Capacitacion Historica
Enviado por richardcortez • 1 de Junio de 2015 • 2.261 Palabras (10 Páginas) • 538 Visitas
as y programas de capacitación para pequeñas empresas
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Una perspectiva histórica
de la capacitación laboral
Félix Mitnik
Adela Coria
Los seres humanos están preparados para aprender
de manera flexible y ser agentes activos en la adquisición
de conocimientos y habilidades. La mayoría de lo que
las personas aprenden ocurre fuera de la instrucción formal.
JOHN BRANSFORD, ANN BROWN Y RODNEY COCKING
Tal como se verá en este capítulo, la capacitación laboral estuvo vinculada
en sus comienzos a unidades productivas muy pequeñas, de naturaleza familiar,
en las que se utilizaban metodologías de capacitación basadas en “aprender
haciendo”, que fueron modificadas por la Revolución Industrial y por las exigencias
de formación de personal asociadas a las dos guerras mundiales. Se
mostrarán también los avances de la pedagogía y la teoría del aprendizaje adulto
que se han reflejado en la calidad de las acciones formativas destinadas a las
empresas de mayor tamaño pero que no habrían impactado en las destinadas a
las firmas pequeñas. Se habría generado, como consecuencia, un circuito diferencial
de baja calidad que podría explicar el reducido impacto de políticas y
programas de capacitación destinados a este sector.
Hacer historia para comprender el presente
¿Por qué comenzar por la historia? Existe consenso en diversos campos del
conocimiento sobre la importancia de reconocer las huellas del pasado en su
constitución. Hacer historia posibilita comprender con mayor profundidad el
presente, es decir, reconocer una trama en la cual fenómenos coyunturales se
entrelazan con procesos de largo tiempo de sedimentación.
Una perspectiva histórica de la capacitación laboral
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Políticas y programas de capacitación para pequeñas empresas
La expansión y complejidad del proceso de capacitación laboral para empresas
que se observa en las últimas décadas no debe hacer perder de vista que
se trata de un fenómeno construido a lo largo del tiempo y al compás de profundas
transformaciones económico-sociales. Surge como consecuencia de demandas
del mundo del trabajo y se convierte en un campo relativamente independiente,
con una lógica propia, intereses particulares, actores relevantes con poder
de decisión, contacto con el campo educativo y un marco dado por las regulaciones
sociales y económicas del contexto en que se desarrolla.
Este proceso podría ser reconstruido desde cada gran región del mundo,
incluyendo a Latinoamérica. Sin embargo, en este último caso se trataría de una
reconstrucción histórica que escaparía a la realidad del modelo de desarrollo
con el cual la capacitación laboral empresaria ha estado asociada y en el que
países de la periferia han intentado reproducir un proceso iniciado en Europa y
potenciado por los Estados Unidos y, desde hace pocas décadas, por países del
Sudeste Asiático. Ello obliga a una búsqueda en fuentes externas, lo que conduce
a ubicar los orígenes de la capacitación en los maestros de la filosofía clásica (en
Aristóteles ya hay referencias a la técnica) y de la filosofía y la pedagogía modernas
(fundamentalmente del siglo XVIII). Desde mediados del siglo XX integra,
en alguna medida, el vasto movimiento conocido como “educación de adultos”,
“educación no formal”, “andragogía”, “aprendizaje continuo” o “educación continua”.
Las diversas denominaciones –que dependen de tradiciones teóricas y de
las prácticas nacionales en esta área– constituyen un signo de los múltiples enfoques
posibles, los que determinan, a su vez, que se pueda plantear la historia de
la capacitación desde diversas perspectivas (Clarck, D., 1999).
El punto de vista que se ha adoptado en este capítulo se refiere a la configuración
del campo específico de la capacitación laboral para empresas, dentro del
campo más amplio de la educación de adultos. En consecuencia, la problemática
de la relación entre formación y trabajo será evaluada casi exclusivamente desde
el enfoque de las organizaciones ligadas directamente con la producción. Analizar
esa problemática implica describir prácticas de formación que precedieron a
las reflexiones sistemáticas que intentaron comprenderlas y justificarlas y que
antecedieron largamente al desarrollo de un campo en expansión desde mediados
del siglo XX.
En éste y el próximo capítulo se identifican momentos clave que permiten
reconocer cambios sustantivos de las prácticas de capacitación en los que hoy
son países desarrollados y cambios conceptuales vinculados con ellas. Dichos
momentos son: la Antigüedad (capacitación en el trabajo); la Edad Media (los
talleres de aprendices); la Revolución Industrial (la aparición del aula); la pro-
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Políticas y programas de capacitación para pequeñas empresas
ducción en serie (capacitación cerca del trabajo), las guerras mundiales (inicio de
la capacitación sistemática y masiva); el período de posguerra (la capacitación
individualizada que se expande a partir de la incorporación de la computadora)
y, en el fin de siglo, la capacitación “como parte de un proceso destinado a expandir
y acelerar el aprendizaje y mejorar el desempeño de los individuos dentro
de las organizaciones” (Mc Lagan, P., 2004).1
Las prácticas de capacitación laboral se vieron influenciadas por la consolidación
de enfoques provenientes de teorías administrativas, psicológicas o pedagógicas,
originarias también de los países desarrollados y trasladadas de un contexto
a otro.2 Es importante destacar, por otra parte, que en ese traspaso los rasgos
de la escolarización habrían sesgado progresivamente el campo de la capacitación,
así como en diversos momentos el sesgo de la eficiencia influyó en la manera
de entender la escuela. La sala de clase marcó una ruptura con las prácticas
que vinculaban estrecha y profundamente formación y trabajo, ruptura que puede
explicarse por dos razones. Por una parte, porque el aula se regula por criterios
que no son equivalentes a los vigentes en el mundo laboral, lo que origina en
muchas ocasiones el encapsulamiento de los saberes dentro de los límites de las
instituciones formativas. Por otra parte, porque en el proceso de escolarización
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