CUENTOS CON GUIONES TEATRALES CORTOS HASTA LA VISTA.
Enviado por 19540812 • 22 de Agosto de 2016 • Trabajo • 625 Palabras (3 Páginas) • 6.904 Visitas
CUENTOS CON GUIONES TEATRALES CORTOS HASTA LA VISTA
[pic 1]
La escena transcurre en un consultorio de psicoanalista. Hay un escritorio, dos sillas y un sofá. Sobre la pared cuelga un cartel que dice: “Doctor Iván Diván”.
(El doctor Iván Diván está recostado en el sofá. Oye golpear la puerta. Se levanta y hace pasar al señor Sánchez.)
DOCTOR: Adelante. (Le da la mano.) Buenas tardes.
SÁNCHEZ: Buenas tardes.
DOCTOR: Dígame, ¿cuál es el motivo de su visita?
SÁNCHEZ: Si quiere saber qué me trajo aquí, le digo que me trajo un colectivo, el sesenta.
DOCTOR: Mire, por favor, ¿por qué no se sienta? (Le señala una silla)
SÁNCHEZ: ¿En el sesenta? En el sesenta a veces me siento y a veces no me siento. Depende de que haya asiento.
DOCTOR: (Respira hondo varias veces, tratando de mantener la calma) Pero yo digo por qué no se sienta aquí.
SÁNCHEZ: Gracias, cómo no. (Se sienta) Cuando puedo también me siento en el sesenta.
DOCTOR: Bien, señor, le ruego que vayamos al grano.
SÁNCHEZ: ¿Al grano? Pero... ¿qué me está diciendo? ¿De qué grano me habla? ¿Usted es médico de piel o psicoanalista? Yo de la piel estoy sano, no vine a verlo por ningún grano.
DOCTOR: Disculpe, yo sólo... quise decir, vayamos a la médula de la cuestión.
SÁNCHEZ: ¿La médula? ¿Usted es médico de huesos? Yo vine a ver a un psicoanalista. Mis huesos están lo más bien.
DOCTOR: Bueno, vayamos al...
SÁNCHEZ: ¿A dónde vamos a ir?. Yo vine aquí para hacerle una consulta, no para ir a otra parte. Si hubiera querido ir a otra parte alo mejor no hubiera tomado el colectivo sesenta.
DOCTOR: Quise decir, vayamos al centro de...
SÁNCHEZ : ¿Al corazón? ¿Para qué vamos a ir al centro?, Mire doctor, yo no vine a pasear, vine porque...
DOCTOR: Quise decir al centro de su dificultad, al corazón de sus conflictos.
SÁNCHEZ: ¿Al corazón? ¿Usted es psicoanalista o médico cardiólogo? Yo del corazón estoy diez puntos.
DOCTOR: (Para sí mismo) En cambio el mío está a punto...a punto de estallar. (Al señor Sánchez.) Es una forma de hablar, entiéndame, por favor.
SÁNCHEZ: Ah, yo vengo a verlo para hacerle una consulta, para que usted me ayude y yo tengo que entenderlo a usted. Es usted el que me tiene que entender a mí.
DOCTOR: Claro, yo quiero entenderlo, por eso le pido que me atienda.
SÁNCHEZ: ¿Qué yo lo atienda?
Pero, ¿dónde se ha visto que el paciente atienda al médico? ¡Es usted el que me tiene que atender! ¡Para eso vine!
DOCTOR: Justamente eso es lo que le estoy preguntando: ¿para qué vino?
SÁNCHEZ: Vine para que usted me atienda.
DOCTOR: ¡Pero, señor! Para poder atenderlo necesito que también usted me atienda...
SÁNCHEZ: ¿En qué quedamos? ¿Quién va a atender a quién?
DOCTOR: ¡Por favor! Cuando le digo que me atienda le quiero decir que me preste atención, que me escuche, que me preste oídos...
SÁNCHEZ: Ah, ¿pero usted es psicoanalista o médico de oídos? Yo de los oídos ando muy bien.
DOCTOR: Bueno, lo escucho, por favor, analicemos el problema.
SÁNCHEZ: ¿El problema? ¿Qué problema? ¿Usted es psicoanalista o doctor en matemáticas? Yo no vine a hacer cuentas ni a resolver problemas.
DOCTOR: Pero señor, por favor, cálmese un poco. Piense antes de hablar. Primero piense y después abra la boca.
SÁNCHEZ: ¿Qué abra la boca? Pero, ¿usted es psicoanalista o dentista? Yo de la boca estoy perfecto. Mire. (Abre la boca de par en par).
DOCTOR: Espere, por favor, espere un instante. (Para sí mismo). Yo tendría que tomar un sedante. (Al señor Sánchez). Me parece que usted necesita ver más claro lo que...
SÁNCHEZ: ¿Ver más claro? Pero, ¿usted es oculista o psicoanalista? Yo veo perfecto. No necesito un oculista.
DOCTOR: (Mira el reloj) Señor, su tiempo ha terminado. (Lo acompaña hasta la puerta y prácticamente lo saca afuera). Ya que no necesita un oculista, que le vaya bien y... ¡hasta la vista!.
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