CESARIA EN VOBINOS

INTRODUCCION.

La vaca es unípara, llevando a término normal un solo producto y, por lo tanto, el problema obstétrico en la práctica bovina es diferente que la de las perras, en las que la vida de toda una camada se encuentra en peligro. El gran tamaño de la vaca permite una exploración más fácil en la vagina que la maniobra en las perras, y la decisión de la operación cesaría se debe tomar solo después de un examen riguroso de la vagina que elimine la posibilidad del parto por vía natural. Además la fertilidad se reduce considerablemente en comparación con la del parto natural; por lo que la cesaría se deberá practicar en un estado relativamente tardío del parto distócico, después de haber intentado otros procedimientos conservadores.

La intervención frecuentemente se realiza con animales de pie y bajo anestesia local. Algunos veterinarios prefieren colocar el animal en decúbito, en este caso se utiliza anestesia general.

Indicaciones.

Este procedimiento operatorio está indicado cuando la distocia se debe a una pequeña pelvis materna, deformación de la pelvis, insuficiencia del cuello uterino para dilatarse, hidrops amniótico, presentación anormal del feto, un monstruo fetal, y un feto enfisematoso. La torsión del útero puede corregirse tras de practicar una laparotomía, el feto puede dejar se en el útero para que nazca normalmente o sacarse atreves de la intervención cesárea.

TECNICA.

El útero puede ser expuesto a través de una incisión en cualquier falco con la vaca de pie o echada lateralmente o atreves de una incisión ventral con la vaca echada dorsalmente. Las ventajas relativas de las dos han sido discutidas en la introducción a la cirugía abdominal.

Se induce anestesia regional o local y el animal sujetado en la posición adecuada. Tras de preparar el sitio quirúrgico, se efectúa a través de la pared abdominal una incisión de 30 a 45 cm., dependiendo del tamaño del feto según se haya determinado por un examen preliminar.

Tras de la incisión del flanco, la mano del operador se dirige en dirección caudal-ventral por detrás y por debajo del saco posterior del rumen para localizar la punta del cuerno grávido. Solo la punta del cuerno necesita exteriorizarse cuando la vaca está de pie y el feto se encuentra vivo.

Cuando se hace una incisión ventral, el epiplón se encuentra por lo general cubierto el útero. Al tomar el borde caudal del epiplón y jalarlo cranealmente, se pone al descubierto el útero.

Se hace una incisión longitudinal a través de la curvatura mayor de la pared uterina, teniendo cuidado en evitar los cotiledones (su localización se determina palpando la pared uterina). La incisión debe ser lo suficientemente grande para permitir sacar al feto sin lesionar el útero. Las membranas fetales se sacan si puede ser fácilmente desprendidas.

La porción expuesta del útero se limpia con solución salina estéril, se insertan bolos antibacterianos y la incisión

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