Antologia Del Derecho Laboral
Enviado por mpris • 17 de Diciembre de 2014 • 1.578 Palabras (7 Páginas) • 220 Visitas
1.- Introducción.-
En los siglos de la esclavitud no pudo surgir el Derecho de Trabajo, porque implicaba una contradicción insalvable, ya que el esclavo era una cosa, y como tal no podía ser titular de derechos. Frente a este hecho, el mundo antiguo, concretamente Roma, le bastaba el Derecho Civil para regular las relaciones con los esclavos, ya que era el estatuto que regulaba la compraventa y el arrendamiento no sólo de estos servidores sino de caballos y demás bestias de carga y trabajo.
Más adelante, los hombres libres consintieron en dar en arrendamiento su energía de trabajo, rigiéndose siempre por “la locatio conductio operarum”, que era el viejo contrato de arrendamiento de los romanos y que sirvió de base al Derecho Civil para regular el contrato de arrendamiento de servicios, que fue la explotación del hombre por el hombre.
La Edad Media presenta dos caras, no exentas de contradicción: por una parte, en el sistema feudal de la servidumbre, tampoco pudo nacer el Derecho de Trabajo, porque la servidumbre de la gleba era una institución intermedia entre la esclavitud y el hombre libre, pues si bien el siervo disfrutaba de algunos derechos personales, como contraer matrimonio, vivía pegado a la tierra, sin poderla abandonar y obligado a trabajarla y a pagar tributo al señor.
Pero en cambio en esta época nacieron las más célebres universidades de Europa; se dio la lucha en las Corporaciones, entre compañeros y oficiales, auténticos trabajadores asalariados de entonces, y los maestros, propietarios de los talleres, lucha que llevó a la creación de las Asociaciones de Compañeros, antepasados de los sindicatos contemporáneos, y a la celebración de algunos convenios que algo tienen que ver con nuestros contratos colectivos.
2.- El Trabajo en las sociedades modernas:
Corresponde a la época del Individualismo y el Liberalismo. Si bien no se fija siempre con nitidez su diferencia, el primero corresponde a una concepción filosófica de la sociedad y el hombre mientras el segundo se refiere a una actitud del Estado y a su manera de enfocar los problemas económicos. El Individualismo, cuyos orígenes se remontan a los Sofistas de la Antigua Hélade, encuentran en el pensamiento renacentista de la Edad Moderna, su más firme antepasado y se eleva en el siglo de las luces a una idea-guía para determinar la estructura y actividad del Estado y proporcionar las bases de la doctrina del derecho natural y de los derechos del hombre, finalidad suprema de las Instituciones políticas y jurídicas. La humanidad debe a Rousseau autor del “Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres” y del “Contrato Social”, la concepción política y jurídica del Individualismo: los hombres son por naturaleza libre e iguales, no obstante lo cual, al nacer son envueltos por las cadenas de la sociedad.
Hubo una época en la historia, en que los hombres vivieron en un estado de naturaleza, de acuerdo con los principios de idéntica libertad de todos y de la igualdad natural de los derechos, una época en la cual no existía ningún poder sobre ellos, y en el que se desconocía el dominio del hombre por el hombre.
De esta concepción individualista extrajeron los representantes del pueblo ante el asamblea Nacional de Francia de 1789, la idea de los derechos naturales del hombre: cada ser humano posee, por el sólo derecho de serlo, un conjunto de derechos eternos e inmutables, por lo tanto, inalienables e imprescriptibles, que toman su fundamento en la naturaleza del hombre y de los que ningún ser humano puede ser despojado. La vida, conforme a la naturaleza, desapareció, según la explicación del discurso, con la creación de la propiedad privada, pues en el instante que un hombre dijo, esto es mío y excluyó de su uso a los demás, se perdieron la libertad y la igualdad. Si esta es la realidad dentro de la que viven los hombres, es preciso, enseña Rousseau, encontrar una forma de sociedad en la cual el hombre, entregándose a todos, no se entregue en realidad a nadie, y permanezca tan libre como antes, tan libre como es de acuerdo con su naturaleza.
Rousseau fue un pensador contradictorio y con el Contrato Social ya no insistió en su crítica a la propiedad privada. En cambio los Maestros, defensores del Derecho Natural, Locke y Pundendorf, entre otros, colocaron al derecho de propiedad, como uno de los derechos naturales del hombre.
También la ciencia económica entró en la Revolución Francesa. Los Mercantilistas pugnaron por la libertad de la industria y por la destrucción en las barreras que se oponían a su desarrollo. La riqueza de un país, decían, está en relación con el oro que posee, por lo tanto hay que hacer afluir el metal al país, resultado que únicamente puede conseguirse con una balanza comercial activa, es preciso cambian el mayor número de mercadería
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