Agricultura Moderna O Intensiva Versus La Agricultura Artesanal Desde Una Perspectiva De La Conservación De La Biodiversidad.

Agricultura moderna o intensiva versus la agricultura artesanal desde una perspectiva de la conservación de la biodiversidad.

La actividad agrícola ha sido, a través de los tiempos, base fundamental en el desarrollo de la civilización. Si bien en un principio el impacto ambiental de esta actividad era acorde a la resiliencia del ambiente, actualmente como resultado del crecimiento poblacional y el aumento en la productividad son considerables los efectos irreversibles ocasionados en el ambiente, principalmente en suelo, agua y biodiversidad. Como respuesta, diferentes grupos de investigadores, agricultores y particulares, han propuesto el desarrollado de diferentes estilos de agricultura "no convencional" que también involucra la agricultura ancestral, en los que se procura disminuir los efectos negativos de esta actividad intensiva sobre el ambiente, implantando diversas alternativas y estrategias. Entre las principales opciones se encuentran la agricultura natural, biodinámica, orgánica biológica y permacultura. El término "agroecología", incluye la incorporación de estas alternativas en las actividades agrícolas, los aspectos socioeconómicos y culturales de la población involucrada y la utilización de tecnologías limpias.

La agricultura moderna se desarrolla generalmente, causando una descomposición del ecosistema ,debido a que el laboreo ha alterado los suelos por la adición o remoción de nutrientes, reducción de la acidez por la adición de cal, separación de rocas para facilitar las operaciones agrícolas, nivelación de las superficies para proporcionar el riego y mecanización, es por esto la modificación intensiva de la estructura de los suelos y del paisaje, todo permitiendo la posibilidad de incorporar recursos agrícolas al sistema económico tomando en cuenta las siguientes características tales como :

 Concentración de la tierra y extensión de monocultivos.

 Uso de semillas híbridas, muy productivas pero bastante vulnerables

 Mecanización de la fuerza de trabajo (tractores, maquinaria pesada) y disminución de la mano de obra

 Uso intensivo de productos químicos para el abono (fertilizantes) y para el control de plagas (pesticidas).

 Consumo elevado de agua en muchos cultivos (sistema de regado).

 Asistencia y apoyo institucional.

La adaptación y aplicación de los avances tecnológicos más importantes como han sido el control de plagas y enfermedades de los cultivos, la mecanización, el suministro de nutrientes específicos al suelo, la introducción de nuevas especies modificadas genéticamente, han permitido una mejora en el desarrollo de la actividad agrícola. Desde su aparición, la agricultura ha experimentado continuos avances que han sustentado su desarrollo.

Es importante resaltar que en los años 50 del siglo XX, el principal objetivo de la agricultura era satisfacer las necesidades inmediatas de alimentos y mejorar el nivel de autoabastecimiento de la población mediante un fuerte incremento de la productividad aplicando los modelos de la agricultura moderna o Revolución Verde; el enfoque de la agricultura convencional siempre ha buscado incrementar la producción de cosechas agrícolas sin considerar las consecuencias radicales sobre el ambiente en el que se practica. Así ocurre, por ejemplo, con la labranza intensiva del suelo, práctica de monocultivo, uso indiscriminado de fertilizantes sintéticos, el control químico de plagas y arvenses, uso intensivo de agua de pozos profundos para la agricultura y la manipulación genética, entre otras prácticas. Tomando en cuenta que no se debe negar que la aplicación de las prácticas e innovaciones tecnológicas convencionales incremente la producción agrícola, pero tampoco que su práctica en actividades agrícolas deteriora los recursos naturales en forma considerable y ocasionalmente irreversible.

Cabe destacar que los avances en la agricultura han eliminado la productividad original como sistema natural no agrícola, hasta el punto en que los agroecosistemas y los ecosistemas naturales han llegado a ser muy diferentes en estructura y su función.

Por ejemplo el flujo de energía es fuertemente alterado por el hombre, originando sistemas abiertos, donde una gran cantidad de energía es dirigida fuera del sistema a través de la cosecha. El reciclaje de nutrientes es mínimo y considerables cantidades son perdidas del sistema con la cosecha o por lixiviación y erosión a las grandes reducciones de las reservas de biomasa permanente dentro del sistema.

En cuanto a los pesticidas son valorados por su acción rápida y uniforme y fácil aplicación sin embargo han surgido efectos laterales inesperados de su uso, de esta manera, el uso de insecticidas provoca secundariamente resultados como el resurgimiento de plagas al suprimir la efectividad del control biológico y aumentando las necesidades de control químico provocado así el desarrollo de resistencia en las 240 especies de insectos, cambios en la flora de malezas, toxicidad en organismos vivos y excesiva contaminación del medio. Así como también el uso de herbicidas ha llevado al desarrollo de resistencia por malezas, promueve indirectamente el aumento de los ataques de insectos y patógenos en los cultivos, y produciendo toxicidad a insectos benéficos y en vertebrados, eh igualmente el uso de fungicidas provoca la aparición de razas resistentes de hongos fitopatógenos.

La toxicidad causada a los organismos vivos y la inducción a la resistencia causada por los pesticidas han creado la necesidad de producir nuevos productos con un costo adicional.

Relativamente la adopción del monocultivo también ha conducido a aves pérdidas genéticas a través de la homogeneización de las variedades de cultivos, por los esfuerzos crecientes de obtener cultivares productivamente superiores, teniendo como resultado final la destrucción del agroecosistema, provocando una seria amenaza a la estabilidad de los sistemas agrícolas en el futuro.

Sin duda, en este nuevo siglo, la agricultura convencional avanza poco a poco hacia la agroecología o agricultura sostenible, como una forma más de mantener el equilibrio ecológico de las zonas agrícolas. En la actualidad se habla sobre los nuevos enfoques de los procesos agrícolas a escala mundial. De igual modo, se analizan los principales impactos ocasionados por las actividades agrícolas en el ambiente y las tecnologías limpias propuestas en diferentes ámbitos socioeconómicos como medidas paliativas a los efectos negativos causados por la actividad del hombre.

El enfoque de la agricultura moderna siempre ha buscado incrementar la producción de cosechas agrícolas sin considerar las consecuencias posteriores sobre el ambiente

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