Analisis Literario
Enviado por kasa • 21 de Septiembre de 2011 • 9.186 Palabras (37 Páginas) • 827 Visitas
El Análisis Literario y
su Papel Formativo[1]
Alfonso López Quintás
lquintas@filos.ucm.es
El Dr. López Quintás es catedrático de
filosofía en la Univ. Complutense de Madrid y
por encargo del Ministerio de la Educación
dirige un curso de Ética en el site:
http://cerezo.pntic.mec.es/~alopez84/
En el momento actual, ninguna tarea más urgente que la de poner en forma métodos eficaces para instruir a jóvenes y adultos en las cuestiones básicas de la ética. Esta instrucción ha de realizarse de tal forma que los destinatarios de la misma se sientan respetados en su libertad y, al mismo tiempo, dotados de pautas de interpretación suficientes para estar orientados ante las diversas encrucijadas que encuentran en la vida. La formación verdadera consiste en disponer de poder de discernimiento, y éste sólo se alcanza si se conocen las leyes que rigen el desarrollo de la vida humana.
Actualmente, los jóvenes se resisten a aceptar doctrinas por razón de la autoridad de quien las transmite. Sólo se muestran dispuestos a asumir aquello que sean capaces de interiorizar y considerar como algo propio. De ahí su aversión a toda forma de enseñanza que proceda o parezca proceder de forma autoritaria, llegando a determinadas conclusiones a partir de ciertos principios inmutables.
Debido a ello, se viene proponiendo desde hace algún tiempo como método ideal para formar en cuestiones éticas la lectura penetrante de obras literarias de calidad[2]. A través de ellas no son los profesores de ética quienes nos adoctrinan sobre el sentido de la vida y sus acontecimientos básicos, sino diversos autores orlados de prestigio y bien afirmados en una experiencia intensamente vivida y sufrida.
La sugerencia es valiosa, pero apenas ha sobrepasado la condición de mero deseo. A lo que se me alcanza, no hay todavía una exposición sistemática de lo que ha de ser un método bien aquilatado de enseñanza de la ética a través de la lectura de grandes obras literarias. Por mi parte, he intentado colmar esta laguna en este curso y en varios libros; inspirados en la idea de que una obra literaria no es un objeto sino un ámbito de realidad; no narra hechos sino expresa acontecimientos; no muestra sólo el significado de las acciones, sugiere además su sentido; no describe objetos, nos hace asistir más bien a procesos de entreveramiento de ámbitos que dan lugar a otros ámbitos o los destruyen. Al conocer estos procesos, descubrimos las leyes del desarrollo humano.
1. La obra literaria como campo de juego y de iluminación
Una obra literaria no es un medio para comunicar el autor determinadas experiencias. Es el medio en el cual realiza él mismo tales experiencias. Cervantes había hecho la experiencia viva de lo que es el alma hispana en sus vertientes: la quijotesca y la sanchopancesca. El momento en el cual se encontró más vivamente con el espíritu hispano fue cuando se puso a escribir El Quijote. Esta obra no es posterior al encuentro cervantino con el núcleo de la forma española de sentir y vivir la vida; marca el momento culminante de tal encuentro. Cuando un autor escribe una obra, está entrando en juego con la realidad descrita en ella, que no se reduce a un conjunto de objetos, sino que es en todo rigor una trama de ámbitos, una historia viva. Al hacer juego con ésta, se le ilumina su sentido más hondo. La obra literaria es un campo de juego y de iluminación.
Consiguientemente, interpretar una obra no se reduce a verla desde fuera y hacerse cargo de lo que en ella acontece. Significa entrar en juego con ella, rehaciendo personalmente sus experiencias clave. En la base de toda obra de calidad se hallan una o varias experiencias que impulsan la acción y le dan sentido. Al vivirlas por propia cuenta el lector, se iluminan en su interior las intuiciones fundamentales que impulsaron la génesis de la obra. A esta luz puede muy bien realizar una lectura genética de la misma, leerla como si la volviera a gestar, y comprender así todos sus pormenores, hasta el vocablo más aparentemente anodino[3].
Esta lectura genética nos permite realizar las tres tareas básicas del buen intérprete:
1) hacerse cargo de lo que dice el autor, 2) descubrir por qué lo dice, 3) advertir qué es lo que no dice y debiera haberlo dicho si fuera coherente con su punto de partida.
2. La lectura genética se mueve constantemente en dos niveles de realidad distintos
Por ser corpóreo-espiritual, el ser humano se mueve ineludiblemente en diversos planos o niveles de realidad a la vez. En un gesto tan sencillo como dar la mano se movilizan a la vez unos seis planos de realidad: el físico, el fisiológico, el psicológico-afectivo, el espiritual-creativo, el sociológico, el simbólico.
Es de sumo interés pedagógico acostumbrar a niños y jóvenes a percibir en cada momento en qué plano de la realidad se está uno moviendo. Para hacerlo de forma espontánea se requiere una gran flexibilidad mental, que sólo puede adquirirse mediante una cuidadosa preparación. En esta tarea puede ayudarnos eficazmente la lectura atenta de obras literarias de calidad, que nos instan a pasar constantemente de un nivel de realidad a otro.
La interpretación literaria no nos permite contentarnos con los significados de las cosas y sucesos; nos insta a elevarnos al nivel del sentido. Una perla tiene siempre un mismo significado. Pero en la obra de John Steinbeck titulada La perla[4] presenta un sentido peculiar, extraordinariamente rico: alude a toda una trama de penuria, de anhelo de mejora, de ilusiones, de crueles frustraciones... A lo largo del relato se alude a "la música de la perla" y "la música del mal". Qué significa en general la música creemos saberlo, aunque no sea nada fácil dar una definición precisa. Pero cuál es el sentido exacto de este término en dichas expresiones resulta un tanto enigmático. Podría en principio pensarse que significa el particular encanto de una perla singularmente bella. Pero este sentido no es aplicable a la expresión "música del mal". A mi entender, el término música sugiere, en el caso de la perla, todo el ámbito de vida que se forma al hallar una pieza extraordinaria: la esperanza de una vida más holgada, con posibilidades de educación para el hijo, de alimento y vestido para la familia, de una casa digna... En el caso del mal, quiere condensar la trama de intenciones aviesas, odios y egoísmos
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