Amar y ser amado

Amar y ser amado

“Me llamo la atención el ejemplo con que las ilustró. Dijo que, en el futuro, a una madre embarazada se le podría corregir a tiempo la información genética del embrión, para evitar así que la guagua nazca con síndrome de Down.”

Para poder entender un poco mejor, debemos saber que es fecundación y que conlleva a que un niño nazca con síndrome de Down. La fecundación es el comienzo de un proceso donde se fusionan los gametos femeninos y masculinos, los cuales conllevan a formar un cigoto al cual cada gameto le aporta un número igual de cromosomas (23 c/u). Esta es biológicamente difícil y compleja, ya que en ella deben reunirse una serie de condiciones para que ocurra. Una de las dificultades que se pueden dar en la fecundación es que durante la división celular ocurra una falla en la separación de los cromosomas y esta produzca una copia extra del cromosoma 21, la cual es la causa del famoso síndrome de Down. Teniendo en claro esto podemos hablar sobre lo que habla el texto del principio, se habla de una solución para que los niños no nazcan con síndrome de Down, que esto se podrá dar con los avances tecnológicos del futuro. Pero, ¿podremos así seguir siendo felices? La felicidad no se da por el echo de que no estemos enfermos, si no que se da por como se sienta uno mismo. Estos niños nos demuestran cada día más que la vida no es una competencia, que no hay que dejarse llevar por las cosas externas, debemos ser mas humanos y aprender a ser feliz y no tratar esta enfermedad como algo malo, si me dieran a escoger a mi y me dijeran si quiero impedir que mi hijo sea síndrome de Down, yo diría que no puede ser que antes de leer este texto yo hubiera dicho que si, solo por el hecho de pensar que a mi no me gustaría ser así, pero después de leer este texto sé que ellos solo quieren demostrarnos a nosotros que estar enfermo no es impedimento para hacer las cosas que queremos y nos hacen feliz. Y para finalizar me quedo con una frase del texto “Demos gracias a tantos niños con síndrome de Down, tantos niños fuertemente discapacitados y a sus madres, que nos llenan de humanidad. Que nos hacen ver lo absurdo de nuestra diaria competencia y nos recuerdan el verdadero fin último del ser humano: amar y ser amado”.

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