las personas no se las puede desproveer de la libertar espiritual, (de independencia mental), de la libertad de sentirse en cada momento como ella elija, de tener una actitud positiva ante la adversidad, en el fondo de sentir-se cómo uno quiera. Por muchas penurias y humillaciones que Flankl y sus compañeros sufrieran, en cada momento ellos eran dueños y señores de tomar una actitud de superación, y de elegir como se sentirían aquel día. Frankl cuenta, que los que sobrevivieron, no fueron los que tenían el cuerpo más fuerte, ni los que presentaban mejor salud al entrar en el campo, si no los que se buscaron un objetivo personal para continuar vivos y los que tenían un mundo interior más rico, que les permitía refugiarse en sus pensamientos y recordar las pequeñas cosas o placeres de su vida antes del campo.

En la obra encontramos infinitud de cualidades y defectos del ser humano. Frankl, deja claro que en el campo las personas vivían al límite de la supervivencia. Una de las cosas que más me ha sorprendido, es que Frankl, refleja que una vez desprovistos de todo, y con la supervivencia como hito, tanto los prisioneros como los vigilantes dejaron ver lo mejor y lo peor de sí mismos. Como cualidades destaca, la capacidad de superación y supervivencia, la empatía, la necesidad de protegerse entre ellos y de animar a los que estaban perdiendo las ganas de continuar con vida. La lealtad hacia los seres queridos, el amor verdadero, el humor como recuso para evadir el sufrimiento. Por el contrario, también sale lo peor de cada uno, sobre todo cuando entra en juego la supervivencia de uno o de un ser querido, como puede ser un hermano, la perdida de sentimiento (ya nos sentían nada ante la muerte de un compañero y le podían robar la comida de los bolsillos, o los zapatos). El sadismo y placer ante el dolor ajeno que sentían algunos guardas o Kapos, el querer sobrevivir a toda costa, que llevaba a la no rebelión ante actos injustos a un compañero, o a pensar que menos mal que no le ha tocado a uno y es el otro el que se ha llevado el castigo.