Analisis Queso

¿Quién se ha llevado mi queso?

Al concluir la lectura de la obra puedo señalar que esta se aplica, con todos sus personajes, a los seres humanos en las distintas facetas de la vida, sin importar la diferencia de cultura, etnia, creencias religiosas y otras… a final de cuentas, independientemente de estas, cada ser busca esa felicidad que se manifiesta de diversas formas y que se consigue a través del esfuerzo que se ponga en conseguirla. Pero también, la búsqueda de ese queso o esa felicidad requiere vencer muchos obstáculos y adaptarse a cambios que se presentaran a medida que se avanza hacia esa meta anhelada. Nadie dijo que el camino sería fácil, pero si no nos adaptamos a esos cambios, nos pasara como Kif, esperaremos que las cosas nos lleguen por si solas, y eso no se da en la vida real.

De acuerdo a experiencias vividas he podido ver como en mi vecindario hay personas que iniciaron a muy corta edad como ayudantes de construcción, y hoy, 40 años después siguen trabajando en lo mismo. El miedo al cambio no les ha permitido avanzar o escalar posiciones para un día llegar a ser grandes maestros de obra y vivir de una manera mas cómoda, tener casa propia, carro y muchas otras comodidades que se logran a base de esfuerzo. Estas personas que hoy siguen ahí estancadas en su oficio de ayudantes de construcción, no cuentan con casa propia, no tienen ahorros de ningún tamaño, pues todo el dinero que han ganado lo han malgastado en vicios. Otros, sin embargo, aprovecharon la oportunidad que se les brindo y poco a poco se fueron adaptando al cambio, escalando posiciones hasta llegar a convertirse en jefes o maestros de obra en grandes proyectos.

En la vida, lo ideal sería vivir en constante cambio, para avanzar hacia ese “queso” que se mueve constantemente, pero muchas veces el miedo al cambio o a lo nuevo nos hace quedarnos rezagados y nos pone en desventaja ante los demás.

He visto como muchos negocios familiares, que han operado de forma artesanal durante años, han ido desapareciendo conforme avanza la tecnología y las estrategias competitivas de las pequeñas empresas que han surgido con una mentalidad mas adaptada al cambio. El miedo al cambio y a adaptarse a nuevas técnicas y métodos para realizar sus tareas cotidianas los han condenado a desaparecer.

He visto casos de jóvenes de familias adineradas que a pesar de tener los medios para obtener una educación superior, no han aprovechado la oportunidad que se les brindo y por miedo a adaptarse a una vida con responsabilidades y obligaciones se han quedado rezagados en la vagancia. Hoy en día están ahí en el mismo punto, no surgieron, no se esforzaron por ser personas diferentes. Se convirtieron en seres dependientes de sus progenitores o parásitos sociales y lamentan el tiempo que han desperdiciado sin hacer nada. Ahora, no les es posible conseguir un trabajo que les ayude a conseguir ese “queso” para vivir de una forma cómoda, por lo menos cubriendo las necesidades básicas. Ellos anhelan tener puestos calificados en las empresas, pero desgraciadamente no cuentan con el conocimiento y los grados académicos necesarios para competir por dichos puestos.

A nivel personal, cuando salí del Colegio, fui la única del grupo en graduarme ese año, entonces se me dio la oportunidad de una beca para estudiar en USA y estuve valorando el tomarla o no, pues era una adolescente que nunca había salido del país, nunca me había separado de mi familia, no sabía el idioma y había mucha incertidumbre con respecto al viaje, pues debía estar fuera del país por dos años sin poder regresar durante ese periodo

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