Alcoholismo

Alcoholismo es la Pérdida de Libertad Frente al Alcohol

Los griegos, grandes conocedores del alma humana, nos regalan el mito de Dionisio,el Dios del vino, el éxtasis y la exuberancia; es un Dios errante, generador de danzas frenéticas y la fiesta divina. Es Hijo de Zeus, rey de los dioses y de Sémele, una mujer mortal. Fue Víctima de las persecuciones de la esposa de Zeus, Hera, quien representa a los celos; cuando se enteró de la infidelidad de su marido buscó la muerte de la amante y del hijo por nacer, Dionisio, fue mandando a los Titanes a que lo destrozaran, sin embargo, Zeus logró rescatar su corazón y convertirlo en una pócima que luego fue ofrecida a la virgen Perséfone quien quedó embarazada y dio a luz a Dionisio Yaco, el nacido dos veces.

Todos tenemos debilidades, pasiones, tentaciones, tristezas, un talón de Aquiles, que nos incita a tomar, y en el ritual dionisíaco, el hombre tiene el deseo de disolver la angustia, es por eso que el vino, la música y la danza provocan excitación y demencia,en la que vemos claramente que la persona olvida su cuerpo, se desinhibe, pierde el autocontrol, satisface sus deseos más ocultos; tal como sucede en nuestros fines de semana normales en la actualidad.

En la sociedad de la que hoy somos partes, nosotros,los jóvenes, ya no encontramos modos de divertirnos si no es bajo los efectos del alcohol, lo que consideramos una pobreza personal por la falta de personalidad para decir NO, para evitar los excesos, falta de respeto por el cuerpo y la salud de uno mismo, por las consecuencias que esto nos genera.

Nosotros, como parte de una sociedad que padece esta problemática, consideramos que es necesario que los jóvenes conozcan sus consecuencias.

Se pueden encontrar dos tipos de alcoholismos, por una parte el que genera dependencia emocional y orgánica del alcohol, que lo sufren generalmente los mayores que consumen todos los días. En este tipo de alcoholismo, las personas comienzan a tomar por diversas razones, como por ejemplo, por influencias del ambiente donde se desarrollan sus actividades, por problemas en la familia, etc.

En una visita que realizamos a “Alcohólicos Anónimos”, los integrantes de esta organizaciónnos contaban sus experiencias con el alcohol, cuándo comenzaron a tomar y porqué. Hubo dos historias que fueron muy impactantes, una de ellas fue la de una madre de familia que nos contaba todo lo que había perdido a causa de esta droga: sus hijos, su trabajo, su dignidad, su vida; tomaba todos los días y no le importaba nada, ni siquiera bañarse, tomaba porque no se sentía bien consigo misma, la usaba como “anestesia” para no afrontar sus miedos o los problemas que le presentaba la vida. Cuando concurrió a “Alcohólicos Anónimos” se dio cuenta del daño que se estaba causando a ella y a las personas que la rodeaban.

¿Cuántos de nosotros, los jóvenes, y sobre todos los adultos, nuestros padres, vecinos, y ustedes profesores, tenemos que buscar la forma de evitar el estrés o conciliar el sueño? Al respecto, nos relata un hombre de esta misma institución, que comenzó a beber después de los veinte años para poder dormir, y fue el detonante para seguir tomando, siempre tomaba bebidas fuertes como coñac, whisky, fernet, ginebra, etc.; pero por querer solucionar un problema, se introdujo en uno peor que lo hiso perder mucho más. Asistiendo a este centro se dio cuenta de que el alcohol era una droga que afecta el cerebro, por lo tanto,a todo su organismo y que no podía salir de ese problema solo.Al igual que la mujer del relato anterior, con el tiempo y voluntad, dejaron estos malos hábitos y pudieron recuperar todo lo que habían perdido.

El otro tipo de alcoholismo es el abuso de los adolescentes los fines de semana, ya que también crea dependencia hacia estas bebidas, como ya todos sabemos. Generalmente los que comienzan a consumir alcohol desde chicos lo hacen por querer formar parte de un grupo de amigos, para divertirse más y sentirse bien, para olvidar problemas, por el gusto al sabor o fundamentalmente para desinhibirse, quitarse la vergüenza, y para poder hacer cosas que sobrios no las harían.

La mayoría de los adolescentes han consumido alcohol por lo menos una vez en su vida y quizás hayan tomado de más en alguna ocasión. Se estipula que la edad en la que se comienza a consumir alcohol es de los trece años, edad en la que todavía no se han desarrollado.

Esto lo vemos todos los fines de semana, a la salida de algún boliche, en reuniones con amigos, en plazas públicas, viajes de fin de curso, de día o de noche. No les importa quién los ve o qué dicen de ellos, algunos se vuelven agresivos y hasta comienzan a robar para así poder seguir consumiendo, es decir, también pierden su dignidad. Muchos podrían considerar que esto es una actitud normal en la adolescencia,

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