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Aspectos De La Escritura


Enviado por   •  30 de Julio de 2014  •  4.024 Palabras (17 Páginas)  •  392 Visitas

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Concordancia entre sujeto y verbo

Cuando se aprende algún idioma distinto, se cometen varios y distintos errores. Por eso, conocer bien la gramática de una lengua, empezando por la propia, permitirá dominar más fácilmente un idioma, sea cual fuere.

Uno de los yerros más comunes de los turistas extranjeros que pretenden hablar español, es el de la concordancia entre el verbo y el sujeto. Es común oírlos al hablar: "Disculpe, ¿sabe ustedes dónde estar la calle 5 de mayo?" o "¿hacia dónde ir esos autobús?, ¿saberlo tú?".

La concordancia entre el verbo y el sujeto es como un matrimonio, en el que ambos deben adaptarse al género y número de su pareja.

1. Número: singular (uno) o plural (varios).

2. Persona: 1ª, 2ª, 3ª del singular (yo, tú, él o ella). 1ª, 2ª, 3ª del plural (nosotros, ustedes, ellos).

Cuando el sujeto quiere esconderse de su pareja, el verbo, puede hacerlo en forma de pronombre personal, pero siempre y cuando éste respete el número del verbo.

Mi perro se llama Coqui.

El se llama Coqui.

Otra manera en que puede esconderse el sujeto, es utilizando el propio verbo; en este caso el sujeto recibe el nombre de sujeto implícito; por ejemplo:

Leí un cuento muy interesante. (Yo)

Caminaron durante varias horas. (Ellos)

Cuando el verbo necesita de compañía para que él adquiera un significado completo, entonces se emplea el complemento.

Admiraron las estatuas.

Tomaron café.

No hay que olvidar que:

Sujeto: es quien realiza la acción. El sujeto puede estar al principio, en medio o al final de la oración y siempre concuerda con el verbo. Por tanto, no es correcto decir: Las niñas ganó, porque el sujeto está en plural y el verbo en singular.

• Verbo: es la parte más importante del predicado, la acción que realiza el sujeto. Puede tener uno o varios complementos.

• Complementos: son aquellos que modifican al verbo.

Ejemplo:

Daniela y sus amigos se encontraron con unos turistas japoneses en el Museo de Antropología e Historia. Ahora deben ayudarles a concordar el verbo con el sujeto en género y número.

—Disculpe ustedes, ¿el Museos de Antropología quedan hacia allá?

—No se dice así, sino: Disculpen ustedes, ¿el Museo de Antropología queda hacia allá?

—Niños, ¿puede decirnos dónde están los museos Rufino Tamayo?

—No se dice así, sino: Niños, ¿pueden decirnos dónde está el Museo Rufino Tamayo

Concordancia sujeto-verbo

Mar, 16/12/2008 - 10:06 — Norte Digital

Concordancia sujeto-verbo

Para que un enunciado sea gramaticalmente correcto ha de haber concordancia entre el verbo y el sujeto, es decir, coincidencia de número y persona. Según esta regla, un sujeto en singular exigirá verbo en singular; y si el sujeto está en plural (o está compuesto por varios elementos en singular unidos por una o varias conjunciones), exigirá que el verbo aparezca en plural.

El problema surge cuando el sujeto está compuesto por un nombre cuantificador (en singular) seguido de la preposición de más un nombre en plural (un grupo de estudiantes, la mayoría de los manifestantes, el resto de los empleados, infinidad de niños, etcétera).

Se entiende por nombre (o sustantivo) cuantificador el que en singular designa una pluralidad de cualquier clase (personas, animales o cosas): grupo, montón, mitad, parte, veintena, treintena, mayoría, etcétera.

Si aplicamos la regla de la concordancia, en este tipo de construcciones el verbo debería ir en singular porque el nombre cuantificador –que funciona como núcleo– está en singular. Sin embargo, la mayor parte de estos cuantificadores admite (o admiten) la concordancia con el verbo tanto en singular como en plural: El resto de los alumnos se quedó (o se quedaron) en el aula; La mayoría de las trabajadoras ve (o ven) con buenos ojos la racionalización de los horarios; Mientras, una treintena de jubilados observaba (u observaban) las obras. El verbo en singular o en plural depende de si se entiende como núcleo el nombre cuantificador (que desde el punto de vista sintáctico lo es) o el nombre plural que designa la referencia. En este segundo caso se habla de concordancia ad sensum (‘conforme al sentido’), un tipo especial de concordancia que se hace sin atender a la gramática. De este modo, los hablantes sienten que por encima de la concordancia gramatical está la concordancia de la lógica: son alumnos los que se quedan en el aula, trabajadoras las que ven con buenos ojos la racionalización de los horarios y jubilados los que observan las obras.

Este tipo de concordancia ad sensum suele ser más frecuente. En los enunciados siguientes preferimos La mayoría de los nórdicos son rubios (nórdicos–rubios) a La mayoría de los nórdicos es rubia (mayoría–rubia), En esta urbanización buena parte de los chalets están vacíos en invierno (chalets–vacíos) a En esta urbanización buena parte de los chalets está vacía en invierno (buena parte–vacía), Se resolvieron la tira de expedientes (resolvieron–expedientes) a Se resolvió la tira de expedientes (resolvió–la tira).

La doble posibilidad del verbo en singular o en plural no se da en todos los casos. Por ejemplo, los nombres cuantificadores que se usan sin artículo o determinante (como multitud, infinidad o cantidad) establecen la concordancia obligatoriamente en plural: A la presentación vinieron cantidad de actores; Aquí trabajan infinidad de ecuatorianos.

Conviene dejar claro que estos casos de doble opción de concordancia entre el sujeto y el verbo solamente afectan a las construcciones que esta semana nos ocupan: nombre cuantificador + de + nombre en plural. Por tanto, cuando algunos de estos nombres (como por ejemplo grupo, conjunto, mayoría o resto) aparecen en otras construcciones y, por tanto, carecen de valor cuantificador, la concordancia ha de hacerse con el verbo en singular: El grupo ha visitado el museo; La mayoría no ha salido; El resto prefirió quedarse en casa y ver una película.

La concordancia entre el sustantivo y el adjetivo

El adjetivo debe concordar con el sustantivo en género, número y caso al igual que el artículo y el participio, por ser considerado como ajdetivos.

Ejemplo:

La casa esta abandonada. He cogido unas manzanas rojas.

Con estos consejos serán más fáciles y rápidos de ganar los torneos de videojuegos.

Cuanto, harto, mucho, poco y tanto seguidos de más o menos y un sustantivo, concuerdan con este último.

Cuanto menos ejercicio hago, más cansado me siento.

Cuantos menos ejercicios hacemos, más cansadas nos sentimos.

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