Almuerzo y dudas
Enviado por Tony García Hdz • 8 de Noviembre de 2015 • Trabajo • 1.358 Palabras (6 Páginas) • 909 Visitas
Almuerzo y dudas
Mario Benedetti
Narrador.- El hombre se detuvo frente a la vidriería, pero su atención no fue atraída por el alegre maniquí si no por su propio aspecto reflejado en los cristales. De pronto vio la imagen de la mujer junto a la suya.
HOMBRE.-Hola, Matilde(dijo y se dio la vuelta).
MATILDE.-(sonrió y le tendió la mano). ¡no sabía que los hombres fueran tan presumidos!
HOMBRE. - (se ríe, mostrando los dientes). JAJAJAJAJa.
MATILDE.-Pero no a esta hora,¿ usted tendría que estar trabajando?.
HOMBRE-Tendría. Pero salí en comisión. (se le queda viendo como si fuese algo hermoso)…
Además, estaba casi seguro de que usted pasaría por aquí.
MATILDE. - mmmmm…..!Me encontró por casualidad! (actitud inapropiada).
NARRADOR. - Ambos se alejaron de la vidriera y caminaron juntos. Al llegar a la esquina, esperaron la luz verde. Después cruzaron.
HOMBRE - ¿Dispone de un rato?
MATILDE -Sí.
HOMBRE. - ¿Le pido entonces que almuerce conmigo? ¿O también esta vez se va a negar?
MATILDE. -Pídamelo. Claro que…. “no sé si está bien” (actitud misteriosa).
NARRADOR. -El hombre no contestó. Se fueron por la calle de Colonia y se detuvieron frente a un restaurant. Ella examinó la lista, con más atención de la que merecía, entraron y al había una mesa libre. Él la ayudó a quitarse el abrigo y se sentaron.
después llego el mozo a pedir su orden.
MOZO .- les puedo tomar su orden!
HOMBRE.- pediremos jamón cocido y queremos que marchen dos churrascos con papas fritas.
MOZO.- okay! En un momento traigo su orden.
HOMBRE. - ¿Qué quiso decir con que no sabe si está bien?
MATILDE. -Parvadas. ¡Eso de que es casado y qué sé yo…!
HOMBRE-Ahhh (suspirando de cansancio).
MATILDE. -puso manteca sobre la mitad de un pancito marsellés. En la mano derecha tenía una mancha de tinta.
HOMBRE. -Nunca hemos conversado francamente. Usted y yo.
MATILDE. -Nunca. Es tan difícil. Sin embargo, nos hemos dicho muchas veces las mismas cosas.
HOMBRE. - ¿No le parece que sería el momento de hablar de otras? ¿O de las mismas, pero sin engañarnos?
NARRADOR: De repente, pasó una mujer hacia el fondo y saludó. Él se mordió los labios.
MATILDE. - ¿Amiga de su mujer? -preguntó ella.
HOMBRE. -Sí.
MATILDE. -¡!Me gustaría que lo rezongaran ¡
HOMBRE. –(Él eligió una galleta y la partió, con el puño cerrado, murmurando).
MATILDE. -Quisiera conocerla.
HOMBRE. - ¿A quién? ¿A esa que pasó? (señalándola, juzgándola).
MATILDE. -No! A su mujer.
HOMBRE. - (sonrió. Por primera vez, con un pequeño sonido) -Amanda es buena. No tan linda como usted, claro.
MATILDE. -No sea hipócrita! Yo sé cómo soy (alzando la voz)
HOMBRE. -Yo también sé cómo es (7U7)
MOZO. - (trajo el jamón. Miró a ambos inquisidora mente y acarició la servilleta). ¡Aquí está el platillo!
HOMBRE. -Gracias», dijo él.
MOZO. – SE ALEJA.
MATILDE. - ¿Cómo es estar casado?
HOMBRE. –(Él tosió sin ganas, pero no dijo nada). MATILDE. –(se miró las manos). --Debía haberme lavado. ¡Mire qué mugre...!!+
HOMBRE. – (La mano de él se movió sobre el mantel hasta posarse sobre la mancha). --Ya no se ve más.
MATILDE. – (se dedica a mirar el plato y él entonces retira la mano). --Siempre pensé que con usted me sentiría cómoda, que podría hablar sencillamente, sin darle una imagen falsa, una especie de foto retocada.
HOMBRE. -Y a otras personas, ¿les da esa imagen falsa?
MATILDE. -Supongo que sí.
HOMBRE. -Bueno, esto me favorece, ¿verdad?
MATILDE. -Supongo que sí.
HOMBRE. – (ambos comen todo el platillo de jamón).
-entra el mozo- MOZO. – puedo retirar los recipientes?
HOMBRE. - Claro! (con una actitud enojona).
Narrador, -El mozo llevó los platos, demorándose bastante tiempo El pidió agua mineral. Bueno, con limón.
MATILDE. -La quiere, ¿eh? (moviendo sus manos tratando de llamar su atención).
HOMBRE. - ¿A Amanda?
MATILDE. -Sí.
HOMBRE. -Naturalmente. Son nueve años.
MATILDE. -No sea vulgar. ¿Qué tienen que ver los años?....
--Bueno, parece que usted también cree que los años convierten el amor en costumbre.
HOMBRE. - ¿Y no es así?
MATILDE. - Pero no significa un punto en contra, como usted piensa. (sirviéndose agua mineral, Después le sirvió a él).
HOMBRE. – (sonrió sobre el pan con manteca). -No es un punto en contra – porque es muy importante para un hombre que la mujer le planche las camisas como a él le gustan, o no le eche al arroz más sal de la que conviene, o no se ponga guaranga a media noche, justamente cuando uno la precisa.
...