Cajon De Sastre
Enviado por Patto • 17 de Octubre de 2012 • 535 Palabras (3 Páginas) • 706 Visitas
CAJON DE SASTRE.
Se ha considerado a la evaluación como:
“Una actividad mediante la cual, en función de determinados criterios, se obtienen informaciones pertinentes acerca de un fenómeno, situación, objeto o persona, se emite un juicio sobre el objeto de que se trate y se adoptan una serie de decisiones relativas al mismo.”
Esta actividad puede encontrarse presente en diferentes puntos del proceso de enseñanza-aprendizaje.
La evaluación inicial: de ella obtenemos información sobre el bagaje con que el alumno aborda la actividad de lectura.
La evaluación sumativa: al final del proceso, a través de la cual podemos establecer un balance de lo que el alumno ha aprendido.
La evaluación formativa: nos indica del desarrollo del propio proceso y nos permite intervenir en él para irlo ajustando progresivamente.
Los tres tipos de evaluación no son excluyentes sino complementarios.
Lo que en síntesis se propone, para enseñar, es partir de donde está el alumno, asegurar que la tarea de aprendizaje constituya un reto a su alcance, intervenir de tal modo que se pueda facilitar la ayuda necesaria y constatar que progresivamente puede usar
con competencia las estrategias enseñadas de forma autónoma.
La evaluación inicial: es la que nos permite conocer los conocimientos previos con que el alumno va abordar una situación de lectura.
La evaluación formativa: consiste en evaluar continuamente lo que está pasando a lo largo de la situación de enseñanza y aprendizaje en que tiene lugar dicho proceso.
Evaluar: es obtener informaciones pertinentes acerca de la situación que permitan al profesor emitir un juicio sobre el desarrollo de la misma con el fin de tomar decisiones al respecto.
Enseñar bien no es en absoluto sencillo.
Desde el punto de vista de la propia evaluación, la información que proporciona la propia situación de enseñar suele ser ampliamente menospreciada por los profesores.
Esta información es importante para poder enseñar, y los profesores deberían entender que es también la más importante para evaluar, tanto formativa como sumativamente.
Pearson y Johnson (1978): Un profesor que articule verdaderas actividades de enseñanza de estrategias de lectura, y que asuma la responsabilidad en su desarrollo, interviniendo para asegurar el aprendizaje de los alumnos,
no necesita articular actividades especificas de evaluación, dado que las primeras le proporcionan una visión muy ajustada de la situación real de sus alumnos, y puede, por tanto, utilizarla para acreditar su aprendizaje.
No vamos a esperar que los alumnos aprendan lo que no se las ha enseñado, ni vamos a esperar que lo aprendan de una vez y para siempre cuando se les enseña. Simplemente se trata de hacer con la lectura lo que se hace con otros contenidos de la enseñanza.
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