Articulo 1

Ética en las Profesiones

Origen de las profesiones, contexto histórico y social.

La consolidación de las profesiones se da entorno a los procesos históricos de

formación de las sociedades, en este sentido su evolución va de la mano con la

necesidad de satisfacer los requerimientos de sociedades más complejas a través del

tiempo exigiendo mayor estructura a las profesiones, además, se les fue otorgando

mayor reconocimiento especialmente en las sociedades occidentales que se percataron

de la riqueza social de ciertas profesiones especialmente por el beneficio social que su

ejercicio ofrecía, exigiendo al profesional mayor preparación intelectual.

En un principio, en la edad media, los "profesionales" eran prácticos; sus estudios o

funciones las realizaban en forma autodidacta, se heredaban los conocimientos por

tradición y, en algunos casos, abarcaban diversos campos del saber (Gonzalez,2001),

además, obedecían al orden social caracterizado por la división del trabajo y asignación

de ciertas laborales, donde la elección individual no tenía lugar, de hecho,el hijo del

campesino sería campesino, el del artesano aprendería el oficio paterno para asegurar

su subsistencia y la de los suyos, el descendiente de una familia de abolengo tendría

seguramente un cargo público o militar (Ábrego). Más adelante con el auge de lo

religioso y su importancia dentro del

orden social feudal, se habla de las primeras profesiones en un sentido enteramente

religioso, aludiendo a la profesión como una vocación o a una misión y se reconocían

solo tres: la teología, la medicina y el derecho; como se menciona en el "caminar ético

en la profesión".

La formación educativa para dichas profesiones se da en las primeras universidades, en

los siglos XII y XIII, donde además de la formación intelectual, se buscaba acreditar los

conocimientos y recibir así el correspondiente título profesional, convirtiéndose en un

alto de admiración social y privilegio para las familias jerárquicamente mejor

posicionadas.

Cuando el feudalismo entra en crisis (a partir de mediados del siglo XIV d.C.), entre la

clase campesina y los señores feudales, comenzaron a posicionarse una nueva clase

de hombres que se dedicaron al ejercicio de las "profesiones liberales" (medicina,

arquitectura, abogacía, ingeniería,entre otras.) que rompían con la noción de quien nace

en una profesión u oficio debería mantenerla. Precisamente el nombre de profesiones

liberales hace alusión al carácter autónomo con que la profesión era elegida y ejercida

(Ábrego), aspecto que aludía a los grandes transformaciones de la concepción de la

ciencia y el conocimiento, denominada en el siglo XVIII, la Ilustración, que trajo consigo

a los enciclopedistas y humanistas, y fue grande el incremento que cobraron los

conocimientos de orden práctico. Ahora bien, dado que entonces no existían conceptos

como "investigador de

tiempo completo" o "especialista" en tal o cual materia, los profesionales producían

cada vez con mayor celeridad y eficiencia el conocimiento científico y técnico

necesarios que los nuevos tiempos iban reclamando (Gonzalez, 2001).

La revolución industrial en el siglo XIX, trae consigo la conformación del paradigma de

la especialización para el trabajo y el rompimiento con el modelo histórico de herencia

de las profesiones. El desplazamiento de un mayor número personas a las ciudades, la

expansión de los conocimientos técnicos, la explosión demográfica y el crecimiento de

los centros urbanos, contribuyeron a modificar la organización social existente,

propiciando la creación de tareas profesionales más especializadas (Barrón, 1996), que

darían origen a varias de las actuales profesiones. Toman fuerza profesiones como las

ingenierías, las ciencias exactas para la innovación productiva y nacen las derivadas de

la actuación mercantil y el comercio.

Estos factores produjeron que, a principios del siglo XX, se incorporara la concepción

de lo profesional como producto de las transformaciones producidas por la

industrialización. En este contexto, en 1915, Flexner sugirió que para reconocer este

campo, era necesario tomar en cuenta la implicación de operaciones intelectuales, las

cuales adquieren su material de la ciencia y de la instrucción. Señala, además, que el

manejo de este material es con un fin definido y práctico, el cual posee una técnica

educativa comunicable, se tiende a la

organización entre sus propios miembros y se vuelve cada vez más altruista

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