Acuerdo 717

Acuerdo 717

En resumen, alienta a las escuelas a tener autonomía en el diseño de sus propios programas de gestión atendiendo a sus necesidades y demandas específicas; no obstante, es necesario contar con una guía o directrices que resulten más o menos homogéneos para todos los establecimientos y que puedan servir de faro a la hora de tomar decisiones. El acuerdo 717 es de carácter nacional, pero resulta ajustable a las realidades locales (los casos problemáticos siempre deben ser evaluados por una autoridad competente como el Consejo Técnico Escolar, por ejemplo).

Uno de los capítulos más importantes de la normativa es el tercero, donde se habla de la importancia de utilizar los resultados de la evaluación como datos para mejorar la calidad educativa. Es decir, las calificaciones de los alumnos ciertamente funcionan como indicadores del estado actual de la escuela, del sistema, de la enseñanza por parte del docente. Los maestros deben usar esta información para tomar diversas medidas educativas.

Según el acuerdo 717, todos los miembros de la comunidad escolar deberían poder acceder a los resultados de las evaluaciones tanto internas como externas. En cuanto a estas últimas, la escuela debería ofrecer herramientas al Consejo Técnico Escolar local para comprender mejor y sistematizar los resultados evaluativos. El análisis de los resultados permitiría, entre otras cosas:

• Diagnosticar la calidad de la enseñanza en el establecimiento.
• Verificar el rendimiento de los alumnos en los distintos niveles.
• Comprobar qué necesidades del centro educativo y su comunidad continúan insatisfechas.
• Diseñar planes de acción para fortalecer la calidad educativa a corto y largo plazo.
• Brindar orientaciones al cuerpo docente y directivo para tomar decisiones que afecten a la gestión de la institución.

Especialmente en el 4° capítulo, se habla de la necesidad de desarrollar una planificación de actividades de carácter anual. En resumen, es fundamental que los maestros lleven adelante un proceso de planeación colaborativo junto a otros profesionales, para que el Consejo Técnico Escolar pueda conocer fehacientemente cuál es la realidad educativa de su escuela.

Las autoridades podrán hacer un diagnóstico preciso de la situación para dar respuesta, entre otros, a los siguientes interrogantes:

• cuáles son los objetivos más importantes a cumplir;
• qué estrategias se pueden implementar para aumentar la calidad educativa;
• qué prioridades tiene la escuela;
• cuáles son las necesidades reales del alumnado.

El acuerdo 717 invita a los directores de cada establecimiento educativo a comprometerse con los desafíos que enfrenta su escuela. Esto implica incorporar mecanismos que garanticen una administración eficiente y honesta de los recursos que pueda llegar a recibir (para infraestructura, materiales didácticos, cuestiones operativas, etc.). Es importante explicar que todas estas medidas apuntan a un mismo curso de mejora de la calidad educativa.

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