CORRE BAJO LA LLUVIA
Enviado por areemo • 23 de Septiembre de 2012 • 573 Palabras (3 Páginas) • 514 Visitas
Había pasado todo el día con su mamá, en un gran almacén.
Esa bella pelirroja, con cara pecosa, clara imagen de la
inocencia, no debe de haber tenido más de 6 años.
Cuando se disponían a abandonar el almacén, llovía a
cántaros. Aquella clase de lluvia que, cuando cae tan fuerte,
no logras distinguir la distancia entre una gota y otra... ni
siquiera las ves golpear el suelo...
Todos nos quedamos frente a la puerta, resguardados de la
lluvia. Esperábamos, algunos con paciencia, y otros irritados
porque la naturaleza les estaba estropeando su prisa
rutinaria.
Siempre me ha encantado la lluvia.
Me pierdo ante la vista de los cielos, lavando la suciedad y el
polvo de este mundo.
Al mismo tiempo, los recuerdos de mi infancia, corriendo bajo
la lluvia, son bienvenidos como una forma de aliviar todas
mis preocupaciones
La voz de esta chiquita era muy dulce, y rompió mi trance
hipnótico con esta inocente frase:
"Mamá, corramos a través de la lluvia".
"Mamá, corramos a través de la lluvia".
"Sí, mamá... Corramos a través de la lluvia".
"No, mi amor... Esperemos a que pare la lluvia", contestó la
mamá pacientemente...
La niña esperó otro minuto, y repitió:
“Mamá, corramos a través de la lluvia"
Y la mamá le dijo:
"Pero si lo hacemos, nos empaparemos..."
"No, mamá, no nos mojaremos. Eso no fue lo que le dijiste
esta mañana a papá..."
Tal fue la respuesta de la niña, mientras hablaba del brazo de
su madre...
"¿Esta mañana? ¿Cuándo dije que podemos correr a través
de la lluvia, y no mojarnos?"
"¿Ya no lo recuerdas?
Cuando hablabas con papá acerca de su cáncer, le dijiste que
si Dios nos hace pasar a través de esto, puede hacernos
pasar a través de cualquier cosa".
Todos nos quedamos en absoluto silencio.
Juro que no se escuchaba más que la lluvia.
Nos quedamos parados, silenciosamente. Nadie entró ni salió
del almacén en los siguientes minutos. La mamá se detuvo a
pensar por un momento acerca de lo que debería responder.
Este era un momento crucial en la vida de esta jovencita, un
momento en el que la inocencia y la confianza podían ser
motivadas, de manera que algún día florecieran en una
inquebrantable fe...
"Amor, tienes toda la razón.
Corramos a través de la lluvia. Y si Dios permite que nos
empapemos, puede
ser que Él sepa que necesitamos una lavadita"...
...