Ambientes Aulicos
Enviado por aguzmanh • 16 de Junio de 2014 • 2.370 Palabras (10 Páginas) • 417 Visitas
ALEJANDRO GUZMAN HERNANDEZ
ENSAYO
Veracruz ver
El ser humano es un ente en si mismo, con todas las capacidades para modificar su entorno, de tal manera que posibilite o impida el buen desarrollo de lo que él hace y de lo que hacen los que le rodean. Todos de alguna forma somos sujetos de aprendizaje, de tal forma que nuestras acciones fungen como sustrato adecuado o no, para el logro de metas que pueden ser personales o institucionales. Es en este espacio de vida que interviene el trabajo mas importante del mundo; aquel que trasciende a través de las mentes de los jóvenes, el trabajo que bien desarrollado puede dar sentido a otras vidas, pero que mal encausado es motivo de tropiezo y frustración para otros seres humanos que apenas inician su camino.
Este fuselaje se forja y templa en un espacio real y un espacio virtual, por un lado el lugar físico donde se enseña y aprende( se forma y nos formamos), por otro lado lo virtual que se manifiesta en el espacio infinito de las mentes de las personas, donde nadie tiene la capacidad para entrar, modificar y cambiar, lo que por criterios externos puede estar bien o mal, de tal forma que convencer modifica mas conductas que vencer. Con esta premisa es necesario recurrir a nuevas estrategias que manifiesten una sensible preocupación por atender las necesidades de los profesionales de la educación.
Formar especialistas con habilidad, con una actitud creativa, críticos-reflexivos y una necesaria actitud de investigador es el reto de todas aquellas instituciones que buscan la excelencia académica, ya que, dicha meta debe estar basada en las teorías de formación y desarrollo humano.
De lograrlo sería motivo de reconocimiento, ya que en los ambientes educativos en que actualmente nos desenvolvemos no se ha descubierto la capacidad personal para el ejercicio de la docencia, mucho menos mediante la formación y el desarrollo humano. Para lo anterior, es indispensable diseñar las condiciones que permitan desarrollar el potencial de las habilidades, conocimientos y destrezas para la construcción del aprendizaje en el aula.
En nuestro estado existe la ley orgánica que establece los aspectos jurídicos, responsabilidades y requerimientos en materia administrativa, así como las orientaciones para el sistema de acreditación. De igual forma, quedan establecidos los requisitos de contratación de personal académico; la estructura de los programas, las condiciones que determinan los planes y programas de estudio, la determinación de los conocimientos y habilidades, los objetivos, el perfil de egreso, y hasta los procedimientos de evaluación. Pero dicha ley no limita la acción que de manera independiente cada centro educativo puede desarrollar.
Pero se presenta un contraste:
En la mayoría de las Instituciones de Educación existe una formación rígida, con currículas poco flexibles y ausencia innovadora en los procesos educativos, lo que impone un perfil predominante del profesor de corte tradicional, privilegiando el aprendizaje memorístico y la reproducción de saberes, con base en una praxis acrítica, es decir, como un conjunto de principios que orienta irreflexivamente a los profesores en la traducción de objetivos educativos y prácticas pedagógicas concretas (Stenhouse, 2002 y Elliot, 2004).
La Secretaría de Educación Pública ha marcado actualmente ciertos lineamientos para ejercer la profesión docente en algunas Instituciones de Educación, pero lo principal debería ser: un profesional de calidad (Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior, FIMPES), en el área de su competencia, es decir que sea una persona con elevada preparación, competente, especializado (Marcelo, 2004), y con experiencia profesional. En este rubro, es necesario resaltar que para iniciarse en la docencia, además de cubrir los requisitos de ingreso propio en cada Institución educativa se debe contemplar una característica primordial que es la actitud cognitiva de progreso y de apertura, es decir, que tenga capacidad de aprender a aprender (Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Educación Superior, ANUIES), y de cierto grado de sociabilidad, ya que el trabajo requiere el trato con personas por lo que se tiene que desarrollar la inteligencia interpersonal.
En el proceso educativo existen múltiples factores inmersos de forma implícita o explícita en la realidad áulica, siendo tres los elementos principales del proceso enseñanza-aprendizaje: El profesor, el alumno y el ambiente en donde se realiza el proceso, que analizados permiten estructurar el currículo que puede dar origen a un diseño de ambiente áulico, esto permitiría dar inicio a cambios significativos como es la construcción de aprendizajes, privilegiando el aprendizaje crítico- reflexivo, la producción de saberes con una orientación específica hacia el alumno y las prácticas pedagógicas flexibles que favorezcan el proceso enseñanza– aprendizaje– evaluación.
Para toda Institución de educación el eje central para el mejoramiento de la calidad educativa es la superación del personal académico, recomendada por la ANUIES (Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Educación Superior), ya que cada organismo aplica sus propias estrategias de la actualización y formación docente, mismas que varían dependiendo de las políticas institucionales en las que se debe promover que los docentes desarrollen más su capacidad en el ámbito profesional y brindarles alternativas de innovación docente con el fin de consolidar cuerpos académicos.
Conceptualizar el ambiente áulico, es el nuevo papel del profesor en la práctica educativa cotidiana y real, se sitúa en la idea de la posmodernidad y en el concepto de globalización; en donde ésta última relativiza todo lo que toca en su movimiento expansivo y la posmodernidad por su lado ha ejercido una fuerte influencia en la naturaleza de la vida intelectual en una variedad de disciplinas, tanto en las instituciones educativas como fuera de ella (Giroux, 2004).
La modernidad es una cultura de lo nuevo, del progreso y la celebración del cambio, mismo que está implícito en la contextualidad de la comunicación entre la enseñanza y el aprendizaje. Esta modernidad hace referencia al carácter dinámico de la realidad educativa en el aula, la cual está en el discurso del profesor y también en la interpretación de los estudiantes, en la que se tienen que desarrollar sus competencias comunicativas mediante sus habilidades y su capacidad crítica.
Estas afirmaciones llevan a comprender que el proceso educativo es una realidad compleja, que implica análisis y marcos de interpretación inéditos o
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