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Anorexia y bulimia en la adolescencia


Enviado por   •  24 de Septiembre de 2014  •  Tesis  •  4.697 Palabras (19 Páginas)  •  443 Visitas

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Anorexia y bulimia en la adolescencia

Índice

1.- Portada

2.- Introducción

3.- Objetivos generales y específicos

4.- Marco teórico:

4.1.-¿Qué actitudes frente a los alimentos nos pueden hacer sospechar

de un trastorno alimentario?

4.2.- Social:

Anorexias y Bulimias desde una perspectiva social

Personalidad y trastornos alimentarios

4.3.- Psicoanalítico:

Anorexia y Bulimia: Factores familiares y personalidad en el psicoanálisis

4.4.- Biológico:

Conclusión y Proyección del tema

Objetivos generales y específicos:

Generales:

• Porque los trastornos toman mayor preponderancia en la adolescencia

• Como es vista la anorexia y bulimia por el psicoanálisis, la biología y la sociedad.

Específicos:

• Describir las características principales de las enfermas

• Aplicar la teoría psicoanalítica

• Postura de la afectada anoréxica.

Introducción

Dentro de las característica , que a nuestro juicio parecen más centrales de la adolescencia se encuentra el juego de identificaciones y la tendencia vulnerable de los adolescentes, estos factores se conjugan determinando la perspectiva que el joven tomará de este mundo que comienza a conocer.

En el siguiente trabajo nos referiremos específicamente al problema de los trastornos alimenticios que abordaremos desde el plano psicoanalítico, social y biológico.

La anorexia y la bulimia son un trastorno que suele producirse en la pubertad o en la adolescencia y sobre todo y de forma predominante en el sexo femenino. A menudo se presentan conjuntamente anorexia y bulimia en una misma persona en períodos alternados.

Se manifiesta por un rechazo a comer en la anorexia y por un comer desmesurado en la bulimia, acompañado de vómitos, adelgazamiento en ambos casos de pérdida de las reglas, disminución alarmante de minerales importantes e indispensables para la vida, sobre todo del potasio.

Psicoanalíticamente nos daremos cuenta de que estos trastornos alimenticios generalmente se desencadena tras una situación competitiva que no se ha podido resolver adecuadamente, aunque la problemática tiene su origen en la infancia.

La enferma de anorexia no siente hambre, no solo ha perdido el apetito sino que parece que también ha perdido la capacidad de desear, se siente gorda cuando en realidad no lo está, hay pues serios trastornos en el esquema corporal y en la imagen que tiene interiorizada de sí misma. En ambos casos hay un serio mecanismo de autodestrucción, miedos enfermizos a engordar y a tener formas, desesperada búsqueda de la delgadez, de un cuerpo ideal que se achica por encontrarse voluminoso. y estrategias constantes para bajar de peso: no comer, vomitar, laxantes, etc. con lo cual toda la vida gira alrededor de la comida.

La biología nos muestra que la joven anoréxica reduce su comida hasta extremos peligrosos para su salud; la enferma con bulimia siente un hambre desmesurado y no puede parar de comer, no tiene un límite que le diga basta y como no quiere engordar vomita lo que ha comido. Va volviéndose apática, con un fondo de tristeza, la cara palidece, se hunden los ojos, hay arrugas precoces, trastornos en la piel, hipoglucemias, etc.

Socialmente podemos ver que la enferma de anoréxica-bulímica está siempre incómoda consigo misma y con los demás, encerrada en sí misma, no sabe compartir adecuadamente, las relaciones con la familia y con los amigos van empeorando paulatinamente,

¿Qué actitudes frente a los alimentos nos pueden hacer sospechar

de un trastorno alimentario?

• Cocina para los demás, pero no prueba ni come lo que preparó.

• Colecciona recetas de cocina.

• Realiza regímenes alimentarios extraños y muy estrictos.

• Continuamente se encuentra "a dieta" autoimpuesta.

• Come solo.

• Se prepara las comidas de manera muy especial (sin sal, o sin condimentos, o sin aceite).

• Paulatinamente ha eliminado alimentos de su dieta, transformándola cada vez en una alimentación muy estricta y monótona.

• Si come lo que considera "mucho", lo compensa con actividad física o algún método de purga.

• Pasa muchas horas, incluso días, sin comer.

• Los horarios habituales de comidas de la familia los ocupa con actividades para evitar sentarse a la mesa.

• Esconde comida o come a escondidas. Se pueden encontrar restos de comida o envoltorios o envases vacíos de alimentos en lugares no habituales.

• Se levanta a la noche a comer.

• Después de comer se encierra en el baño, sin motivo aparente.

• Tiene cólicos o diarreas frecuentes

• Conoce "a la perfección" el valor calórico y nutricional de los alimentos.

• Tiene pérdida de peso significativa aunque aparente (o mencione) comer.

• Su vida gira alrededor de la comida.

Anorexias y Bulimias desde una perspectiva social:

La conducta humana es la reacción global frente a una situación. La conducta alimentaria es la reacción global frente a los alimentos. Esta reacción puede ser adaptada a las necesidades nutricionales o responder a otro tipo de necesidad que puede ser personal o ambiental. En la Historia de la Humanidad distintas circunstancias han desviado la conducta alimentaria determinando trastornos. Salvo breves períodos de provisión suficiente de alimentos, el Hombre ha padecido hambrunas a través de los tiempos. Felizmente, a partir de la revolución industrial y de las actuales técnicas agropecuarias, buena parte de la población mundial cuenta con disponibilidad de alimentos.

Sin embargo, cuando parecía haber llegado el momento en que el ser humano, beneficiado por el progreso, se alimentara regularmente sin sufrir desnutrición, hacen su aparición los factores culturales y personales que conducen al cambio en el concepto del "cuerpo ideal" de la sociedad.

Él, hasta ese momento, apreciado cuerpo excedido de carnes como sinónimo de salud y poderío económico, ha sido sustituido por un deseado cuerpo delgado, tan delgado hasta llegar a la emaciación y la enfermedad.

La guerra contra los kilos, alejada de la supervisión médica, no repara en la consecuencia sobre la salud de ciertas prácticas y se deja influenciar por los semanarios de moda, programas de TV, hipnotizadores, gimnasios, masajistas, obesos recuperados y cuanta persona haya encontrado en las personas excesivamente preocupadas por el peso, una fuente de ingresos.

Así, se lanzan propuestas de adelgazamiento sin sustento científico, que provocan más problemas que soluciones.

A este panorama

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