Alineaciòn Y Animaciòn

El Bachillerato Universitario en la Modalidad a Distancia (BUMAD)

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Repetición de un mismo pensamiento expresado de distintas maneras; y/o repetición inútil y viciosa, es como denomina la Real Academia Española tautología1, justo el campo en el que ha caído el desgaste constante por denominar de alguna forma la sociedad —y concretamente la época— en que estamos respirando. Postindustrial, tecnocrática, programada, postmoderna y más frecuentemente Sociedad de la Información y el Conocimiento, es como se ha empleado la adjetivación de esta sociedad vertiginosa. Tales denominaciones y sus argumentos se mueren de aburrimiento por la inutilidad de repetirles sin ejercerles de facto. Desde la apreciación (siempre subjetiva, claro), respecto a lo que ocurre, tal vez Manuel Castells resulte de los más acertados al denominarle sociedad red en su trilogía La era de la información: economía, sociedad y cultura (2006). Tal afirmación obedece a que el trabajo en grupo, o en red, resulta una de las características más sobresalientes para apersonarse dentro de esta sociedad, donde las TIC ciertamente no lo son todo, pero sí bastante.

Con las TIC parece ocurrir como con la Encyclopédie de D’alembert y Diderot, o como antes sucedió con las 200 copias de la Biblia que imprimió Gutemberg. Innovaciones que, como todas, generan recelo y temor. Entonces se les buscan denominaciones y argumentos que permitan apropiarnos más tranquilamente de esas novedades. Mientras tanto, las TIC continúan avanzando y penetrando, particularmente en la salud y en la educación; en este caso, en la educación a distancia.

Una condición adicional es el rezago, resultado de la necesidad de incorporarse al trabajo a una edad cada vez más temprana, con el consecuente abandono de estudios. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2006) realizó una encuesta nacional de ocupación–empleo y reportó que el rango de edad para incorporarse al trabajo en el Estado de México va de los 14 a los 17 años. Sin embargo, el ascenso escalafonario, el tránsito hacia mejores opciones laborales, o simplemente la adopción de mayores conocimientos para mejorar la calidad de vida, reclaman una oportunidad para la población que mantiene latente su capacidad de aprendizaje, sin que resultara afectada por las limitaciones de tiempo y espacio.

Ambas circunstancias fueron objeto de atención por parte de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex) cuando se optó por incursionar en la educación a distancia, actividad en la que se invirtió esfuerzo y recursos a partir de 1995, con convenios con la Universidad Nacional de Educación a Distancia de Costa Rica, a fin de contar con la asesoría para la comunidad académica en formación que se dedicaría a la docencia en su modalidad a distancia.

Para 2005 quedó conformado el primer

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