Análisis Del Discurso - LA CREACIÓN DE ADÁN
Enviado por luenperry • 28 de Septiembre de 2014 • 617 Palabras (3 Páginas) • 319 Visitas
Esta pintura representa uno de los más enigmáticos pasajes bíblicos, como lo es el Génesis con la creación del hombre, en este caso, Adán, el primer ser varón creado por otro ser “varón”, espera sentado pacientemente desde su triángulo terrenal, que una grata compañía, (que todavía está dentro de los ámbitos de lo divino y justo debajo del brazo de Dios), le sea provista para multiplicarse y esparcirse por sobre la faz de la Tierra.
En esta pintura, en "La Creación de Adán", se puede percibir a simple vista, dos secciones bien diferenciadas, dos representaciones de realidades contrapuestas, dos mundos separados por un muy estrecho espacio entre dos dedos índices a punto de hacer contacto para que surja la chispa divina que unirá aquellos dos mundos, aquellas dos realidades; el origen dual del ser humano que no se trata más que de la relación que existe entre lo divino y lo terrenal.
Si observamos la postura de Adán, lo podemos ver con la mayor parte de su cuerpo desnudo recostado sobre ese pequeño triángulo verde de la Tierra, representando con ello, su origen terrenal, material, animal, como queriendo significar que Adán recién está emergiendo desde las entrañas de la Madre Tierra, se aprecia que él apenas puede levantar su brazo izquierdo para estirarlo débilmente, al igual que lo hace con su mano, en dirección al Ser que, desde los cielos, le dará la chispa vital, le imprimirá el empuje causal proveniente desde la divinidad, desde la creación del universo, desde aquel Big Bang.
Casi todo el cuerpo de Adán yace apoyado sobre la madre Tierra y solo tiene las fuerzas necesarias para alcanzar la Divinidad, Divinidad que lo espera y trata de alcanzar también, desde lo alto, desde el cielo, desde arriba. Adán intenta con todas sus fuerzas terrenales alcanzar a Dios, sin saber que Dios intenta alcanzarlo a él. Es que ambos son lo mismo pues Adán fue creado a su imagen y semejanza, con la diferencia de que Dios, la divinidad, las fuerzas de la naturaleza, están conscientes de su propia condición divina, mientras que Adán no, ya que todavía no ha comido el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal, por lo que su conciencia no se ha desarrollado aún. También es evidente la condición andrógina de Adán, debido a que su miembro viril aparenta ser un pene y una vagina, ambos en el mismo lugar de su pubis, representando con esto, lo masculino y lo femenino, esa dualidad desde la que todos provenimos.
Observando el lado de la pintura que contiene la Divinidad, se muestra claramente que tanto Dios como los ángeles que le acompañan se encuentran inmersos en lo que sería un cerebro, de hecho, la similitud es casi exacta a la de nuestro órgano más inteligente y racional. Con esto podemos interpretar que Dios quiere transferirle al hombre toda o al menos una parte de su inteligencia y de todo lo que nuestro cerebro representa. Sin embargo, esto también
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