Autor detras del autor

Teoría General del Delito y las Ciencias Forenses..

Aidee Velázquez conde 3B

20 de julio del 2020.

EL AUTOR DETRÁS DEL AUTOR

Claus Roxin

El “dominio de la voluntad en virtud de aparatos organizados de poder” es un tema muy discutido en la doctrina penal de la autoría. Esta figura jurídica fue sustentada en 1963. Se apoya de una tesis de una organización delictiva de los hombres de atrás, ordenan delitos con un mandato autónomo, responsable de autores mediatos, aunque los ejecutores inmediatos sean castigados como autores responsables. Un alemán coloquial designa a los hombres como “delincuentes de despacho o escritorio”

Roxin distingue tres formas de dominio del hecho, por acción, voluntad y dominio del hecho funcional. Para su desarrollo de la exposición debemos detenernos en la segunda modalidad. El dominio de voluntad que es el que adquiere relevancia en su contexto, debe nuevamente subdistinguir si es por coacción, error o virtud de aparatos organizados de poder. En esta modalidad se le denomina dominio por organización, consiste en un movimiento especifico de aparato a disposición de maquinaria personal cuya se puede cometer crímenes delegados a la decisión autónoma del ejecutor.

El autor inmediato conforme a la teoría restringe aquellos casos donde el sujeto mediante coacción o mediante error utiliza otro individuo como un instrumento, pero a Roxin, cree que es posible indicar una tercera forma, en que no hay miedo, engaño y donde es el caso del dominio de voluntad mediante un aparato de poder organizado, trata de un caso donde alguien sirve a la ejecución de un plan para una organización jerárquica organizada, por ejemplo, organización política o militar.

Quien actúa con el poder y orden, domina el sucedo sin coacción ni engaños, es encargado de introducir cualquier intercambiable acción y precisamente. Manifiesta, poder manejado en una organización del hombre de tras, puede cambiar ejecutores a discreción, que es la fungibilidad del ejecutor, ni que sea necesario el hombre detrás lo conozca, si bien el ejecutor es responsable como actor. Porque son autores dolosos, son empero y personaje anónimo para el que está detrás.

En los miembros superiores el aparato el poder pueden confiar, cumpliendo las instrucciones, pues, aunque el ejecutor no cumpla con su cometido. Inmediatamente otro ocupa su lugar, de modo a la negatividad por no cumplir la orden no puede impedir el hecho, sino solo sustraer contribución del mismo. Los ejecutores son ruedas intercambiables en el engranaje del aparato del poder, de modo que la figura central del suceso es el hombre detrás en su virtud de medida del domino de la organización.

Este principio se basa en la aceptación de que no puede haber un autor mediato detrás del autor plenamente responsable, si el que actúa inmediatamente, por ejemplo, si el asesino del campo de concentración o el soldado de Muro, como poseedor del dominio del hecho es responsable como autor, sería impensable atribuir simultáneamente al hombre detrás del dominio del hecho. Y en sentido del autor detrás del autor sería una construcción jurídica irrealizable. Es solo una idea, sin embargo, se sustenta con tres errores cuyo conocimiento abre camino a una sólida fundamentación de autoría mediata.

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