COMUNIDAD Y GOBIERNO - MÁS ALLÁ DE LA ÉTICA

COMUNIDAD Y GOBIERNO

MÁS ALLÁ DE LA ÉTICA

*Cleiver Yam Navarro

Según Gutiérrez R. (2006) la ética es en una ciencia práctica y normativa que estudia racionalmente la bondad o maldad de los actos humanos. Explica las cosas por sus causas, es racional no producto de la emoción o del instinto, es práctica porque existe para realizarse en la vida diaria, es normativa porque proporciona normas para la vida, orienta la conducta, y tiene como finalidad indicarnos el camino del bien.

En este sentido el ser humano es quien decide, en base a sus principios y valores las conductas o actitudes que habrá de asumir de manera libre y con pleno ejercicio de su voluntad ante sus semejantes. Es decir en la conducta ética interviene la libertad interior del individuo, no está condicionada por fuerzas externas, de ser así se saldría del ámbito de lo que es la ética.

Desde el punto de vista de la convivencia humana, la ética es la búsqueda honesta y crítica de lo verdaderamente mejor para sí y para la comunidad o entorno en el cual se desenvuelve la persona, ya que por naturaleza somos seres sociales, necesitamos de otros para nuestra sobrevivencia y desarrollo.

En esta necesidad de convivencia social, una exigencia de la ética es el bien común, entendido como un conjunto de libertades, bienes y servicios que hacen posible a las personas su mejor desarrollo en la sociedad de la que forma parte.

Sin embargo no debemos perder de vista que el bien común no se opone al bien particular, lo importante es que cada quien respete los derechos de los demás, para una sana y productiva convivencia social.

Por otra parte las responsabilidades frente al bien común no son iguales en todos los ciudadanos. Las mujeres y los hombres más conocidos de un país, como son los políticos, artistas, intelectuales, deportistas, etc. Deben ser íntegros, pues constituyen una minoría de prestigio cuya conducta tiende a ser imitada.

Lo expresando anteriormente viene a colación en virtud de que a mediados del pasado mes de abril, nuestro país fue dotado de dos nuevos instrumentos jurídicos, la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información y la Ley Anticorrupción (Sistema Nacional Anticorrupción), estas Leyes tiene la finalidad de atacar frontalmente dos de los males que laceran más severamente a nuestro país, la corrupción y la impunidad.

Se pretende con estos mandatos jurídicos, fortalecer la rendición de cuentas del Estado Mexicano, es decir, la misma estructura gubernamental siente que esto es necesario, facilitar el conocimiento de la población de los actos de gobierno para facilitar la evaluación de la gestión pública, promover la cultura de la transparencia así como una fiscalización y rendición de cuentas efectiva.

Con la Ley Anticorrupción, se crea un andamiaje legal para, prevenir, investigar y sancionar la corrupción en toda la administración pública, en los tres niveles de gobierno y castigar las conductas ilegales de los particulares.

Es admirable la voluntad de nuestras autoridades por dotar al país de un marco jurídico amplio, moderno, vanguardista, pero lo que los ciudadanos necesitamos es la existencia de un verdadero Estado de Derecho, es decir que todos los ciudadanos Mexicanos, particulares, funcionarios públicos y de otra índole tengamos presente la existencia de leyes, que fueron hechas precisamente para ser cumplidas.

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