Acto 1 - Vaquero, Viejo toro, Diosa Tejedora

Acto I

Tiempo: primer día en la tarde

Ubicación: lago de los mortales

Personajes: Vaquero, Viejo toro, Diosa Tejedora.

Narrador: Hace mucho tiempo, en algún valle de la antigua china, vivía un hombre que creció sin padres, y sin ningún sustento económico. Esta persona, a pesar de sus problemas, se las arreglaba para estar feliz. Desde pequeño, trabajo con su único amigo en el campo. Así, él se ganaba alguna pequeña moneda.  Su único amigo era un toro. Por eso, las personas del mismo valle  lo conocían  como el vaquero.

Viejo toro: (Hace un pequeño mugido)

Vaquero: ¿Viejo amigo tienes hambre? Vamos, caminemos hacia la colina. Ahí, la hierba es fresca.

Viejo toro: (Hace un pequeño mugido)

Vaquero: ¿Tienes sed? Te llevare a un pequeño arrollo. El agua de allá es calara y dulce.

Viejo toro: (Hace un pequeño mugido)

Vaquero: ¿Hace frio verdad?, tomemos un poco de sol.

Narrador: el Vaquero amaba a su viejo amigo. Todos los días, él  le llevaba la comida más fresca y le daba el agua más clara para que tomara el animal que siempre ha estado a su lado. Los días calurosos, el vaquero dejaba a su animal que descanse y tome el sol. El Viejo Toro también amaba mucho a su dueño. A veces, lo quedaba mirando por varios minutos, y en muchas ocasiones lamia y besaba la mano de su amigo.

Vaquero: Mi viejo toro, si pudieras hablar, yo sería muy feliz.

Viejo Toro: (Hace un pequeño mugido)

Vaquero: Tú eres mi mejor amigo, a pesar de que no hables. Pero si hubiese alguien que hablara conmigo ¡Qué feliz sería!

Viejo Toro: (Hace un pequeño mugido)

Vaquero: ah mi hermano, si pudieras entender mis sentimientos, que feliz sería.

Viejo Toro: (Hace un pequeño mugido)

Vaquero: Amigo, vamos a comer. Toma. Este es tu almuerzo.

Viejo Toro: ¡Gracias!¡Muchas Gracias!

Vaquero: ¡No hay de qué! ¿Quién dijo eso, quién, quién lo dijo?

Viejo toro: Vaquero, soy yo.

Vaquero: Enserio, eres tú el que habla. ¿Es verdad esto?

Viejo toro: Sí, soy yo. Vaquero, escucha lo que te voy a decir: mañana en la tarde, tienes que ir al lago que está dentro del bosque. Ahí, tú podrás conocer a una Diosa que estará vestida de morado. Ella será tu esposa. No te olvides de ir.

Vaquero: Gracias viejo amigo ¿En el mundo, no habría mujer que pueda gustarle? Yo soy pobre. En todo caso, te lo agradezco mucho… tú eres mi mejor amigo, haré cualquier cosa que me pidas. Mañana en la tarde, iré al lago.

Acto II

Tiempo: segundo día en la tarde

Ubicación: Lago dentro del bosque

Actores: Vaquero, Diosa tejedora, Reina de los cielos.

Narrador: En el segundo acto, pasaremos a hablar del encuentro del vaquero con la Diosa que estaría en el lago, y lo que causo este encuentro.  Para que ambos se vieran, la Reina de los cielos, abuela de aquella chica inmortal que se quedaría  con el vaquero, se emborracho con vino en una de sus celebraciones. La diosa tejedora y otras más aprovecharon la ocasión y salieron a visitar el mundo de los mortales. Para ellas, el lago era tan bello que pasaron horas y horas ahí. El vaquero, atento a la recomendación de su viejo amigo, fue al lago, pero se mantenía escondido atrás de algunos bambúes. Él, entre todas las diosas que estaban en el lago, reconoció a la tejedora por el color del vestido que llevaba al arribar a la tierra.

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