CARTA AL ADOLECENTE

22, de abril del 2013

Apreciados adolescentes:

No eres de una forma determinada, a veces día otras noche, tormento o calma, mujer o niña; con sentimientos de fuego y energía positiva y vibrante.

Otoño de nuestra vida sublime y atemorizante, donde peregrinan los sueños que serán el trampolín de tu vida y proyección de tu futuro, en los que habrá días en que la luz y la fuerza se extinguirán por sentirte amenazado por este mundo inhumano que exige y tiene muchas expectativas sobre ti y donde el carácter de las personas no siempre es miel.

Pero no te detengas por los sin sabores y remedios que se te presenten, continua tu camino que hay experiencias esperando por ti.

Habrá momentos de soles negros; porque te dieron la espalda y te sientes solo, se que te sentirás triste; pero ábrete a la energía positiva de los que te acompañan y no hagas de aquellos momentos un dolor eterno porque solo son eso, momentos.

Sé que sientes nostalgia de aquella niñez rodeada de magos y sueños pero en esta nueva etapa dorada, ríe y vive alegre este momento de sorpresas y desconfianza donde habrá situaciones nunca contadas, como un beso u abrazo robado que guardaremos en el fondo del corazón.

Es un periodo de la vida que debes afrontarla sin miedo tropezar, recordando que después de la tormenta llega la calma y estarás marcando tu rumbo como una brújula encendida guiándote sola y veras como todo, todo vuelve a reiterarse.

Barrionuevo, Rita del C.

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