Autoregulacion

En un sentido amplio podemos hablar de autorregulación como una capacidad nata o innata de un ser vivo o un conjunto de estos para moderar acciones u omisiones de la más variada índole con el objetivo final de perpetuarse en el tiempo y, según su propia inteligencia o nivel de raciocinio, progresar como ente autónomo, manada, grupo, aldea, estado, etc.

Si bien al aplicar conceptos para maquinarias podemos hablar de “autorregulación” me enfocaré en los conceptos de seres humanos.

Dentro de las acciones autorreguladas podremos encontrar de variados tipos, como el ritmo cardiaco que para nosotros como humanos es un acto reflejo; la cadencia respiratoria que puede ser refleja o controlada hasta cierto punto. Sin embargo lo que nos interesa es profundizar sobre los actos racionales de autorregulación; aquellos actos que consciente y estudiadamente nos ayudarán (según nosotros) a conseguir las metas u objetivos a corto, mediano y largo plazo. Aclaración: Nuestras metas no son, necesariamente, racionales sino simplemente “nuestras metas”.

Según mi conocimiento empírico para realizar cualquier acción o lograr una meta necesito considerar tres elemento: Lo que tengo para lograr mi meta, lo que quiero lograr (la meta en sí) y qué necesito lograr realmente (¿es mi meta realmente lo que necesito?). Lo que necesito para lograr mi acción o meta no está dentro de estas tres cosas porque se transforma simplemente en una meta intermedia. Para el tercer elemento creo que es válido lo que dijo alguna vez la Madre Teresa de Calcuta “La cuestión no es tener más, sino necesitar menos”.

Basado en lo anterior llego, finalmente, a lo que comprendo como el sentido (y no el significado) de autorregulación: “Es un manejo racional, planificado y adecuado a mi conjunto de recursos (de todo tipo) para lograr con ello mis objetivos”. Y nombro solo algunos posibles recursos: Tiempo, apoyo familiar, capacidad lingüística, base académica, dinero, ropa, ganas (¡sí!, ganas).

De lo anterior se desprende el recurso tiempo, Una buena gestión del tiempo es fundamental para obtener los resultados que aspiramos. Pero ¿Qué entiendo por gestión del tiempo?: Administración (no olvidemos que es un recurso) adecuada del tiempo que disponemos de manera de tender a una distribución óptima y acorde a los objetivos que necesitamos cumplir. ¿Más fácil? Repartir bien el tiempo disponible para alcanzar a hacer todo en buena forma.

Para los que se preguntan en qué forma gestiono mi tiempo debo decir que el concepto es tan simple como aprovechar hasta el último minuto del día. Entre el trabajo, los niños y, últimamente, las clases finalmente esto se cumple casi en forma automática. Por eso es que el fin de semana lo oriento a descansar, la familia y los deportes. Debo aclarar que no siempre lo logro.

Pero hay más detrás de esto. No consiste sólo en dar espacio a cada

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