Agronomia

Nuestra cultura es nuestra rutina de dormir, bañarnos, dormirnos. Comer e ir a nuestro trabajo. Es nuestras faenas domésticas y los actos que realizamos en el trabajo. La manera en que adquirimos bienes y servicios, en que escribimos y echamos al correo una carta. Abordamos un taxi o subimos a un autobús, hacemos una llamada telefónica, vamos a un teatro o asistimos a la iglesia. Es la forma en que saludamos a los amigos o hablamos a un extraño; las amonestaciones que hacemos a nuestros hijos y la manera en que ellos nos responden, lo que consideramos buenos o malos modales, lo que consideramos correcto e incorrecto…”

CORINNE BROWN

Tiempo y espacio son dos categorías a través de las cuales se transforman y se modifican los significados de los conceptos y los conceptos mismos. Éstos en última instancia son también instrumentos y herramientas con los que se abstraen y concreta lo que se enuncia como mundo, realidad social o cultura. Es entre el tiempo y el espacio donde siempre deambulan los conceptos a fin de establecer precisiones en la necesidad de sentido de conocimiento del mundo, entre saber cotidiano, saber científico y saber filosófico; según el tiempo y según el espacio.

Algunos conceptos son más escurridizos que otros, pero finalmente es la circunstancia tiempo y espacio la que define la relación entre sujeto pensante y conocimiento. Este es el caso de conceptos como cultura, educación o proceso áulico. Conceptos de devenir arbitrario, según el tiempo, según el espacio. Se dice que cultura, por ejemplo, es a su vez todo lo que produce el hombre, pero también lo que deja de producir, lo que deja de hacer, lo que es subyacente al olvido, lo que supone que no se ve, que no se aprecia o se observa.

Cultura se

...