Agora
Enviado por laramagali15 • 6 de Noviembre de 2014 • Tesis • 2.304 Palabras (10 Páginas) • 253 Visitas
ÁGORA
Historia: Hypatia de Alejandría
Ficha técnica.- Título: Ágora. Director: Alejandro Amenábar. Actores: Rachel Weisz (Hypatia), Max Minguella (Davo), Ashraf Barhom (Amonio), Michael Lonsdale (Teón), Rupert Evans (Sinesio), Oscar Isaac (Orestes), Sammy Samir (Cirilo), Richard Durden (Olimpio), Oshri Cohen (Medoro), Omar Mostaza (Isidoro) y Homayoun Ershadi (Aspasio). Guión: Alejandro Amenábar y Mateo Gil. Producción: Telecinco, Mod Producciones, Himenóptero y Canal +. España 2008. Distribución: Hispano Foxfilm. Estreno en España: 09-10-2009. Url: http://www.agoralapelicula.com/
Argumento.-
Entre los siglos IV y V, en Alejandría, capital de la provincia romana de Egipto, se produce el ascenso imparable y a veces violento del Cristianismo, que llega a excluir a las demás religiones. Hypatia, filósofa, matemática y astrónoma vive de forma directa esas turbulencias sin cesar por ello de impartir sus enseñanzas a alumnos de todos los credos y de toda condición; tampoco en su empeño por comprender el secreto mecanismo de las estrellas.
Dos alumnos profesan una especial admiración por su maestra, una atracción personal: Davo y Orestes. Davo, esclavo de Hypatia, verá en el Cristianismo la redención a su esclavitud y abandonará la ciencia. Orestes llegará a ser prefecto (gobernador) y seguirá siendo discípulo de Hypatia. Pero el fanatismo dominante cortará con crueldad ese vestigio de sabiduría y tolerancia.
Aún en los momentos de mayor tensión y peligro, Hypatia seguirá preguntándose los por qués del Cosmos que observamos y alcanzará, de mano de la Geometría, una postrera recompensa al obtener la respuesta.
Comentario.-
Amenábar acostumbra a asumir riesgos. No se acomoda en ningún género. Cada una de sus películas ha sido una incursión exitosa en nuevos terrenos: el thriller con Tesis (1995), la ciencia ficción con Abre los ojos (1997), el misterio con Los otros (2001) y el drama con Mar adentro (Óscar a la mejor película de habla no inglesa en 2004). Ahora ha dado el salto a la superproducción histórica. Y ha declarado: “Me gustaría hacer una película sobre la Relatividad”. Es capaz.
Ágora es la película más cara del cine español, con vocación internacional: rodada en Malta y en inglés (“el latín del s. XXI” en palabras de Amenábar). El diseño de producción, la música, la fotografía, el montaje… todo roza la perfección técnica. Pero el director no usa esos grandes medios buscando el colosalismo, ese cine histórico que tantas veces hemos visto, espectacular aunque vacío. Los pone al servicio de una idea tan necesaria en el tiempo de Hypatia como en el actual: la defensa de la razón y la duda frente a quienes creen detentar verdades absolutas y están dispuestos a imponerlas a los demás por la fuerza. Dice la protagonista a Sinesio: “Tú no cuestionas lo que crees, no puedes. Yo sí, yo debo”. Es el enfrentamiento entre la racionalidad científica y la irracionalidad de los “iluminados”, la fuerza de la razón frente a la razón de la fuerza. Según Amenábar:
"Ágora es, en muchos sentidos, una historia del pasado sobre lo que está pasando ahora, un espejo para que el público mire y observe desde la distancia del tiempo y del espacio, y descubra, sorprendentemente, que el mundo no ha cambiado tanto y se sigue lapidando a la gente”. “Las mujeres han mejorado sus condiciones aunque hay sitios donde las tratan como en el siglo IV".
Del impacto que ha tenido el solo anuncio de esta película habla el hecho de que, desde que fuera presentada en el festival de Cannes en mayo 2008 hasta su estreno en octubre de 2009, en España se han publicado al menos 8 novelas y ensayos sobre Hypatia, además de docenas de artículos en prensa. Y es que su figura ejerce especial seducción desde varios puntos de vista:
- Como precursora de las mujeres científicas [1].
- Como heroína que se mantuvo firme frente al fundamentalismo.
- Como símbolo del esplendor clásico y la cultura helenística, postergada después por muchos siglos.
Por eso no es de extrañar que haya sido utilizada en apoyo de cada causa, a veces adornando la historia con datos no documentados. Y tampoco lo es que los herederos intelectuales del patriarca Cirilo que habitan en la España del siglo XXI se hayan apresurado a denigrar la película, incluso semanas antes de su estreno.
Hay quienes descalifican Ágora por su intención ideológica y supuestamente manipuladora, dicen, de los hechos. Insisten para ello en presentar la muerte de Hypatia como un episodio más de la pugna entre Cirilo y Orestes, queriendo quitarle la carga simbólica que ha alcanzado con el paso de los siglos. Pero esa pugna no era una enemistad personal y anecdótica, sino plasmación del permanente intento del poder religioso por controlar al poder civil. Los administradores de la verdad única y revelada no consintieron que el gobernador tuviera oídos para el pensamiento libre ¡de una mujer! [2]. Lo cual, lejos de invalidar el mensaje de Ágora, contribuye a reafirmar su pertinencia.
Los hechos narrados en la película transcurren, según cronologías, con Hypatia en el intervalo de edad (21, 45) ó (36, 61). Rachel Weisz rodó la película con 38 años. Así que la crítica puntillista sobre falta de correspondencia entre dichas edades, sólo es admisible en el sentido de que tal vez Hypatia no envejece lo suficiente en la película. Parece un asunto menor.
En cuanto a la fidelidad para con la historia, si se coteja el guión con los antiguos historiadores de la Iglesia, fundamentalmente Sócrates Escolástico (s. IV - V), Ágora sale muy bien parada. Las únicas licencias no documentadas de relevancia son estas dos:
- La fascinación amorosa de Orestes y de Davo por Hypatia. Permite construir un guión más compacto, uniendo en unos mismos personajes varias anécdotas conocidas.
- El descubrimiento por Hypatia de las órbitas elípticas, once siglos antes de Kepler. No se sabe, pero era posible. Conocía todos los elementos que se combinan para llegar a dicha conclusión: posiciones de los planetas, tesis heliocéntrica y propiedades de las cónicas. Puede parecer un atrevimiento, pero se formula con objeto de recrear y ensalzar el razonamiento científico en una escena memorable.
Sin concesiones que le distraigan de las ideas principales que quiere expresar, Amenábar se aleja del sexo y de la violencia. Lo primero era más fácil, sabiendo que Hypatia fue virgen por decisión propia. Lo segundo era más complicado en una historia
...