Australia
Enviado por franzcobain • 27 de Mayo de 2012 • 4.019 Palabras (17 Páginas) • 678 Visitas
ESPECIFICACIONES
Antecedentes del país: DATOS HISTÓRICOS
Los aborígenes llegaron a Australia hace unos cuarenta mil años provenientes directamente de África. Con unos patrones culturales técnicamente estáticos (fundamentados sobre madera, huesos, piedras…) su historia se ha caracterizado por su complejidad espiritual y social, la mayor parte de cuyos rasgos perviven en nuestros días. La historia de la Australia moderna comienza con la llegada de los europeos en el siglo XVII. Los holandeses fueron los primeros en llegar al continente en marzo de 1606, de ahí que la primera denominación de parte del mismo fuera “Nueva Holanda” o que se conserve algún nombre de navegantes holandeses en su topografía, como “Tasmania” (en honor del navegante Abel Tasman), ya que varios de ellos siguieron explorando la zona, sin colonizarla. En mayo de 1606, Pedro Fernández de Quirós, navegante al servicio de la Corona de España, desembarcó en una isla de la actual Vanuatu a la que tomó por el continente austral, denominándola “Austrialia del Espí-ritu Santo” en honor de la casa de Austria. De aquí se deriva el actual nombre de Australia. En septiembre-octubre del mismo año, Luis Váez de Torres fue el primer europeo en navegar por el estrecho que lleva su nombre y el primer español en desembarcar en lo que hoy día son islas australianas y entrar en contacto con sus aborígenes. Sin embargo, las navegaciones de españoles y portugueses no continuaron, si se exceptúa la expedición española de Alejandro Malespina al mando de las corbetas “Descubierta” y “Atrevida”, que visitó (Port Jackson) Sydney en 1793 en una misión científica.
Con el marco de fondo de la pugna franco-británica por su expansión colonial, navegantes de ambas naciones reemplazaron a los anteriores en la exploración de Australia, siendo los británicos los primeros en asentar su dominio sobre el continente. El 28 de abril de 1770 el navegante inglés
James Cook desembarcó en Sydney, en el marco de un viaje en el que trazó el mapa de ocho mil kilómetros de costa de Australia, denominando a los territorios “Nueva Gales del Sur”. Para su viaje usó mapas e informaciones que en su día hicieron o proporcionaron Torres y Quirós. Cook no estimó de interés colonizar esos territorios, pero el gobierno británico lo consideró útil como centro penitenciario, y a tal efecto envió al capitán Philips. La fecha de nacimiento oficial de la Australia moderna es el 26 de enero de 1788, cuando la flota de Philips (la llamada “First Fleet”) desembarcó en Port Jackson (Sydney) con once barcos y más de mil personas, de las cuales casi 800 eran presos.
Australia continúo formando parte como “dominio” del Imperio Británico hasta el 1 de enero de1901, año de su independencia con la creación de la “Commonwealth de Australia”.
El proceso de consolidación de esa independencia fue lento: la nacionalidad australiana no se estableció hasta 1949, la bandera hasta 1954, y el himno nacional hasta 1984. La especial vinculación con el Reino Unido forma parte inextricable de la identidad australiana.
Significativamente, el escudo de Australia fue otorgado por Jorge V en 1914, la “Union Jack” forma parte de la bandera y el día de la fiesta nacional es la fecha del citado desembarco de la Primera Flota. El “Estatuto de Westminster” de 1942 estableció oficialmente la autonomía total de Australia frente al Reino Unido en asuntos domésticos e internacionales, y la “Ley Australiana”
de 1986 eliminó los últimos vestigios de autoridad británica. La participación de Australia en ambas guerras mundiales contribuyó sensiblemente a la forja de un sentimiento de independencia e identidad como nación. Especialmente significativa como efemérides histórica fue su participación en 1915 junto a las tropas imperiales en la batalla de Gallipoli en los estrechos turcos de los Dardanelos. Durante la 2ª Guerra Mundial, Australia desempeñó un activo papel en el Pacífico Sur contra la expansión japonesa. De aquella época data su alianza militar con Estados Unidos,
alianza que constituye desde entonces el eje de su política exterior.
Uno de los rasgos constantes definidores de la historia australiana viene dado por la política de inmigración. El carácter inicial de “colonia penal” marcará la identidad del país para siempre, si bien demográficamente no debe exagerarse su importancia numérica: hasta el último traslado en 1868 llegaron a Australia unos 162.000 convictos (la colonia tenía ya un millón
de habitantes). Los presos marcaron también el carácter anglocelta del – 9 –país (70% británicos, 24% irlandeses, 5% escoceses). Junto a los presos, el descubrimiento de oro, la llamada “fiebre del oro” en la década de 1850 atrajo a muchos nuevos pobladores libres. Un siglo después, tras la 2ª
Guerra Mundial, el gobierno australiano puso en marcha un programa formal de inmigración que atrajo alrededor de 6.5 millones de habitantes, muchos de ellos procedentes de países del sur de Europa, especialmente Italia y Grecia. A comienzos de 1960 se sumó la inmigración española. En
los últimos años del siglo XX, la inmigración europea se ha ido sustituyendo por asiática y de Oriente Medio. Junto a la inmigración por motivos políticos ó económicos hay que destacar la de carácter humanitario, cuyos cupos han ido aumentando paulatinamente, contribuyendo a conformar la presente población multirracial australiana.
Otro rasgo fundamental es la situación política de los habitantes originarios ó aborígenes e isleños del Estrecho de Torres, la llamada “cuestión indígena”. Actualmente constituye solo el 2.4 % de la población. Sus derechos se mantuvieron en un limbo jurídico durante casi dos siglos y sólo fueron reconocidos constitucionalmente en 1967, convirtiéndose oficialmente en parte de la sociedad australiana en 1975 tras la promulgación de la “ley de discriminación racial”. Su integración real en la sociedad continúa siendo objeto de debate recurrente, con la puesta en marcha de múltiples programas al respecto. La legislatura actual se inauguró en febrero de 2008 con una solemne sesión oficial de petición de perdón a las llamadas “generaciones robadas” (niños aborígenes arrancados de sus familias e internados en instituciones civiles y religiosas “blancas”). Constituyó un hecho histórico sin precedentes en el proceso de reconciliación entre la población indígena y no indígena. A pesar de su fuerte carga simbólica, el debate se ha avivado, al abrirse la puerta a posibles compensaciones económicas para el conjunto de la población aborígen y a una modificación de la Constitución reconociendo el papel de los aborígenes
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