COLOMBIA: HACIA UNA NUEVA ETICA SOCIAL

COLOMBIA: HACIA UNA NUEVA ETICA SOCIAL

La problemática Colombiana tiene en su panorama estructural un componente importante: el vacío ético en la sociedad, y la quiebra consecutiva de valores. Se pretende entonces, identificar las posibles causas de este vacío ético que atraviesa actualmente el país, para proponer posibles reflexiones acerca del principio de la comprensión en sus posibilidades de tejer pertenencias, identidades y valores fundamentales sobre todo, en la convivencia entre los seres humanos.

Por ende, documentos como El vacío ético en la sociedad colombiana, y la reflexión ética y conflicto social, se aproximan a la comprensión de nuestra realidad, exigiendo analizar la problemática desde distintos referentes: económico, ético, moral, histórico, social y cultural. Por lo tanto los realistas tienen razón: violencia, corrupción, insolidaridad, poca confianza en las instituciones, cultura mafiosa, clientelismo, desigualdad, exclusión, marginalidad, pobreza y falta de propósitos nacionales; son la consecuencia de referentes históricos, culturales y económicos con que hemos construido la colombianidad, aunque el Colombiano también se caracteriza por ser personas emprendedoras, rebuscadores, soñadores, dispuestos a darlo todo a cambio de nada, pero en esta gran paradoja lo más grave es que no hayamos diferencia entre lo ético y lo moral, y confundimos los valores con los antívalores. Una comprensión cabal de nuestra sociedad no puede quedarse en lamentar el lado malo o en exaltar lo bueno de nuestra condición colombiana.

Ante todo, es trascendental que entendemos la ética como la reflexión de lo que se considera valido y "moral" el conjunto de creencias, comportamientos y valores que gobiernan la vida de un individuo o de una comunidad. Por otro lado los valores son categorías axiológicas que nos permiten acondicionar el mundo y hacerlo habitable, ellos pueden ser positivos o negativos.

Empecemos por afirmar, que la falta de una identidad nacional es un problema de carácter histórico. Colombia a diferencia de países como México, Perú y Guatemala -donde la existencia de fuertes culturas ancestrales hilaron los espacios para una identidad- no ha logrado crear referentes serios de identidad, aún existiendo personalidades que con esmero y con sus obras han tejido la identidad Colombiana y se han convertido en modelos de lo bueno, lo bello y útil de nuestra nacionalidad.

El país debe ser es consciente, que se requiere de referentes más fuertes y encontrarlos sólo es posible, si aceptamos primero nuestras diferencias, si comprendemos que somos una cultura híbrida y sobre todo, si reconocemos que hasta nuestra realidad geográfica nos diferencia por la existencia de regiones cuyas topografías son casi irreconciliables, además, como por ejemplo Kung, “delineó los cuatro principios fundamentales de la convivencia humana: en primer lugar, compromiso a favor de la no violencia, en el que se comprenden no matarás, no torturarás, no atormentarás; respeto a la vida.”

El problema está en que sí no construimos fuertes referentes que permitan hilar el tejido para las múltiples identidades, nos veremos eternizados en conflictos irresolubles como consecuencia de la incomprensión. Posibles causa como el narcotráfico, subversión, corrupción, drogadicción, pobreza, exclusión, marginalidad, improductividad; son resultado de la falta de visión por la no-existencia de un proyecto económico y político nacional.

La carencia de una misión es una de las peores lacras culturales que tiene Colombia; resulta paradójico que después de muchos años de terminado el Frente Nacional se produce el ingreso tímido del país a la modernidad, Colombia empieza a presentar características que la diferencian del resto de los países del mundo, cuando se presenta en forma dramática la crisis de su identidad, por las marcas negativas de la cultura del narcotráfico, de la violencia y por los estigmas que desde el exterior se etiquetan contra la colombianidad.

El hecho de que Colombia este catalogada como uno de los países más violentos del mundo, con noventa y dos asesinatos en promedio por año, en el país hay más de 7000 niños empuñando las armas de la guerra“ lo que refleja el profundo vacío ético de la sociedad colombiana. Pero aún mucho más grave es la corrupción en todos sus niveles” que ubican al país entre las diez naciones más corruptas del planeta.

La vida colombiana refleja una cierta ética y una moral del canibalismo en la política, en los negocios, en la estructura y conformación de una nación y en las luchas sociales, en la amistad, en el deporte, en la ilegalidad y en legalidad. La gran pregunta es como enfrentar los grandes desafíos En unas posibles soluciones sería la construcción de una nueva Sociedad, sin superar la violencia política, sin erradicar la cultura del narcotráfico, sin rescatar la credibilidad institucional, sin inserción productiva en la economía global. La superación de la pobreza, el logro del equilibrio regional, la preservación del medio ambiente, desarrollar una política social, la creación de una amplia cultura de producción agro-industrial, la superar la corrupción, la exclusión y la marginalidad, son tareas inaplazables además me parece que se hace cada vez más urgente que la educación en Colombia, sin descuidar lo urgente y lo científico, se fundamente en principios y valores éticos. Es imperativo formar seres humanos, educar en humanismo, enseñar a pensar el país y el mundo. Es en este sentido que

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