CAPITULO IV LOS HIJOS DE LA MALINCHE, EL LABERINTO DE LA SOLEDAD
Enviado por larocs18 • 24 de Octubre de 2012 • 506 Palabras (3 Páginas) • 11.634 Visitas
PARAFRASIS
Los mexicanos causamos desconcierto no nada más entre nosotros mismos si no también a los extranjeros con nuestra forma de ser, somos catalogados como un país al margen de la Historia Universal y por tanto somos extraños o diferentes ante las demás sociedades; se compara a las mujeres con esta marginalidad llamándolas enigmáticas o más bien el Enigma mismo.
Menciona una dura crítica al capitalismo diciendo que convierte al hombre en un simple instrumento de producción y carente de individualidad.
Los rasgos que nos distinguen son los de gente dominada y que solamente con el valor del alcohol o de otros acicates externos nos atrevemos a ser nosotros mismos, sin mascaras. Las razones por esta actitud que son de cambio constante y de indeterminación, se encuentran tanto en nuestras creencias religiosas como en nuestra historia pero aun así esto no disipará nuestro miedo. En nuestro carácter de grupo sometido nuestro enemigo nuestro miedo de ser se encuentra dentro de nosotros mismos
Aparentemente nuestro lenguaje (el prohibido) es un modo de expresar todos los temores, angustias, alegrías, machismo, violencia y las demás mezclas de sentimientos reprimidos, con este, podemos cambiar nuestra situación y pasar de ser víctimas a ser victimarios, humillando, mutilando, hiriendo, y violando. De algún modo responder a estos fantasmas que nos agobian. Con esto también podemos distinguir a los fuertes de los débiles
Se Expone que los hijos de la chinga, hijos de Eva siempre son los otros pero no los mexicanos, y que con la religión (la creencia en la virgen de Guadalupe) recobramos la madre que perdimos en la conquista con la Malinche. Y que esta veneración pudiera deberse a que antes del catolicismo en México. Los campesinos representan algo oculto, lo más antiguo, no para ellos mismos pero si para la gente urbana.
La clase obrera, también viven lejos de la sociedad, incluso físicamente, en barrios o ciudades especiales, es de notar que los novelistas no introducen a un obrero como actor principal, El obrero moderno carece de individualidad y pierde su naturaleza humana.
Un mexicano siempre es un problema para otro mexicano y para sí mismo, hay una extraña analogía entre nuestro carácter y el de alguien que está sometido a un amo, el carácter de los mexicanos es un producto del ambiente social en el país.
En muchos sentidos esos fantasmas son producto del pasado, de la conquista, la colonia, en la independencia o en las guerras, en nuestro lenguaje existen palabras prohibidas, secretas y de significado misterioso, son palabras malditas que solo decimos en voz alta cuando no somos nosotros mismos, cada país tiene la suya, en el nuestro esas palabras descargan toda nuestra ira, nuestros anhelos y nuestros entusiasmos. Y así es como se y nos distingue de los demás por que un mexicano no quiere ser
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