Annie Liebovitz entró al mundo del arte por su madre, que la llevaba a clases de danza cuando era una niña.

ESCRITO FOTOGRAFIA

Annie Liebovitz entró al mundo del arte por su madre, que la llevaba a clases de danza cuando era una niña. Su primer contacto con la fotografía empezó a muy temprana edad, en su casa era normal y común hacer fotos, y para ella la cámara nunca fue algo del otro mundo. A finales de los años 70 se fue con su familia a filipinas y es allí cuando nace una enorme inquietud artística en su vida, su padre, un militar, fue trasladado a un país asiático durante la guerra de Vietnam, allí tuvo su primer encuentro con un cuarto oscuro, y donde empezó a fotografiar lo que había a su alrededor, y así pasó varios años en diversas partes del mundo, adquiriendo gran cantidad de conocimientos fotográficos.

Se presentó un día en la revista de los Rolling Stones y es ahí donde empieza a trabajar en el mundo de los artistas, aun emergiendo y ya después fue nombrada fotógrafa jefe de la revista. Annie realizó infinidad de producciones fotográficas y reportajes gráficos. Las producciones ella misma las creaba, las hacía, las originaba. Las fabricaba, las recreaba y las desarrollaba en una sucesión de fotos para construir un mensaje, para  luego ser interpretado por los receptores de acuerdo a los objetivos de un tercer. Ella recurría a todos los medios disponibles de acuerdo al proyecto en ejecución (material fotográfico, equipos, vestuarios, modelos, etc.), y a los métodos propios de su profesión; por otro lado los reportajes gráficos se diferenciaban de las producciones fotográficas por sus cualidades de temporalidad (las imágenes tienen un significado en el contexto de un registro de eventos), la objetividad (la situación mostrada en las imágenes es una presentación justa y objetiva de los eventos ocurridos) y de la narrativa (las imágenes se combinan con otros elementos para relatar los hechos al público).
Pero podemos decir que la similitud que hay entre un reportaje gráfico y una producción fotográfica es que el principal objetivo de ambas es comunicar, transmitir un mensaje, ya sea de tipo comercial, publicitario, social, etc.

Esta fotógrafa lograba involucrarse con cada situación y con cada persona, formaba parte de lo que sucedía, hacia todo lo que hacían los personajes, se fundía con el ambiente, podía sacar a flote la personalidad de cada uno, es decir, los hacia sentir cómodos, los hacia cómplices de la escena para así poder transmitir esa atracción de cada personaje en sus fotografías.

Hubo grandes cambios en su vida fotográfica, en los años 80, salió de la revista de los Rolling Stones para trabajar en la revista Vanity Fair, donde realizó numerosas portadas significativas donde reflejaba la sociedad norteamericana de la época.

Tras dejar Vanity Fair, trabajó para otras publicaciones de gran prestigio como Life y Vogue. Después deja de considerarse una foto-periodista y pasa a ser una retratista y le fue muy bien ya que muchos la consideran la ‘’retratista del alma’’.

La foto de Jhon Lennon con su esposa Yoko fue la que más me llamó la atención porque se ve un gesto de amor y devoción de parte de él,  su cuerpo desnudo muestra su sencillez, su fragilidad; y su esposa con una mirada perdida, un poco fría, pero con un pequeño gesto de conmoción, aquí no entran los lujos, ni la fama, solo el amor, que había de parte de cada uno.

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