Alfaz Del Pi, Alicante

Presentación.

La Costa Blanca, en las últimas décadas ha experimentado grandes modificaciones en su composición demográfica como territorial. La principal causa de estas alteraciones ha sido el desarrollo turístico. Entre las localidades que integran esta zona está Alfaz del Pi; un pueblo que basaba su economía en la agricultura. Hoy en día, la principal fuente de ingreso proviene del turismo.

En nuestro trabajo vamos a observar y analizar las consecuencias que ha tenido el desarrollo turístico en Alfaz del Pi en particular; teniendo en cuenta tanto los impactos positivos como negativos.

El turismo que predomina en este pueblo es el turismo residencial, que encontró en Alfaz del Pi su segunda casa. El hecho de que aparece Alfaz del Pi, nada más escribir en holandés en el buscador electrónico Google “quiero comprar una casa en España” demuestra la elevada presencia de extranjeros.

Los turistas residenciales que forma la mayoría de la población de Alfaz del Pi son jubilados europeos o personas de edad avanzada que gozan de autonomía y residen gran parte o todo el año en su segunda residencia. La posibilidad de compra de una segunda residencia les ha permitido prolongar su estancia, hasta el punto en el que pasan más tiempo aquí que en el país de origen, una situación muy frecuente, sobre todo después de su jubilación.

Los motivos principales de los turistas residenciales para vivir en el lugar de destino gran parte del año consisten, entre otros, en el clima favorable y la ventaja comparativa entre España y su propio país en cuanto a su poder adquisitivo. En general, este nuevo tipo de turista busca espacios naturales y, sobre todo, sociales apropiados para convivir en armonía y descubrir, a veces redescubrir, la realidad o forma de vida que se había propuesto.

Marco Teórico

El presente trabajo trata de un fenómeno turístico cada vez más habitual en las costas del mar mediterráneo; el turismo residencial. Un análisis que se centra, en concreto, en las urbanizaciones que han aparecido en los últimos dos décadas y la convivencia social dentro de ese mismo espacio geográfico y sus alrededores.

Tanto la percepción del desarrollo turístico-residencial por la sociedad local como de los propios inmigrantes o, mejor dicho, los turistas residentes que conviven en esas localidades que se han construido especialmente para el desarrollo de este tipo de turismo.

En este trabajo no nos centramos sólo en la percepción de los turistas respecto al destino, sino también de manera inversa: ¿Cómo definen y valoran el fenómeno turístico los residentes de las ciudades turísticas?

Lo que se pretende reflejar con estas observaciones de un modelo que cumple con las características antes mencionadas, como es el caso de Alfaz del Pi, es el por qué las personas rechazan y aprueban al mismo tiempo los efectos que genera este proceso de urbanización y con ello el crecimiento, en algunas ocasiones, desmesurado de la población. Así, a través de la observación y el análisis del complejo urbanístico que se construyó en la periferia del viejo pueblo de Alfaz del Pi, se pretende dar una imagen global de la composición de este nuevo tipo de sociedad “turística” donde prevalecen las nacionalidades distintas a la española.

Antes de analizar el fenómeno es imprescindible conocer lo que se comprende bajo el concepto “turista residencial” ya que, sin tener la percepción correcta es imposible interpretar su relevancia. Es difícil comprender el fenómeno del turismo residencial y sus posibles consecuencias, y sobre todo, opinar sobre ello, cuando su misma definición implica ciertas dificultades.

Pues, ante todo, habrá que definir el concepto de “viaje” ya que es un concepto inherente al turismo. Ahora bien, la definición de viaje según la Organización Mundial de Turismo es la siguiente: el desplazamiento que se produce desde el lugar de residencia y/o trabajo habitual y su contexto geográfico inmediato a otro emplazamiento.

Relacionando lo anteriormente dicho con el turismo residencial, ¿Qué sería el “entorno habitual” de ese turista, y cuándo dejaría de serlo? ¿Cuánto tiempo debe permanecer alguien en un lugar para que éste se convierta en su “lugar de residencia”? Así también la definición de “turismo” va a complicar la comprensión del grupo a que estamos haciendo referencia; un conjunto de actividades que se realizan en un espacio inusual, diferente del entorno habitual. Pero, ¿y si alguien permanece tanto tiempo en un sitio para que éste último se convierte en su entorno habitual, seguiría siendo turista o, a caso lo debemos llamar inmigrante, incluso cuando no trabaja en el lugar de destino?

Todo esto, y el hecho que estamos viendo un grupo que se encuentra entre turismo y migración hace que sea difícil la definición del fenómeno turístico residencial, más por la complejidad de estilos de vida, formas de residencialidad y movilidad que asimilan estos nuevos residentes.

Además, el éxito, en un principio, del desarrollo urbanístico y su venta ha conllevado al margen excesivo de las prácticas especulativas llevadas a cabo por promotores inmobiliarios. Pues, como consecuencia de esto, muchos confunden los conceptos de desarrollo turístico con el desarrollo inmobiliario ya que las actividades turísticas se han visto instrumentalizadas por parte de las empresas de construcción.

Por otra parte, bajo el concepto de turismo residencial suele llegar al pensamiento mucho más que sólo su definición que, como hemos visto antes, en realidad no existe. Es una mezcla entre la actividad económica que se ha basado mayoritariamente en el negocio inmobiliario y los aspectos propios del turismo tradicional o, mejor dicho, el “de masas” porque, a fin y al cabo, estamos tratando de una de las tipologías turísticas más importantes en cuanto a flujos turísticos en España.

El turista residencial se suele caracterizar por tener un chalet o bungaló en una urbanización para vivir en ella parte del año. Estas viviendas agrupadas suelen ser edificaciones bajas que forman nuevos núcleos urbanos que se crean alejados del núcleo tradicional del pueblo o ciudad. Ocupan enormes cantidades de suelo y su desarrollo intensivo acaba por producir modelos urbanísticos tendentes la saturación; causa de la problemas, no sólo medioambientales sino también sociales, un asunto a lo que volveremos más adelante.

Los compradores de estas viviendas secundarias, mayoritariamente extranjeros, viven gran parte del año en la urbanización sin perder, no obstante, los vínculos familiares y económicos con su país de origen.

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