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Alzheimer


Enviado por   •  27 de Noviembre de 2014  •  1.981 Palabras (8 Páginas)  •  186 Visitas

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Objetivos

• Recopilar datos sobre la enfermedad denominada Alzheimer

• Plantear algunos criterios para su diagnostico y cuadro clínico

• Determinar síntomas de la enfermedad

• Destacar la importancia de su tratamiento a través de la estimulación cognitiva.

Hipótesis

La estimulación cognitiva puede ser una herramienta muy útil para la práctica clínica en el tratamiento de la demencia que incrementen la autonomía funcional y mejoren el estado afectivo de los pacientes con Alzheimer y de sus cuidadores.

Fundamentación

La enfermedad de Alzheimer es un trastorno neurodegenerativo, que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos conductuales. Se caracteriza en su forma típica, por una pérdida progresiva de la memoria y de otras capacidades mentales, a medida que las células nerviosas (neuronas) mueren y diferentes zonas del cerebro se atrofian.

Si bien existen tratamientos farmacológicos que son utilizados para estos pacientes, son utilizados también; “Las actividades, ejercicios y tareas que se emplean en el trabajo diario con los enfermos de Alzheimer que forman parte del tratamiento no farmacológico de la enfermedad”. La estimulación cognitiva es la técnica más empleada como tratamiento no farmacológico.

Decir por tanto que actualmente no existe un tratamiento curativo, por lo que no cabe duda de que la atención al paciente con demencia requiera un abordaje multidimensional, no teniendo cabida las posturas incrédulas. Las terapias no farmacológicas entre las que se encuentra la estimulación cognitiva, son importantes en todas sus dimensiones, ya que pretenden disminuir el exceso de discapacidad que la enfermedad de Alzheimer y otras demencias provocan, bien por los propios déficit cognitivos que interfieren en funciones todavía preservadas, o bien por los síntomas afectivos y conductuales que deterioran el rendimiento del individuo o por la respuesta del entorno (unas veces súper protectora y otras poco estimulante) que impide al enfermo desarrollar todo su potencial.

Por último, decir que todo lo dicho anteriormente justifica la necesidad de la intervención en este caso mediante un programa de estimulación cognitiva en la persona con Alzheimer, porque aunque en dicha enfermedad de rara vez se observan mejorías, de lo que se trata es de intervenir con personas que tienen un gran deterioro, estimulando las capacidades residuales, con el fin descompensar los déficit y mantenerlas activas, porque espontáneamente ya no se ejercitan.

Introducción

El Alzheimer es una patología degenerativa de las células cerebrales que afecta a la memoria, al sentido de la orientación, la movilidad y el lenguaje. También afecta a la personalidad. Existe una incapacidad para llevar a cabo las actividades de la vida diaria.

La causa más frecuente del Alzheimer, es un proceso degenerativo que afecta al sistema nervioso central generalmente de manera crónica o progresiva. Por lo general, ésta enfermedad comienza paulatinamente y sus primeros síntomas pueden atribuirse a la vejez o al olvido común. A medida en que avanza la enfermedad, se van deteriorando las capacidades cognitivas, entre ellas la capacidad para tomar decisiones y llevar a cabo las tareas cotidianas, y pueden surgir modificaciones de la personalidad, así como conductas problemáticas. En sus etapas avanzadas, la enfermedad del Alzheimer conduce a la demencia y finalmente a la muerte.

Marco teórico

La enfermedad de Alzheimer (EA), también denominada mal de Alzheimer, demencia senil de tipo Alzheimer (DSTA) o simplemente alzhéimer,1 es una enfermedad neurodegenerativa . Se caracteriza en su forma típica por una pérdida de la memoria inmediata y de otras capacidades mentales, a medida que mueren las células nerviosas (neuronas) y se atrofian diferentes zonas del cerebro. La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia, es incurable y terminal, y aparece con mayor frecuencia en personas mayores de 65 años de edad. El síntoma inicial es la inhabilidad de adquirir nuevos recuerdos, pero suele confundirse con actitudes relacionadas con la vejez o el estrés. Ante la sospecha de alzhéimer, el diagnóstico se realiza con evaluaciones de conducta y cognitivas, así como neuroimágenes, de estar disponibles. A medida que progresa la enfermedad, aparecen confusión mental, irritabilidad y agresión, cambios del humor, trastornos del lenguaje, pérdida de la memoria de largo plazo y una predisposición a aislarse a medida que declinan los sentidos del paciente. Gradualmente se pierden las funciones biológicas, que finalmente conllevan a la muerte.

Patogenia

La enfermedad de Alzheimer se caracteriza por la pérdida de neuronas y sinapsis en la corteza cerebral y en ciertas regiones subcorticales. Esta pérdida resulta en una atrofia de las regiones afectadas, incluyendo una degeneración en el lóbulo temporal y parietal y partes de la corteza frontal y la circunvolución cingulada.39

Cuadro clínico

Los primeros síntomas se confunden, con frecuencia, con la vejez o estrés en el paciente. La deficiencia más notable es la pérdida de memoria, manifestada como la dificultad de recordar hechos recientemente aprendidos y una inhabilidad para adquirir nueva información. Dificultades leves en las funciones ejecutivas —atención, planificación, flexibilidad y razonamiento abstracto— o trastornos en la memoria semántica —el recordar el significado de las cosas y la interrelación entre los conceptos— pueden también ser síntomas en las fases iniciales del alzhéimer. Puede aparecer apatía, siendo uno de los síntomas neuropsiquiátricos persistentes a lo largo de la enfermedad.

Demencia inicial

Los síntomas en esta fase inicial van desde una simple pérdida de memoria hasta una constante y más persuasiva pérdida de la memoria conocida como memoria a corto plazo, presentando dificultades al interactuar en áreas de índole familiar como el vecindario donde el individuo habita. Una pequeña porción de los pacientes presenta dificultades para el lenguaje, el reconocimiento de las percepciones —agnosia— o en la ejecución de movimientos —apraxia— con mayor prominencia que los trastornos de la memoria. Los problemas del lenguaje se caracterizan, por reducción del vocabulario y disminución en la fluidez de las palabras, lo que conlleva a un empobrecimiento general del lenguaje hablado y escrito. También aparece torpeza al realizar tareas motoras finas, tales como escribir, dibujar o vestirse, así como ciertas dificultades de coordinación. El paciente mantiene su autonomía y sólo necesita supervisión cuando se trata de tareas complejas.

Demencia moderada

Paulatinamente llega la pérdida de aptitudes, como las

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