Análisis De Fotografía De Prensa

Tras la muerte de Nelson Mandela, el 5 de diciembre, no se han parado de publicar fotografías al respecto en los medios de comunicación de todo el mundo. Algunas de ellas son retratos, otras plasman la vida de Madiba desde sus inicios más revolucionarios y otras tantas muestran los momentos de duelo que está viviendo la sociedad, en concreto la sudafricana. Pero, entre todas estas fotografías, la seleccionada llamó especialmente mi atención por múltiples razones. En primer lugar, porque aparece en varios periódicos de distinta ideología (véase El País nº 13.310 y ABC nº 35.772, así como varios periódicos virtuales como El Diario y La Gaceta y otros tantos blogs informativos como Maestroviejo). Esta continua aparición de la fotografía hizo que me cuestionara si cada periódico, bien por su ideología o bien por el texto, pretendía expandir una lectura preferente en lugar de permitir la polisemia connotativa o si, por el contrario, esta imagen se había convertido ya en un símbolo capaz de traspasar las fronteras ideológicas y de cristalizar el espíritu reconciliador de Mandela. Dadas las circunstancias, este ensayo constará de una continua comparativa entre el uso de la esta fotografía en el artículo de El País y en la portada y el reportaje del ABC así como de un análisis de la imagen desde su denotación a sus posibles connotaciones sin olvidar finalmente su relación con sus respectivos textos.

En ambos periódicos se ha mantenido la imagen tal cual, sin más tratado que un recorte en la de la portada del ABC; un primer plano nítido que se centra en sus dos protagonistas y un fondo un tanto borroso en el que se distinguen rostros negros y blancos. Esta imagen denota el abrazo entre dos personas; un gesto prototípico en un duelo compartido. Sin embargo, la primera interpretación de la misma alude indiscutiblemente a un mensaje más profundo y connotativo: la unión entre el pueblo sudafricano. Entre blancos y negros. Y es que este abrazo, entre un joven blanco y una señora negra, no resultaría tan relevante si no se ambientara en el duelo de “el héroe que derrotó al racismo” según apunta Marta Rodríguez en El País. En este periódico se opta por un pie de página bastante denotativo “dos sudafricanos se abrazan ante la residencia del expresidente Mandela ayer en Johannesburgo”, mientras que el ABC opta por un pie de página lejos de la denotación (y más aún en comparación con el de El País) “Emotivo abrazo de un blanco y una negra, el espíritu de Mandela, ayer en Johannesburgo”. A pesar de las evidentes diferencias ideológicas, parece ser que ambos periódicos comparten la primera interpretación: el logro de Madiba.

Si analizamos un poco más a fondo la fotografía, y nos centramos en la gestualidad de los dos protagonistas, surgen otras tantas interpretaciones de la misma. Es cierto que tanto el joven como la señora muestran una mirada afligida y desoladora, fruto de la tristeza ante la pérdida. Sin embargo, los ojos de ella reflejan angustia y dolor mientras que los de él se encuentran más serenos. Según Roland Barthes, “la descripción de una foto de forma literal es imposible, pues <describir> consiste precisamente en añadir al mensaje denotado un sustituto o un segundo mensaje, (…) una connotación”. No quisiera por ello que con esta descripción de las miradas de ambos, evidentemente subjetiva y puede que lejos de la realidad, se dieran a entender valores erróneos como que tan solo la raza negra se encuentra sumida en el dolor. Y es que basta con echarle otro vistazo a esta fotografía para entender que, en los ojos del joven, subyace la compasión en lugar de la indiferencia. Desde mi punto de vista, es una imagen repleta de símbolos opuestos (blanco, negra; hombre, mujer; joven, anciana) que se reconcilian en un abrazo. De igual a igual.

De hecho, en el supuesto caso de que el fotógrafo captara a estas dos personas con un gesto descompuesto por el

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