CONSECUENCIAS GEOPOLÍTICAS DE PROYECTOS GASÍSTICOS DEL CONSEJO DE COOPERACIÓN PARA LOS ESTADOS ÁRABES DEL GOLFO (CCG)
Enviado por IEZamorano • 15 de Diciembre de 2014 • 1.794 Palabras (8 Páginas) • 253 Visitas
El uso de la energía es el elemento que define a la civilización moderna, pues desde la invención de la máquina de vapor, que fue la primera vez que la civilización humana pudo manipular la energía, nuestra existencia como sociedades y supervivencia ha dependido de los energéticos y en el futuro tal situación estará más presente. Para el desarrollo económico, político, social, humano y cultural de todas las sociedades la energía es un elemento determinante. Particularmente cuando se trata de la seguridad nacional de los Estados.
Se prevé que la demanda de energéticos seguirá en aumento, sobre todo por el funcionamiento de la economía moderna que demanda más energéticos día con día que provoca que la supervivencia de buena parte de la población mundial dependa de los energéticos.
Un elemento determinante para el incremento de energéticos es la economía, debido a que demanda combustibles para su recuperación de la actual crisis y posterior crecimiento. A pesar de que la economía mundial presente indicadores de estancamiento (El Economista, 2012, párr.1), o proyecte limitado crecimiento (El Comercio, 2012, párr.4), existe en algunas economías un notorio crecimiento (Organización de las Naciones Unidas, 2012, p.3) que demanda energía. Asimismo el incremento de la población mundial incrementa la demanda de energéticos (Castro, 2011, p.54), aun cuando se proyecte que este crecimiento sea más lento en el largo plazo, el cual se estima en 9,3 mil millones de personas para 2050 y alrededor de 10,1 mil millones para 2100 (Organización de las Naciones Unidas, 2010, p.15).
Así pues, la demanda de energéticos continuará a causa de la economía, la demografía y las aspiraciones de desarrollo y el concepto de modernidad de las sociedades humanas actuales. Motivados por estas concepciones y aspiraciones de modernidad, la población en países en vías de desarrollo comienza a cambiar sus actividades económicas y demandan un consumo intensivo de energía.
Es en este marco que la región de Medio Oriente adquiere una relevancia estratégica en la economía y geopolítica mundiales, al poseer las reservas de energéticos más importantes del mundo. En esta región, la subregión del Golfo Pérsico (García y Ronquillo, 2005) destaca por sus reservas de energéticos, y es aquí donde surge el Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo (CCG) que engloba a los mayores poseedores de recursos energéticos del mundo, así como a las economías más dinámicas y ricas del Medio Oriente. El CCG está conformado por Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Qatar, Omán y Kuwait (The Cooperation Council For The Arab States of the Gulf, 2012, sección Members States). Y es un actor de gran relevancia internacional en el marco del incremento de la demanda de energéticos.
Las economías del CCG se basan principalmente en la exportación de energéticos; sin embargo, debido a la volatilidad de su precio en el mercado internacional, los países del CCG han diversificado sus económicas, como lo prueba la creación de cuantiosos fondos soberanos de inversión, gastar con prudencia e invertir en infraestructura física y capital humano (Khamis y Senhadji, 2010, p.50).
A pesar de la estrategia mencionada los países del CCG otorgan al sector de energéticos la prioridad en sus economías, por ello promueven y realizan diversos proyectos encaminados a facilitar la exportación de este sector. Entre estos proyectos se pueden mencionar el Nacap-Suedrohrbau en Arabia Saudita, que tiene un oleoducto de 506 km de longitud y 30 pulgadas de diámetro cuya construcción se terminó en diciembre de 2011 y que corre del campo de explotación petrolera y gasística Ras Tanura a Riad, y forma parte del Programa de Desarrollo de Gas Árabe. Bahréin comenzó, a finales de 2009, la construcción de un nuevo gasoducto que conectará con Arabia Saudita y complementará al existente, de 100km de longitud, con un costo de USD 350 millones. Qatar cuenta con un ambicioso proyecto de 2,500 km de ducto que uniría Doha con Estambul, para llevar el gas qatarí a la cuenca mediterránea y cruzaría Arabia Saudita, Jordania y Siria. Emiratos Árabes Unidos, con cuantiosas sumas que invierte en este sector, aproximadamente USD 683 millones, para construir 950 km de oleoductos, además de otros proyectos que involucran a compañías alemanas y chinas (Clancy, 2010, p. 24-27).
A pesar de que el petróleo es la principal fuente de ingresos de las economías de los países del CCG (Abdel, invierno 2010/2011, p.25), las reservas de gas natural comienzan a cobrar mayor importancia, pues este energético ya es vital para la economía y la existencia de las sociedades modernas, tanto como el petróleo, sobre todo considerando las necesidades de consumo de las economías de la Unión Europea (UE), China y la India. La primera tiene el deseo de diversificar sus fuentes de energía para evitar la dependencia excesiva al problemático suministro de gas ruso (Ecología Verde, 2010, párr.4), lo que representa un nicho de oportunidad para la exportación de gas natural licuado del Golfo (Echagüe, 2011, p.5). Por otro lado, la respuesta europea a la dependencia energética de Rusia fue el proyecto gasístico de Nabucco (Clancy, 2010, p.24-27); al parecer ningún país del CCG participa directamente en el proyecto actualmente suspendido. Mientras que China y la India no se quedan atrás en el aumento de sus necesidades de gas, aunque son más proclives a los suministros de Irán (Iran Spanish Radio, 2012).
Motivados por el incremento sostenido de la demanda mundial de gas natural, los países del CCG comienzan a promover y participar en diversos proyectos gasísticos para explotar este energético
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