Análisis II.- Diagnóstico
Enviado por bomboclap_ • 19 de Agosto de 2016 • Ensayo • 1.010 Palabras (5 Páginas) • 242 Visitas
Análisis II.- Diagnóstico
Centramos este análisis en el que para mí es el elemento clave para el desarrollo de un programa social con carácter participativo, el diagnostico.
El diagnóstico permite a cada miembro implicado en la investigación determinar, desde cada una de nuestra visión, un sentido significativo y determinante del cómo se pretende actuar con y para el colectivo o comunidad. Defiendo entonces la idea de que para que el programa siga adelante se debe ser consecuente de la importancia de trabajar de manera organizada y sistematizada. Para mí es un eje principal en la metodología de investigación-acción y de cómo se debe de trabajar en base a ésta. Hablar de organización es sinónimo de saber trabajar en grupo, puesto que para conseguir fruto nos hemos de basar en la cooperación organizada que ofrece un amplio abanico diverso de conocimiento. Además de esta amplitud de conocimiento que puede aportar cada integrante, también debemos de tener en cuenta la estructura que queremos seguir dentro de nuestro plan para alcanzar un futuro objetivo. Parto de la base de así trabajar junto con un equipo multidisciplinar de profesionales que tengan su rol de equidad dentro del grupo para poder enriquecerlo de saber, quehacer y participación. Un equipo que conforme en sí una herramienta basada en “grupo de discusión-reflexión” dotada de habilidades sociales que beneficien la labor a realizar.
Diagnóstico es actuar conforme a un análisis de la realidad que se ha de investigar para poder ejercer sobre él. Un análisis de la realidad basado en la sociedad, por lo tanto, basado en personas, y en su construcción social. Dicha construcción que forma a cada persona de la comunidad integrada, la debemos estudiar y comprender en todo su sentido contextual. Porque la sociedad no puede recibir esa etiqueta de ciencia exacta que atribuye a otras ramas de la ciencia como puede ser las matemáticas. Y es que la persona no es un número que a realizarle una operación de un resultado exacto, sino que ésta, la persona, refleja sus emociones y actos dependiendo de su contexto y rol que ocupe en la jerarquización de la sociedad. Cada persona a su vez es un mundo independiente de otra que interacciona, al igual que un grupo.
Debemos de tomar esto como base para recordar que diagnosticar y analizar sobre la realidad social es un polo opuesto ante la idea de actuar siempre con un mismo diagnóstico de interés para el profesional, si no que ha de ser un diagnóstico concreto para cada comunidad o colectivo con la que trabajar.
Un ejemplo a esto lo podemos ver en un diagnóstico de investigación-acción-participativa sobre la violencia de género realizado en Matola, Mozambique, caracterizado por otra cultura característica en México y Latinoamérica, y por mi parte una cultura opuesta a mi cultura occidentalista. En este contexto donde se pudo trabajar, la gran parte de la población llegaba a afirmar que “Una mujer que no tiene marido no es nada, sea que esté formada, sea que tenga empleo remunerado […] la sociedad creó estos estereotipos…”.
En este caso, la construcción social dada en un contexto específico es un pilar clave para empezar a trabajar e investigar sobre el problema a tratar, puesto que sus costumbres, creencias y valores, entre otros dictarán en el profesional un choque de pensamientos culturales que ha de superar para afrontar la necesidad del colectivo y no la necesidad de cambio que uno mismo retiene en sí. Por ello no se debe valorar solamente un proceso cuantitativo en la recogida de información, sino ser participes y hacer partícipe a la población de un desarrollo cuantitativo que enlaza con un desarrollo cualitativo aportando sensaciones y emociones tanto personales y grupales, las cuales guíen en nosotros nuestro método de actuación, sin ejercer presión en la voluntad de la persona involucrada.
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