Arturo Y Clementina Talleres Igualdad
Enviado por Gimena Dominguez • 7 de Abril de 2017 • Práctica o problema • 427 Palabras (2 Páginas) • 111 Visitas
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Arturo Y Clementina Talleres Igualdad
- 1. Grupo de Trabajo “ Talleres para construir Igualdad” Presenta: “ Arturo y Clementina”, de Adela Turín y Nella Bosnia. Adaptación
- 3. Un hermoso día de primavera, Arturo y Clementina se conocieron al borde de un estanque y descubrieron que se habían enamorado.
- 4.
- Viajaremos y conoceremos otros lugares maravillosos…- decía Clementina.
- Sí, sí…, -contestaba Arturo sin mucho ánimo.
- 5. Los días transcurrían iguales al borde del estanque…
- 6.
- Arturo había decidido ir a pescar él solo.
- Me he aburrido mucho esperándote.- Decía Clementina.
- ¡Sólo se aburren los tontos!- Contestaba Arturo.
- A Clementina le daba vergüenza ser tonta.
- 7.
- Me gustaría tener una flauta. Me inventaría canciones y así no me aburriría.
- ¡Qué tontería! ¡Tú no serías capaz de aprender a tocarla!
- 8. Arturo trajo un gran tocadiscos y lo ató al caparazón de Clementina. - Así no lo perderás. ¡Eres tan distraída…!
- 9.
- A veces veo unas flores tan bonitas… Me gustaría tener una caja de acuarelas y poder pintarlas…
- Ja, ja, ja…¡Qué idea tan ridícula! ¿Es que te crees una artista?- Contestó Arturo.
- 10. - Como te gusta la pintura, te he traído este cuadro. Átatelo para que no lo pierdas. ¡Eres tan descuidada!
- 11. Otro día, Arturo trajo a Clementina un jarrón de Murano.
- 12. Y en otra ocasión, una colección de pipas austriacas.
- 13. Y en otra ocasión, le trajo una enciclopedia.
- 14. La carga de Clementina aumentaba más y más… Pero seguía aburrida…
- 15. Y cada vez estaba más cansada… ¿Para qué quería ella tantos objetos atados a su caparazón?
- 16. Su casa cada vez era más alta y más pesada. ¡Parecía un rascacielos!
- 17. Estoy muy cansada… No puedo seguir así…
- 18. Una mañana Clementina salió sigilosamente de su caparazón y se fue a dar un paseo. Fue muy hermoso, pero muy corto: debía volver a casa antes de que llegara Arturo, a la hora de comer.
- 19. Arturo no sabía nada de los paseos de Clementina, pero la notaba diferente… -¿Qué te pasa? ¿Por qué sonríes? ¡Pareces tonta! Pero a Clementina ya no le importaban sus insultos…
- 20. Un día, Arturo encontró la casa vacía. Se enfadó muchísimo y no entendía por qué Clementina había abandonado todos los bonitos objetos que tenía su casa.
- 21. Clementina sigue viajando libre y feliz por el mundo. Es posible que toque la flauta y que haga hermosas acuarelas de flores. Si un día ves una tortuga sin caparazón, llámala ¡Clementina! ¡Clementina!
- 22. FIN
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