Analisis Poema "Los Heraldos Negros"
Enviado por CarlitaRatona • 3 de Mayo de 2012 • 975 Palabras (4 Páginas) • 3.050 Visitas
Los heraldos negros
Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... ¡Yo no sé!
Son pocos; pero son... Abren zanjas obscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán talvez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.
Y el hombre... Pobre... pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!
Corría ya el año 1919, la primera guerra mundial llegaba a su fin, muchos han visto ya la crueldad y las barbaridades de la guerra, a la juventud muriendo en forma instantánea y la hambruna que esta ha dejado; y entre ellos el autor César Vallejo, quien también había sentido de cerca los rezagos de la muerte, la pobreza y la hambruna; y, en reacción a esto en sus primeras obras denota la inconformidad y el disgusto que siente ante la vida que le ha dado Dios. Entre estas obras se encuentra “Los heraldos negros”, de tipo modernista, en la cual el yo lírico expone el dolor ante los golpes que le ha dado en la vida Dios, como se demuestra en la siguiente cita “Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!”.
En la segunda estrofa el yo lírico plantea que nadie, ni siquiera la persona más fuerte, tanto emocional como físicamente, se salva de recibir aquellos golpes, puesto que, como ya se ha dicho anteriormente, son sumamente fuertes, marcando a quien lo recibió, dejando heridas y cicatrices emocionales profundas e imborrables. Esta idea se la puede demostrar en la siguiente cita, “Abren zanjas obscuras en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte”.
“Son las crepitaciones de algún pan que en la puerta del horno se nos quema” con la siguiente cita el yo lírico entabla la siguiente idea de la composición de Cesar Vallejo, aquellos golpes son inevitables, llegan en cualquier momento, e incluso en el justo momento en el que una persona está a punto de alcanzar la completa felicidad.
La siguiente idea que se entabla en la cuarta estrofa es la decepción que siente el yo lírico ante la fuerza de aquellos golpes, decepción que es producto de no encontrar salida o resolución ante los golpes anteriormente recibidos, y que dan como producto el llanto, la tristeza y la melancolía del yo lírico, como se evidencia en la siguiente cita: “y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada”.
César
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