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Capitalimo Y Democracia


Enviado por   •  27 de Noviembre de 2012  •  2.431 Palabras (10 Páginas)  •  385 Visitas

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Capitalismo y Democracia

De acuerdo a los marxistas, la democracia es la forma estatal mas adecuada para el dominio de la clase capitalista. “La república democrática”, escribe Lenin, “es la mejor envoltura política de que puede revertirse el capitalismo; Engels se refiere a ella como “la forma lógica del dominio burgués”.

De acuerdo con Marx “La relación directa existente entre los propietarios de las condiciones de producción y los productores directos –relación, es la que nos revela el secreto mas recóndito, la base oculta de toda la construcción social y también, por consiguiente, de la forma política de relación de soberanía y dependencia, en una palabra, de cada forma específica de estado.”

El predominio del contacto salarial supone la libertad y la igualdad jurídica de las partes contrastantes, es decir, la ausencia de toda subordinación social que pudiera obstruir la compra de fuerza de trabajo en un mercado abierto. “El cambio de mercancías”, escribe Marx, “no implica de suyo mas relaciones de dependencia que las que se desprenden de su propio carácter.

El poseedor de la fuerza de trabajo y el poseedor del dinero se enfrentaran en el mercado y contratan de igual a igual como poseedores de mercancías, sin mas distinción ni diferencia que la de que uno es comprador y el otro vendedor: ambos son, por tanto, personas jurídicamente iguales.

A titulo de igualdad de la persona humana en general, la democracia burguesa proclama la igualdad formal o jurídica entre el propietario y el proletariado, entre el explotador y el explotado, llevando así al mayor engaño a las clases oprimidas. La idea de la igualdad, que en la misma contribuye a un reflejo de las relaciones de la producción mercantil, viene a ser en las manos de la burguesía una arma de lucha contra la supresión de las clases bajo el pretexto de una igualdad absoluta de las personas.

La democracia se define como el gobierno del pueblo, en contraste con la monarquía, que es el gobierno de uno, y con la aristocracia, que es el gobierno de unos pocos, las democracias burguesas difieren en dos aspectos importantes de las otras democracias de clase, aquellas de las sociedades esclavistas, por ejemplo. En primer lugar, la exclusión legal de los esclavos del pueblo gobernante imprimía a los gobiernos de las democracias de las sociedades esclavistas el seño de instrumentos de un dominio de clase.

En segundo lugar, el pueblo gobernante participaba directamente en las democracias de las sociedades esclavistas, en las funciones legislativas, judiciales y ejecutivas. En las democracias de las sociedades capitalistas, “pueblo” significa todo el pueblo, pero “gobierna” solo una parte del gobierno.

Estos rasgos distintivos del Estado democrático burgués corresponden a los rasgos distintivos de la economía capitalista. La economía capitalista aparece como controlada por una serie de cambios competitivos, en los que todos los miembros de la sociedad participen en forma voluntaria bajo condiciones de libertad e igualdad universales.

La republica democrática es la caparazón política óptima para el capitalismo, porque la relación entre la administración burocrática y el sufragio universal es la contra parte política óptima de la relación entre la explotación capitalista y el cambio de mercancías.

Este enfoque subyace a la afirmación del Manifiesto que “ la burguesía, después del establecimiento de la gran industria y del mercado universal, conquisto finalmente la hegemonía exclusiva del poder político en el Estado representativo moderno. El gobierno del Estado moderno no es mas que una junta que administra los negocios comunes del toda la clase burguesa”. Marx presenta en su examen del desarrollo de Francia, una formulación clásica de la conexión sobre la administración burocrática y el dominio capitalista.

Los privilegios señoriales de los terratenientes y de las ciudades se convirtieron en otros tantos atributos del Poder del Estado, los dignatarios feudales en funcionarios retribuidos y el abigarrado mapa-muestrario de las soberanías medievales en pugna en el plan reglamentado de un Poder estatal cuya labor está dividida y centralizada como en una fábrica. Una burocracia, en el sentido amplio en el que los marxistas utilizan este término, es que una jerarquía de funcionarios únicamente por sus funciones superiores y en la que el trabajo del grupo ésta dividido y centralizado como en una fabrica.

A veces, la política y el poder judicial se distinguen de la burocracia. Pero sigue en pie el hecho de que, normalmente, en los –militares, policías y poder judicial, así como la burocracia, en su sentido restringido- son jerarquías de funcionarios rentados en las que cada miembro del grupo es controlado únicamente por sus funcionarios superiores y en las que el trabajo de grupo está dividido y centralizado como en una fábrica.

Una burocracia no es ni una clase ni una parte de una clase, ya que los miembros de un grupo así no se distinguen de los miembros de otros grupos sociales por sus relaciones con los medios de producción. En las burocracias de los Estados capitalistas, los funcionarios superiores, civiles y militares, provienen por lo general, de las clases capitalistas terratenientes. Los grados inferiores de la policía y de las fuerzas armadas son cubiertas en parte con el campesinado y el proletariado.

Al discutir la relación ente la administración burocrática y el sufragio universal invertiremos el orden de estas cuestiones. Primero nos preguntaremos a quiénes representan los funcionarios electos de las democracias burguesas; segundo, bajo qué circunstancias se obedece a estos funcionarios.

Sobre el grado en el que los proletariados están excluidos de la política en las democracias capitalistas, escribe Lenin: “La sociedad capitalista, considerada en sus condiciones de desarrollo mas favorables, nos ofrece una democracia mas o menos completa en la república democrática. La libertad de la sociedad capitalista sigue siendo, y es siempre, poco más o menos, lo que era la libertad en las antiguas repúblicas de Grecia: libertad para los esclavistas. En virtud de las condiciones de la explotación capitalista, los esclavos asalariados modernos viven tan agobiados por la penuria y la miseria, que “no están para democracia”, no están para política”, y en el curso corriente y pacifico de los acontecimientos, la mayoría de la población queda al marguen de toda participación en la vida político-social.

Sobre el grado en el que la pequeña burguesía es engañada por la política en las democracias capitalistas, escribe Lenin: “El

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