Amor Por Contrato

Hoy en día vivimos en una sociedad que se rige por la mercadotecnia, el materialismo, por desear lo que el vecino tiene y tratamos en repetidas ocasiones de imitarlo.

En esta película “Amor por contrato”, los Jones son una familia perfecta de clase alta, que llegan a un nuevo vecindario, pero conforme avanza la película empezamos a notar que lucen ropa exclusiva, carros último modelos; la mama va a salones de belleza exclusivos y con los hijos pasa los mismo en la escuela.

Pero lo que nadie sabe en realidad es que son vendedores y están dedicados a vender cada artículo que usan, se muestran hacia los demás seguros y elegantes, pues lo que buscan es que sus compañeros quieran tener las mismas cosas que ellos; los hacen pensar que todas estas cosas los harán verse y sentirse como los Jones.

Desde que llegan a la casa intentan empezar a vender sus productos e interactúan con la gente, lo que nadie sabes es que ellos son un grupo de vendedores y que no tiene ningún parentesco familiar.

La técnica de los Jones al verse a afectadas la ventas del padre crean un efecto domino con las personas del vecindario, con el cual por cada producto que vendiera el padre, este comprador vendería aún más.

La película muestra una calidad de vida ideal y perfecta, pero a lo largo de la película se muestran pequeñas grietas que existen en esta vida perfecta.

Las riquezas o los lujos no harán sentirse satisfecho, pero por dentro podemos ser las personas más vacías del mundo ya que no siempre los bienes material son la salida.

Los comerciales o bien la publicidad de boca en boca es lo que atrae a la gente, las esperadas venta nocturnas son una y mil maneras más de atraer a los consumidores que muchas veces aunque la gentes no tenga los recursos prefieren usar la tarjeta deber y deber con tal de tener lo último en moda.

Es así como hoy en día convertimos a este país en un consumista potencial

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