Adolescencia, Cultura Y Salud
Enviado por alonsoramos • 13 de Noviembre de 2012 • 5.318 Palabras (22 Páginas) • 809 Visitas
La adolescencia1 puede definirse como el resultado de la interacción de los procesos de desarrollo biológico, mental y social de las personas, y de las tendencias socioeconómicas y las influencias culturales específicas. Todo este conjunto genera los patrones de conducta de los adolescentes.2 Estos procesos parecen ser especialmente visibles en aquellos lugares donde la población joven está en proceso de modernización.3
Las variaciones culturales en cuanto a cuidado de la salud se relacionan claramente con la etnicidad en aquellos países como Perú, Bolivia, Ecuador, Brasil y otros cuya población incluye una gran diversidad cultural, gran parte de ella no europea. Entendemos por etnicidad aquí la identificación de individuos con una cultura determinada, de la manera como un chicano me expresó su sentido de etnicidad: “Yo soy ciudadano americano, pero yo no soy americano, soy chicano”. Es posible que el indígena tupi, aymará u otomí sienta del mismo modo frente a la cultura europeizada de sus respectivos países, y que esto determine importantes incongruencias en el modo de entender la enfermedad y las enfermedades.4
Diversos aspectos conductuales originados en pautas culturales que no son parte del sistema médico tienen gran importancia en la determinación de los problemas de salud específicos que enfrentan los adolescentes, sus familias y los adultos.5 Por ejemplo, patrones dietéticos, la socialización de los niños, la conducta sexual, la actitud frente al ejercicio físico y la práctica de él, el equilibrio entre el tiempo dedicado al trabajo y al descanso, pautas rituales, y muchas otras actividades cotidianas pueden tener un gran impacto en el nivel de salud de las personas, adultas o adolescentes. En otras ocasiones pueden surgir problemas del modo como adolescentes y adultos en una comunidad definen estar enfermo y estar sano. Generalmente la tendencia en las culturas latinoamericanas es definir a la enfermedad como la presencia de síntomas o signos sensibles de alteración. La enfermedad puede ser definida como sentirse mal físicamente.6, 7 Una persona que no siente síntomas debilitantes por lo general es definida como sana aunque las pruebas diagnósticas de los médicos digan lo contrario en relación con patologías crónicas tales como tuberculosis, cáncer o cardiopatías. Los pacientes pueden encontrar increíble que alguien pueda estar enfermo y continuar haciendo lo suyo normalmente.
El significado de las adicciones de los jóvenes debe comprenderse desde la perspectiva y el contexto de variaciones entre diversas sociedades. Estas variaciones son expresión de cómo la cultura modula las conductas, como podría ser el caso del consumo ceremonial de drogas que no parece generar adicción en sociedades que lo practican, y de cómo la cultura parece modular incluso lo determinado genéticamente, como parece ser el caso de la adicción alcohólica. Estas adicciones pueden ser heredadas de adultos a jóvenes, y dentro de este marco, de padres a hijos, como podría ser el caso de la población mexicana
estudiada por Gutiérrez, quien informa que por lo menos 30% de los padres, y algunos de los hijos mayores, eran alcohólicos en su muestra, mientras la mayoría de la población consumía alcohol una vez a la semana, y 7% bebía en exceso casi cotidianamente.8 En Francia la tolerancia generalizada de la ingesta de alcohol ha sido tradicional; en cambio, entre el pueblo judío, el consumo de vino ha sido limitado por los adultos a ocasiones ceremoniales y la ebriedad ha sido tradicionalmente gravemente estigmatizada. Hallazgos publicados en 1984 muestran que, comparados con los adolescentes israelíes, al menos el doble de adolescentes franceses consumían regularmente alcohol o tabaco.9 La drogadicción está también relacionada con lo que el mundo adulto hace o no hace en presencia de los adolescentes.10 Es el efecto que podemos llamar modeling.11
En cuanto a la familia, la investigación de la drogadicción en adolescentes ha mostrado que dos de los determinantes más importantes de las actitudes y conductas de los adolescentes son el apoyo de los padres y el control familiar.12 Una vez más, esto puede ser un indicio respecto del papel de los adultos en la determinación de lo que resulta ser la adolescencia.
Cultura y socialización en relación con la salud del adolescente
Como ya hemos señalado, el adolescente es el producto de un aprendizaje socialmente condicionado a través de la cultura, sobre una base biológica, y sometido a las restricciones surgidas de los demás aspectos sociales, como la economía local. Parte de este aprendizaje se refiere al desarrollo del las percepciones y conductas relacionados con la salud y la enfermedad. Los aprendizajes configuran el proceso de socialización, el cual tiene por objeto asegurar la conformidad del nuevo miembro de la sociedad con los patrones de la cultura local. Unos patrones son culturales, tales como aquellos que pautan la expresión de la sexualidad adolescente; otros son puramente económicos, por ejemplo, la necesidad de explorar un mercado de consumidores adolescentes educados en la avidez por modas y por estimulantes como el alcohol y el tabaco.
Al menos en los países occidentales u occidentalizados, los valores y conductas de los adolescentes no siempre se generan desde el segmento social adolescente. Parte de ellos al menos se genera en el segmento adulto. Los valores introyectados desde la televisión13 y otros medios de comunicación de masas, por ejemplo, son proyectados desde el mundo de los intereses adultos de la sociedad, que en general son políticos o económicos. Otros son simplemente efecto de la socialización realizada por padres y profesores. Si se acepta esta perspectiva, la pregunta respecto de cómo cambiar a los adolescentes para que obtengan una mejor salud podría reformularse para decir de qué modo cambiar a los adultos, que educan formal o informalmente a los adolescentes, de manera que éstos reciban una socialización generadora de más salud.
Muchos de los elementos recreativos presentes en la vida de los adolescentes occidentales y de otras partes del mundo -tales como música, ingestas
recreacionales (como cerveza, confitería), cigarrillos, videos, juegos de video, lugares de deportes- no son producto de la imaginación o la organización adolescente sino que son producidos por adultos para el mercado de los jóvenes, sin consideración de los aspectos de salud que la explotación de ese mercado puede dañar.
Si hay una cultura adolescente, es una cultura ampliamente manipulada por adultos que comercializan lo que ellos inducen a los adolescentes a comprar. Por ejemplo, rara vez los adolescentes occidentales actuales crean su propia música.14 En América Latina el fenómeno de los cantautores muestra con cierta frecuencia, a jóvenes componiendo
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