"Cambios del envejecimiento que modifican los órganos de los sentidos y generan barreras de comunicación y formas de evitarlas".

UNIVERSIDAD AUTONOMA DE BAJA CALIFORNIA

FACULTAD DE ENFERMERÍA

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ATENCIÓN AL ADULTO MAYOR

Ensayo:

"Cambios del envejecimiento que modifican los órganos de los sentidos y generan barreras de comunicación y formas de evitarlas".

Docente:  LCS. José Alberto Agüero Grande

Aguilera Nambo Joanna

Alvarado Lizárraga Alejandra

Díaz Valenzuela Diana Carolina

Maisterrena Chavira Irving Fernando

Martinez Saucedo Gabriela

Zamudio Moreno Diana Laura

Grupo 128

Mexicali, B.C. a 5 de Octubre de 2015

Cuando envejecemos, los sentidos (gusto, olfato, tacto, vista y oído) cambian la forma en recibir los estímulos exteriores del entorno que nos rodea, dichos sentidos se vuelven menos agudos y  pueden tener problemas para distinguir los detalles.

Se define la sensibilidad como: “Registro consciente o subconsciente de los cambios en el medio externo o interno”. Los cambios relacionados con las sensaciones son responsables de la mayoría de los demás cambios sensoriales, estos pueden tener un tremendo impacto sobre el estilo de vida y se pueden tener problemas con la comunicación, el llevar a cabo  las actividades de la vida diaria y las interacciones sociales.

Todos los sentidos reciben información de algún tipo del ambiente (luz, vibraciones sonoras, etc.), dicha información se convierte en un impulso nervioso y es llevada al cerebro, donde se interpreta como una sensación significativa. Todas las personas requieren una cierta cantidad mínima de estimulación antes de que se perciba una sensación.

Algunos cambios oculares relacionados con la edad pueden dar inicio a partir de los  30 años, cuando esto comienza a suceder la edad aparente de el ojo se encuentra afectada produciendo menos lagrimas, al no estar lo suficientemente hidratado comienza a resecarse y resultar incomoda. Cada una de las estructuras que conforman el ojo van cambiando de acuerdo a la edad: La cornea es menos sensible, las pupilas a partir de los 60 años aproximadamente reducen a un tercio de su tamaño regular que tenia a los 20 años, la nitidez o agudeza visual puede disminuir gradualmente.      

Los anteojos, lentes de contacto pueden resultar eficientes y corregir algunos cambios de visión relacionados con la edad, incluso se encuentra la cirugía ocular de manera permanente.

Uno de los problemas más frecuentes durante el envejecimiento de acuerdo al a visión es la dificultad para lograr enfocar la vista en algún objeto texto o lugar que se encuentre a una distancia mínima a esta afección se le conoce como presbiopia.
Algunos problemas oculares más frecuentes son el glaucoma que es una lesión en el nervio óptico por el aumento de presión en el ojo, también las cataratas en donde el cristalino se vuelve opacado, suele aparecer lentamente se puede solucionar también con cirugía al extirpar el lente que se encuentra afectado cambiándolo por uno artificial, el uso de sombreros paraguas, viseras, lentes de sol, puede bloquear la luz ultravioleta directa a los ojos y demora la aparición de cataratas, otro problema frecuente son las enfermedades de la retina (capa que se encuentra en la parte posterior del ojo) en donde este tejido se vuelve sensible a la luz, es frecuente encontrar el desprendimiento de la retina, esta enfermedad necesita de intervención quirúrgica.

La degeneración macular es la presencia de tejido cicatricial en la macula es muy común en personas de más de 60 años, esto puede afectar actividades en los adultos mayores donde es necesaria la vista clara. Por último la conjuntivitis es una infección de la conjuntiva puede llegar a provocar visión borrosa, dolor de ojos, enrojecimiento, sensibilidad a la luz, lo que lleva a una disminución en la calidad visual.

Todos estas afecciones se deben tratar con un especialista el cual determinara el tipo de tratamiento, los cuidados que se deben tener en adultos mayores con problemas visuales, es evitar los cambios bruscos de luz, mantener los objetos necesarios dentro de un campo visual aceptable y fomentar el tratamiento oftálmico establecido.

Los oídos tienen dos funciones: una es oír y la otra es mantener el equilibrio. La audición se presenta después de que las vibraciones cruzan el tímpano hacia el oído interno. Luego, son convertidas en impulsos nerviosos y transportadas al cerebro por medio del nervio auditivo.

A medida que uno envejece, las estructuras auditivas se deterioran, hay un aumento del tamaño del pabellón auricular por crecimiento del cartílago y la membrana timpánica esta engrosada.

El líquido y las pequeñas vellosidades en el conducto semicircular óseo (laberinto) estimulan el nervio que ayuda al cerebro a mantener el equilibrio. El tímpano con frecuencia se hace más grueso y los huesecillos del oído medio y otras estructuras se afectan y, con frecuencia, se hace cada vez más difícil mantener el equilibrio.

La audición puede disminuir, en especial la de los sonidos de alta frecuencia, particularmente en personas que han estado expuestas a mucho ruido cuando eran jóvenes. Esta pérdida de audición relacionada con la edad se denomina presbiacusia, un poco de hipoacusia es casi inevitable. Se considera que el 30% de todas las personas de más de 65 años tienen deterioro significativo de la audición. La nitidez de la audición puede declinar ligeramente comenzando alrededor de los 50 años, posiblemente ocasionada por cambios en el nervio auditivo. Además, el cerebro puede tener una disminución leve de la capacidad para procesar o traducir los sonidos en información significativa. El tapón de cerumen, es otra causa de dificultad para oír y es más frecuente con el aumento de la edad.

El ruido anormal y persistente del oído (tinnitus) es otro problema bastante común de la audición, especialmente para adultos mayores y, por lo regular, es el resultado de una hipoacusia leve.

Para que el adulto mayor tenga una mejor calidad auditiva, debe mantener su canal auditivo limpio acudiendo a su médico para que le realice limpiezas y evitar tapones de cerumen, así como evitar lugares ruidosos, hablarle claro y despacio y realizar ejercicios de audición para mantenerlo activo.

El sentido del olfato puede disminuir, está muy ligado al sentido del gusto y está debilitado por degeneración del nervio olfatorio,  especialmente después de la edad de 70 años y esto puede estar relacionado con la pérdida de terminaciones nerviosas en la nariz.

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