BARROCO
Enviado por HPA1409 • 27 de Noviembre de 2012 • Informe • 1.844 Palabras (8 Páginas) • 333 Visitas
BARROCO
Barroco – un fenómeno cultural que invadió el campo de las artes. Ya a finales del siglo XVI comenzó a observarse un cambio en las formas sencillas del Renacimiento .
Este movimiento se caracteriza por seguir las siguientes tendencias: estoicismo, esteticismo, moralización y sátira.
1.3 Obras Literarias:
Tito Andrónico (1592)
Romeo y Julieta (1595)
Julio César (1599)
Hamlet (1601)
Troilo y Crésida (1602)
Otelo (1603-1604)
El rey Lear (1605-1606)
Macbeth (1606)
Antonio y Cleopatra (1606)
Coriolano (1608)
Timón de Atenas (1608)
DEFINICIÓN:
El movimiento del Barroco se desarrolló en el siglo XVII e innovó todas las formas artísticas y culturales de la época. Este movimiento se caracteriza por tener una visión muy pesimista acerca de la vida en general. La razón de este pesimismo fue una grave crisis económica y social que afecto a muchos, además de que se dejó de creer en todos los ideales humanistas, ideas que venían de la época renacentista.
CONTEXTO:
Surge a finales de siglo XVI y dura hasta principio del siglo XVII. La sociedad barroca se dividió en extremos opuestos, por un lado se tenía el lujo y los sueños de grandeza, y por el otro el desaliento, la pobreza, derrotas militares y la corrupción de los políticos. Era un reflejo de lo que la sociedad de esta época quería ser contra lo que era.
CARACTERÍSTICAS:
• No hay orden ni simetría
• Uso de muchas figuras expresivas
• Se opone al realismo e idealismo
• Dramatismo y profundidad en los temas
• Uso de metáforas y juegos de palabras
• Contrastes entre lo Claros y Oscuro, Bueno y Malo, Blanco y Negro
• Se usa mucho el tema de desengaño, la muerte, lo mitológico y lo irónico
• Buscaba la admiración del lector usando el ingenio
• Pesimismo: El Renacimiento no consiguió su propósito de imponer la armonía y la perfección en el mundo, tal y como pretendían los humanistas, ni había hecho más feliz al hombre; las guerras y las desigualdades sociales seguían estando presentes; el dolor y las calamidades eran comunes en toda Europa. Se instala un pesimismo intelectual, cada vez más acentuado, unido al carácter desenfadado de que dan testimonio las comedias de aquella época y las truhanerías en que se basan las novelas picarescas.
• Desengaño: Como los ideales renacentistas fracasaron y, en el caso de España, el poder político estaba desvaneciéndose, el desengaño continúa y surge en la literatura, que en muchos casos recuerda a la de dos siglos antes, con la Danza de la Muerte o las Coplas a la muerte de su padre de Manrique. Quevedo dice que la vida está formada por «sucesiones de difunto»: en ellas se van convirtiendo los nacidos, desde los pañales hasta la mortaja con la que se cubren los cuerpos exánimes. En conclusión, nada tiene importancia, sólo hay que conseguir la salvación eterna.
• Preocupación por el paso del tiempo
• Pérdida de confianza en los ideales renacentistas
Entre los rasgos más significativos del barroco literario español resulta relevante la contraposición entre dos tendencias denominadas conceptismo y culteranismo, cuyos máximos representantes fueron, respectivamente, Francisco de Quevedo y Luís de Góngora. Los conceptistas se preocupaban esencialmente por la comprensión del pensamiento en mínimos términos conceptuales a través de contrastes, elipsis y otras y otras figuras literarias. Por el contrario, los culteranos buscaban la delectación de una minoría culta mediante el recurso a metáforas, giros e hipérboles, con modificación de las estructuras fraseológicas, en busca del máximo preciosismo.
Característica del barroco hispánico fue también la contraposición entre realismo e idealismo , que alcanzó su máxima expresión en la que estaría llamada a convertirse en una de las cumbres de la literatura universal, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (primera parte, 1605; segunda, 1615), de Miguel de Cervantes .
En esta época se distinguió además una línea clasicista diferenciada en dos corrientes básicas: la escuela sevillana, en la que destacó Rodrigo Caro, y la escuela aragonesa, cuyos representantes de mayor entidad fueron los hermanos Bartolomé Leonardo y Lupercio Leonardo de Argen sola, cultivadores de una lírica doctrinal y moralizante.
En el ámbito de la prosa narrativa del período barroco halló su marco la figura de Miguel de Cervantes Saavedra, autor también de poemas y comedias, que ha sido considerado unánimemente como la gran figura a lo largo de la gestación y la evolución de las letras españolas. En el Quijote, Cervantes creó el prototipo a partir del cual nacería la novela moderna. Concebida en principio para satirizar las novelas de caballerías, los dos protagonistas de la obra, don Quijote y Sancho, han perdurado como símbolos de dos visiones enfrentadas del mundo: la idealista y la realista.
La Literatura española del Barroco es un periodo de creación literaria que abarca aproximadamente desde las obras iniciales de Góngora y Lope de Vega, en la década de 1580, hasta bien entrado el siglo XVIII. El siglo más característico del barroco literario español es el XVII, en el que alcanzan su cénit prosistas como Baltasar Gracián y Francisco de Quevedo, dramaturgos como Lope de Vega, Tirso de Molina, Calderón de la Barca y Juan Ruiz de Alarcón o la producción poética de los citados Quevedo, Lope de Vega y Góngora.
Las características fundamentales de la literatura barroca española son la progresiva complejidad en los recursos formales y una temática centrada en la preocupación por el paso del tiempo y la pérdida de confianza en los ideales neoplatónicos del Renacimiento. Asimismo, es de destacar una variedad y diversidad en los asuntos tratados, la atención al detalle y el afán de atraer a un público amplio, de lo que es ejemplo el auge de la comedia nueva lopesca. De la preocupación sensual dominante
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