CONSEPTUALIZACIÓN DEL BULLYING

CONSEPTUALIZACIÓN DEL BULLYING

Hoy en día los jóvenes pasan mínimo unas 5 horas diarias en la escuela, si ésta es de un solo turno; por lo que, los padres pierden de vista a sus hijos y los ponen a la confianza de los docentes, con la finalidad de que sus hijos adquieran conocimientos y se formen para una vida social y productiva. Lo menos que debiéramos esperar, es que en las instituciones educativas, esos niños sufran de abusos; insultos, golpes, violencia; bullying.

Por ello debemos de generar un plan de acción para contrarrestar ese maltrato repetitivo y que los estudiantes gocen de un área sana y que se sientan seguros en ella; para ello, lo primero que debemos hacer es informarnos, para que los planes, su desarrollo y seguimiento de ellos, sea lo correcto y logremos nuestro objetivo.

El bullying es un término tomado del inglés y que se refiere al maltrato, insultos, intimidación, amedrentamiento o golpes que un individuo o grupo de estos, ocasiona a otra dentro de una institución educativa, ya sea de un solo nivel, multinivel, pública o privada.

Para que se pueda hablar de que existe este tipo de situación, debe presentarse una disparidad de poder, es decir, que exista una persona que se sienta más fuerte y que perciba a la otra cómo más débil y éste se siente indefenso ante el primero, por lo que se inicia la relación de abuso, provocando molestia y agrediendo repetidamente hasta que el individuo con sentimiento débil espera una nueva agresión en cualquier momento. Este tipo de situaciones no respeta sexo, posición social ni edad, aunque “lo más frecuente es que ocurra en la adolescencia… Y es algo más frecuente entre las chicas que entre los chicos” (Toro V.)

Existen varios tipos de bullying que son; verbal: resaltar defectos físicos, insultos, menospreciar frente a la gente, físico; como aventar objetos, empujones, golpes, o patadas; psicológico: crear la sensación de temor en la persona o empobrecer su autoestima; social: aislar al estudiante del resto de los compañeros; sexual: hacer que la víctima se sienta sexualmente humillada; racista: insultos cuando un alumno pertenece a alguna minoría; y ciberbullying: es humillar o agredir a otro en las redes sociales.

En todos los tipos de bullying, incluido el ciberbullying, existen tres participantes que son: el victimario o agresor que se caracteriza por ser impulsivo y dominante, Si es intelectual, posee buenas habilidades sociales, es popular, manipula y organiza a otros para que hagan lo que él quiere. Si es poco inteligente; posee fuerza física que usa para intimidar muchas veces por su baja autoestima o poca confianza en sí mismo. Y el acosador – víctima, que es aquel que agrede a los más pequeños o débiles, pero que al mismo tiempo es acosado por otros más fuertes que él.

La víctima por lo regular es una persona tímida, insegura de sí misma y de los demás, menos fuerte físicamente, apartada y presenta cuadros de depresión; estas víctimas son del tipo pasivo. Las víctimas de tipo provocador suelen ser irritantes o muy molestos, pero a veces es por qué se les está violentando.

Otro participante en el proceso de bullying, es el observador u observadores, estos son personas que pasan o se detienen a observar y que además alientan la agresión, a los que se les llama observadores activos o participantes. Otros, los observadores pasivos, son aquellos que observan por curiosidad, pero que no intervienen ya que piensan que no les afecta y por lo tanto, no intervienen.

Las consecuencias del bullying son desagradables para todos los que participan en la agresión; pues a una víctima, se le ocasiona que disminuya su autoestima, que presente aislamiento, cuadros de ansiedad, depresión, fobia a ir a la escuela, mala salud y hasta intentos de suicidio o el mismo.

Para el agresor o victimario, la conducta hostil se puede tornar crónica y llevarlos a creer que es la mejor manera de lograr sus objetivos, lo que culmina con actividades de tipo delictivo y violencia.

Los espectadores u observadores, pueden llegar a presentar insensibilidad ante las agresiones que ya son cotidianas y no reaccionar a injusticias fuera de la escuela o en sus años posteriores.

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