Carmelita y una hermana de ella

Carmelita y una hermana de ella.

Regresa de Egipto, compra una casa por fin. Recibe las visitas de sus hijos, conoce el automóvil, se asombra mucho. Conoció a Edison, el gran inventor.

Muere en Julio de 1915.

Me gustó muchísimo éste libro, porque deja ver que también hombres como él tenían sentimientos, que lo que hicieron fue por su patria. En especial él, que sacrificó muchas cosas, que luchó incansable mientras pudo.

No se me hace justo lo que le sucedió, morir así, no creo que haya merecido eso, sufrir tanto cuando llega la vejez por los recuerdos de su juventud.

Después de leer éste libro, pienso que es cierto que “cuando uno vive de sus recuerdos, es porque ya está muerto”. La vida de hombres como él no cobra sentido después de dejar de hacer lo que saben, por lo que nacieron, para luchar, para gobernar, para educar y pacificar a un país.

También me hace creer que todos merecemos perdón, porque tarde o temprano terminamos pagando por todo lo que hicimos, con eso es suficiente como para que la gente te guarde rencor y odio.

Y después de leer Pobre patria mía y El seductor de la patria, creo que “firio” tiene razón, hace falta una verdadera “bestia” para gobernar este país, que sigue teniendo muchísimas dudas sobre sí mismo. Me gustaría ver una mente brillante como la de nuestros héroes, en estos días.

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