Actividad. Historia de la Criminologia
Enviado por Jeancarlo serrato talledo • 16 de Agosto de 2021 • Examen • 1.582 Palabras (7 Páginas) • 199 Visitas
Nombre de la materia
Criminologia _ C
Nombre de la Licenciatura
Licenciatura en Criminología y Criminalística
Nombre del alumno
Zarramera Velásquez Lhourdysmar
Matrícula
240374013
Nombre de la Tarea
Tarea semana 2
Unidad 2
Historia de la Criminologia
Nombre del Docente
Abed Ivan Loyola Vega
Fecha
15/08/2021
SEGUNDA ETAPA (DEL 10 AL 16 DE AGOSTO)
Ensayo de las escuelas criminológicas
En cuanto a los períodos históricos de la Criminología, desde la Antiguedad (período designado como precientífica), ya había textos escasos que revelaban preocupación por la delincuencia. El período se hace referencia en el Código de Hammurabi, fechado aproximadamente en 1772. C., basado en la Ley de Talion, con la máxima “ojo por ojo, diente por diente”, en la que predicaba la venganza, es decir, la pena retributiva. En este período, el crimen fue entendido desde perspectivas religiosas y sobrenaturales, siendo visto como un pecado, juzgado basado en los valores éticos y morales de la época. En cuanto al surgimiento de la Criminología, hay desacuerdo sobre su marco inaugural, y es cierto que la doctrina mayoritaria tiene la fecha de 1879 y fue inaugurada por el antropólogo francés Paul Topinard. La idea fue difundida y, en 1885, Raffaele Garófalo utilizó el término crimen en la obra “Criminología”.
De la Ilustración, en el siglo XVIII, aparece la Escuela Clásica, cuyos principales exponentes fueron Cesare Beccaria, Francesco Carrara y Giovanni Carmignani, caracterizados por la adopción del método lógico-abstracto y deductivo, basado en el silogismo y la base de la responsabilidad penal a libre alé alrán. En esta etapa, cabe mencionar el libro “Dos Delitos e das Penas”, escrito en 1764 por el Marqués de Beccaria. Se trata de una crítica al actual sistema penal, en el que denuncia la tortura, el castigo y el castigo desproporcionado, colaborando con la reforma del sistema (BECCARIA, 2001). Queda claro que esta Escuela no tenía teorías homogéneas, porque sus seguidores divergieron en muchos postulados, pero queda claro que la pena, la responsabilidad penal y el crimen fueron las ideas que la caracterizaron.
Así, las doctrinas jusnaturalistas y contractualistas, que al principio parecen opuestas, creían en normas jurídicas superiores al Estado, cuestionando así la legitimidad de su tiranía. En este sentido, Baratta enseña (1999, p. 33): “El contrato social es la base de la autoridad y las leyes estatales; su función, que deriva de la necesidad de defender la coexistencia de intereses individualizados en el Estado civil, es también el límite lógico de todo sacrificio legítimo de la libertad individual a través de la acción del Estado.” Destaca, en particular, el ejercicio del poder punitivo por parte del propio Estado. Debido a esto, los partidarios de la escuela defendieron la restauración de la dignidad humana y su derecho ante el Estado, lo que contribuyó sustancialmente al derecho penal.
A finales del siglo XIX, bajo la inspiración de fisionomía y frenología, comenzó un período llamado Scientific, que condujo al surgimiento del Positivismo Criminológico. La Italiana Positive Scuola tuvo como líderes Lombroso, Ferri y Garofalo, y Lombroso es el autor de la obra “El hombre delincuente”, publicada en 1876. Es considerado por los adoctrinadores como el padre de la Criminología, y también como el creador de la disciplina “Antropología Criminal”. Empleó el método empírico en sus investigaciones y abogó por el determinismo biológico en el campo criminal. El médico italiano creía, sobre la base de sus penitenciarías de investigación médica que utilizaban el método causal explicativo, que el criminal consistía en una variedad de la especie humana, afectada por anomalías anatómicas y fisipsicológicas.
Para él era cierto que los rasgos físicos identificarían al criminal por naturaleza. Para ello, propuso el establecimiento de un perfil capaz de verificar a las personas propensas a cometer delitos. Paula (2013 apud MOLINA, 2002, p. 24), afirma que “la principal contribución de Lombroso a la Criminología no reside tanto en su famosa tipología (donde destaca la categoría de “delincuente nato”) o en su teoría criminológica, sino en el método que utilizó en sus investigaciones: el método empírico”. En la fase sociológica de esta Escuela, según Paula (2013), en la que destacó Enrico Ferri, continuó el movimiento que popularizó fenómenos criminiógenos, antropológicos, físicos y sociales. Además de defender a los sustitutos criminales, el jurisconsulto hizo más hincapié en la prevención de los delitos, además de presentar la pena no como una forma de castigar al individuo, sino de reajustarla a la vida social.
Según Paula (2013) y Mansoldo (2018) aluden a que Ferrisured los “clásicos” afirmando que estos anularon la teoría sobre la génesis del crimen, que llevó a la constatación fáctica de esto, con su presencia. Propuso, como sustitución, la adhesión a una visión “etiológica” sobre este crimen, y así guió la investigación científica
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